Atropelló a una niña de 5 años con una moto, se lesionó la rodilla y la clavícula. Así terminó en el 2000 la carrera de Tyronne Leiva como jugador de primera división. “La niña quedó bien gracias a Dios, solo tiene una seña en la frente”, cuenta Tyronne, quien pasó seis meses sin jugar y cuando se recuperó participó en ligas empresariales y equipos de segunda división, mientras trabajó en un banco como mensajero por tres años y después llegó a otra institución bancaria como analista de contracargo donde estuvo cinco años, hasta que lo despidieron y ahí decidió tomar un curso para entrenador en el 2008.
En sus planes no estaba ser entrenador porque desde pequeño miró a su papá Florencio, quien ganó tres títulos nacionales de primera división, y se dio cuenta que era muy complicado. “No me gustaba porque miraba el ambiente en la casa, mi papá traía los problemas de los 25 jugadores. De repente hasta celosos nos poníamos de ver que dejaba de atendernos por andar con el futbol, pero ahora de esto vivo desde hace 14 años”, explica Tyronne, de 45 años, quien aprendió a separar los problemas o situaciones que se viven día a día con un equipo de su ambiente familiar, y además disfruta su primer campeonato nacional en la Liga Primera, conquistado con el Diriangén el sábado en Diriamba.
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Los Leiva es el único caso de padre e hijo campeones nacionales en la historia del futbol nacional. “Desde hace tres semanas me encontraba a personas que me decían lo mismo, pero trataba de no pensar en eso para no desconcentrarme”, afirmó Tyronne, tras la final del sábado. “No tengo palabras. Este título es algo grande, porque es con el equipo más grande de Nicaragua en mi primera oportunidad como director técnico. Quiero agradecer a dos pilares importantes en mi carrera como entrenador: a mi padre, el pilar más fundamental, y a Flavio Da Silva que en los últimos tiempos se convirtió en mi instructor”, señaló.
Tyronne aseguró que se metió de entrenador por necesidad porque ganaba tres veces más de lo que ganaba en los bancos. Aprovechó los cursos que había en el 2008 para sacar sus licencias, en el 2009 asumió la juvenil especial del Ferretti, donde estuvo como entrenador y asistente del primer equipo con diferentes técnicos nacionales (Luis Díaz, Henry Urbina, Florencio Leiva) y extranjeros (el hondureño José Valladares, el tico Marvin Solano y el brasileño Flavio Da Silva), hasta que se salió de la institución en mayo de 2021.
Su gran inspiración y mentor ha sido su papá, quien desde el primer día le dio materiales y consejos para crecer como entrenador, sin embargo, señala que de todos con los que estuvo como asistente aprendió algo. “Valladares ponía gran disciplina, daba el ejemplo; de Flavio la forma de trabajar, igual que mi papá, porque no solo dependés de un sistema de juego. Flavio marca la diferencia en la forma de plantear los partidos y darle la importancia al jugador que se merece para que sea protagonista”, afirma Tyronne, quien dice que es de los técnicos que tratan de tener la posesión y proponer.
De momento no sabe qué será de su futuro. El Diriangén no le ha informado si contará con él para la próxima temporada, tampoco ha sido contactado por otros equipos. “Creo que todos ya están casi armados, pero tengo ganas de ser entrenador, sea un equipo de Liga de Ascenso o Juvenil”, afirma Tyronne, quien no presta atención a la gente que dice que no merece el título. “No tengo nada que demostrar a nadie. Tengo 14 años entrenando y hasta ahora me dieron la oportunidad. Lo estoy disfrutando y ahora solo quiero seguir dirigiendo”, sostiene.
Detalles claves
Florencio lleva toda su vida en el futbol. Jugó en la Liga Primera en diferentes clubes entre 1974 y 1983. Cuando se retiró dirigió varios equipos y fue campeón nacional en tres ocasiones. Entrenó a selecciones menores y mayores, y estuvo en la Federación de Futbol durante cuatro años como secretario general.
Tyronne conquistó el Clausura 2022, tras dirigir los últimos cinco partidos en los que registró tres victorias, un empate y una derrota. Su papá Florencio, quien fue jugador y técnico al mismo tiempo de 1980 a 1982, se coronó en la Liga Primera cuando entrenaba al América FC, que actualmente se encuentra en Liga de Ascenso. La primera estrella la consiguió como entrenador en la temporada 1985 de primera división y después repitió en el 1988 y 1990. Desde hace nueve años Florencio no dirige en el futbol nacional de primer nivel.
Existe solo un precedente de padre e hijo que dirigieron en la primera división, pero solo el primero fue campeón: Manuel “Catarro” Cuadra González se coronó con el Diriangén en 1969. Sus hijos Milton Cuadra Serrano entrenó al Diriangén en los años 90 y Manuel “Catarrito” Cuadra Serrano preparó a la UCA en el 1984, pero nunca levantaron un título nacional como hizo Tyronne para igualar a su padre.