La carrera de Jaime Moreno se transformó en el Diriangén. Pasó de ser un jugador de bajo rendimiento y cuestionado comportamiento, a uno de los referentes ofensivos del futbol nacional y un ejemplo de superación personal, superando los hábitos y actitudes que le impedían alcanzar el potencial de juego. En los últimos tres torneos marcó 30 goles consolidándose como uno de los mejores delanteros de la actualidad y está a un paso de regresar al futbol sudamericano.
En Diramba, casi nadie cuenta con Moreno para el próximo torneo de la Liga Primera, previsto a iniciar en la primera semana de julio, y la Liga Concacaf, el torneo de clubes donde los diriambinos están en deuda. Desde el futbol peruano llegó una importante oferta para su carrera que está dispuesto a tomar. Moreno, quien tiene contrato vigente hasta 2023, firmó una cláusula de salida de 10 mil dólares que parecen estar dispuestos a pagar. “No sé si la van a pagar ellos (el club) o lo harán sus agentes, pero si se marcha es porque hubo dinero de por medio”, explicó una persona cercana a la directiva sobre Moreno, quien antes de estar en el Diriangén militó en los Estudiantes de Mérida en Venezuela.
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Otro jugador que parece no continuará es Carlos “el Chino” Torres. El volante argentino, quien tiene contrato hasta 2023, acaba de ser papá y estar alejado de su familia lo pone entre la espada y la pared. “No sé si me quede, después Dios dirá qué me tiene preparado. A mi me gustaría seguir para estar en la Liga Concacaf, un torneo muy valioso donde podemos hacer historia porque tenemos con qué”, señaló Torres, tras la fina el sábado. El Chino forma parte de la columbra vertebral junto los hermanos Coronel, Jason y Luis Fernando, Erick Téllez, más el colombiano Yhon Mosquera, quien ha sido renovado por dos años, el argentino Jonathan Pacheco y el brasileño Robinson Luiz, quienes estarán una temporada más.