A las familias nicaragüenses cada vez les rinde menos el salario para cubrir la canasta básica, que actualmente supera los 17 mil córdobas para un núcleo familiar de seis miembros, según números del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide). Por ello en cada quincena o sueldo mensual hacen maromas para estirar el dinero y ajustar al menos para el arroz y los frijoles que poner en la mesa.
Carolina es un ejemplo de ello. Ella es madre soltera de dos niñas que están en etapa escolar y es trabajadora de zona franca. El raquítico salario que devenga semanal —un poco más de mil córdobas—, no le ajustaba más que para la comida, aunque reconoce que ahora está “más dura” la situación, puesto que hace meses al menos le alcanzaba para comer carne el fin de semana, pero esta vez con costo llegó a “la mejora”, completa los platos con alguna proteína como queso. Si no fuera por la mensualidad que reciben sus niñas de parte de su padre, confiesa, tampoco se vestirían.
“Antes hasta me podía dar el lujito de comer un nacatamal, ahora no paso del arroz y los frijoles, y eso que dejando de comprar otras cosas”, dice preocupada Carolina.
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LA PRENSA consultó con especialistas en derechos del consumidor y finanzas personales sobre qué pueden hacer las familias para ahorrar al momento de realizar las compras, y esto fueron sus consejos.
“El primer gran paso para hacer rendir nuestro dinero es presupuestar, es decir, planificar en qué y cuánto vas a gastar, en vez de que esto ocurra espontáneamente. Así, si tenés 100 córdobas, los harás rendir sencillamente porque podrás decidir de antemano qué hacer con ellos”, expone Gisella Canales, autora del blog Dele peso a sus pesos.
“La gente está buscando cómo acomodarse, priorizando… Aquí se debe pensar que lo principal en el hogar son los alimentos, el sustento del hogar”, dice por su parte Marvin Pomares, director del Instituto de Defensa del Consumidor (Indec).
Tome en cuenta
1–Haga una lista de compra. Esto es lo primero que se debe hacer para llevar un control del presupuesto destinado para la comida. Si la persona no cuenta con esto, el riesgo es que al estar en el mercado o supermercado termine comprando productos no prioritarios en lugar de los que verdaderamente necesite para balancear la mesa los tres tiempos cada día.
“A pesar de que lo principal es la comida, tenemos que priorizar cuáles productos son los principales, porque no podemos comprar los 23 productos alimenticios que contiene la canasta básica”, dice Pomares.
Asimismo, Dele peso a sus pesos enfatiza que se debe hacer menú antes de la lista de compras, esto con el objetivo de no comprar de más y que se venzan y estropeen los productos (especialmente los perecederos).
“Con el menú de comidas, por ejemplo, sabrás que el sábado harás puré de papas y el domingo sopa, a la cual también echarás ese tubérculo, por tanto, al hacer la lista podrás atinar mejor a la cantidad que vas a necesitar y no gastarás en excesos”, recomienda Canales.
2-Ajustarnos a la temporada. “En contextos difíciles como el que vivimos debemos flexibilizar nuestra dieta y ajustarla a lo que abunde –y por ende sea más barato– para reducir gastos. Siempre hay frutas, vegetales, lácteos o granos que se venden a menor precio que el resto, debemos estar atentos a cuáles son”, expone la especialista.
3-Reemplazar productos. El titular del Indec comparte que las familias también pueden reemplazar los productos o perecederos, por otros más baratos o de temporada. Es decir, si antes acostumbraba cocinar el pollo tapado con papa y zanahoria, ahora solo puede usar la papa.
También puede reemplazar el pollo o carne por la pasta o una cajilla de huevo, este último tiene un precio más accesible y el producto dura más, recomienda Pomares.
Otra opción es valorar comprar pensando en el aporte nutricional en lugar de las marcas; si consumía un tipo de atún por tradición pero encontró otra marca de buena calidad a menor precio, bien puede reemplazar y ahorrar, sin dejar de consumir el alimento.
4-Comparar y cotizar. Canales destaca que debemos de dejar de asumir que en “x” lugar es más barato, porque es un mercado; y quitarnos el prejuicio de que comprar en tiendas, supermercados o empresas sale más caro. La especialista aconseja estar siempre atentos a las empresas que realizan numerosas promociones y descuentos que nos favorecen.
Si en el mercado el fruto de temporada está más barato, pero en supermercado la leche tiene una oferta provechosa, bien puede dividir sus intereses y adquirir los productos donde mejor convenga, no necesariamente comprar por costumbre en uno u otro lugar.
Por su parte, Pomares recordó que el mercado Oriental es el centro de compras más grande de Centroamérica, donde se encuentra una variedad de productos y a buen precio, por lo que es una excelente opción para las familias, principalmente para las personas que ganan el salario mínimo.
No olvide que en la capital o cabeceras departamentales los mercado se caracterizan por especializarse en un producto; si por ejemplo está en Managua el Iván Montenegro es la central de distribución de productos lácteos, el Mayoreo principal oferta de frutas y verduras, Oriental ofrece carnes, granos y artículos de uso y consumo variado.
5-Elija el momento adecuado para ir de compras. El blog getlife.es señala que se debe crear un hábito o ritual a la hora de ir al súper o mercado, pues esto influirá a la hora de ahorrar. Asimismo aconseja no ir con prisa y con niños, “ya que son una fuente de distracción y ellos no controlan tanto como nosotros los impulsos, por lo que se irán directos a por productos más caros, con etiquetas llamativas y poco saludables”.