Históricamente los futbolistas nacionales al terminar sus carreras emigran a los Estados Unidos. La mayoría que han sido registrados son conocidos por ser exseleccionados nacionales como Manuel “Catarrito” Cuadra, quien se marchó en los años ochenta, César Rostrán en los noventa y en los últimos 10 años Rudel Calero, Wilber Sánchez, Róger Mejía, Ismael Reyes, entre otros. Sin embargo en los últimos cuatro años se experimenta una alza poco común de 21 jugadores de bajo perfil, algunos jóvenes con oportunidades de seguir jugando, más un árbitro FIFA, quienes por una u otra razón decidieron marcharse pensando en conseguir mejores oportunidades en su futuro.
De este grupo reciente se podrían destacar cuatro nombres: el árbitro FIFA Erick Lezama, el volante Erick Lazo, más los delanteros Edry Centeno y Lester Jarquín. El motivo por el cual dejaron sus carreras fueron diversos y circunstanciales. Lezama, de 30 años, dirigió 142 partidos de Liga Primera entre 2016 y 2021, según soccerway. Además estuvo en 10 partidos de selecciones nacionales clase A, incluyendo eliminatorias mundialistas, más uno de Liga Concacaf.
Puede interesarte: Esta es la cantidad de dinero que un equipo sudamericano estaría dispuesto a pagar por Jaime Moreno
“La verdad me vine porque me habían llamado para un trabajo y arbitrar y el ingreso económico era muy grande comparado con Nicaragua. Aquí me va súper bien, me invitan a los torneos grandes amateurs donde hay un nivel igual o mayor que Liga Primera y la paga es muy buena. Ahorita voy a uno en Chicago donde estará Néstor Pitana (un reconocido árbitro argentino)”, explica Lezama, quien fue árbitro FIFA desde 2018 al 2022 que se marchó a los Estados Unidos. “Aquí trabajo remodelando casas de lunes a viernes, gana 150 dólares al día. Por la noche soy árbitro y me pagan como mínimo 80 dólares, todo depende de la liga”, señala el capitalino, quien sostiene que en Liga Primera solo ingresaba 70 dólares por juego.
Centeno, de 21 años, era el capitán del Jalapa y uno de los jugadores jóvenes con mayor futuro. La llegada de Ramón Romero no le favoreció, casi no jugaba y pidió la baja hace dos meses aproximadamente. “Me decepcioné del futbol porque cuando pedí baja no me la querían dar, me quería mandar a otro equipo al que no quería ir. Pensé las cosas y decidí desistir de mi sueño de futbolista para luchar por construir mi casa, tener mi negocio y hacer un buen futuro al lado de mi pareja para nuestros hijos”, explicó Centeno, quien en el 2021 había obtenido un reconocimiento por la Asociación de Cronistas Deportivos de Nicaragua (ACDN) por terminar líder goleador del Campeonato de Concacaf Sub-20 de 2020 celebrado en Managua, que dejó a la Azul y Blanco a dos partidos del Mundial.
Lazo jugó en la Liga Primera en Ocotal y Ferretti. También estuvo en la Azul y Blanco en la primera etapa de Henry Duarte, quien lo tomó en cuenta en cuatro partidos internacionales, pero solo en uno le dio minutos. En el Apertura 2019 militó en el Yoro FC de la segunda división hondureña. Después no encontró equipo en el futbol nacional y decidió irse el año pasado. Jarquín tenía más futuro y recorrido, sin embargo una lesión en 2017 acabó con sus posibilidades. En la Azul y Blanco participó en cuatro desafíos, dos amistosos y dos de la Copa Centroamericana 2017.
La generación sub-20 de 2018 que se desperdició
La crisis sociopolítica de abril de 2018 cerró la embajada de Estados Unidos en Nicaragua. La Sub-20 debía participar en el Campeonato de Concacaf en Bradenton, Florida, y viajó a Costa Rica para hacer el visado. A la mayoría de los seleccionados le otorgaron visa por 10 años y algunos han aprovechado para irse a los Estados Unidos dejando sus carreras. Actualmente de ese grupo de 20 jugadores hay siete que se olvidaron del futbol y se mantienen viajando constantemente: Ricardo Rivas, Denillson Gutiérrez, Alexander Caldera, Tomas Balladares, Wiston Zelaya, Michael Tinoco y Amfed Luquez.
De ellos los más sobresalientes eran Rivas, quien le dio un título al Real Estelí en la Liga Primera en 2019 y quedó atrapado por la pandemia de covid-19 en 2020. Denillson quizás era el jugador de mayor futuro, pero fue castigado en el 2021 por amaños de partidos. Ahora trabaja limpiando casas y jugando futsal y futbol campo los fines de semana. También Luquez tenía grandes proyecciones. Henry Duarte lo había debutado en la Azul y Blanco en un amistoso contra Cuba en el 2018. En el 2020 iba a jugar en un equipo de tercera de Estados Unidos, pero la llegada de la pandemia lo impidió. Ya no juega.
Existen dos juveniles más que se les miraba condiciones para estar en la Liga Primera como son los atacantes Patrick Huete y Sergio Iván Rodríguez, el hijo del Pando Rodríguez, quien es técnico en diferentes categorías en el Real Estelí. Patrick formó parte del plantel juvenil del Estelí que terminó subcampeón del torneo Uncaf en el 2020. Sergio viajó hace dos años a Estados Unidos para unirse a un equipo de la tercera división, sin embargo llegó la pandemia y todo se cayó. Ahora trabaja y ya no juega.
Freddy Villareyna, Juan Carlos Rosales, Kennet Bautista, Fredman Castillo, Brandon Hernández, Vladimir Jiménez, Josué Álvarez, Lester Bonilla y Kolver Gómez jugaron en la Liga Primera en los últimos años y la mayoría se marchó a Estados Unidos en los últimos dos años. Villareyna fue campeón con el Ferretti en el 2009 y 2010 y se acaba de marchar. También Rosales se coronó con la UNAN en el 2015 y marcó uno de los goles en la final ante el Diriangén. Además jugó con la Azul y Blanco dos amistosos contra El Salvador y Panamá en el 2016.
Bautista estaba proyectado como el sucesor de Denis Espinoza, sin embargo tuvo un mal torneo de Apertura 2021 y decidió irse a Estados Unidos al finalizar la temporada. Castillo, Jiménez y Bonilla estuvieron en diferentes clubes en la Liga Primera. Kolver Gómez salió entre los sancionados de por vida por amaño de partidos de 2021.