La primera dama y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, habló este jueves 19 de mayo de la escasez de leche para bebés en Estados Unidos, en un discurso que intentó convencer a su audiencia de que Norteamérica no es el paraíso que creen. Pese a que hace diez días su exnuera y dos de sus nietas aterrizaron en ese país.
“Empiezan a agredir por todos lados y agreden a su propio pueblo, y dejan sin leche a los niños de su propio pueblo y empiezan a padecer lo que han pintado en otros países como carencias, descuidos, negligencias, precariedades que ellos mismos siembran”, manifestó la vicegobernante en su discurso habitual del mediodía, a través de los medios de comunicación oficialistas.
Murillo agregó que es “increíble ver los estantes vacíos en Estados Unidos” y luego dijo que “todavía hay quienes creen que Estados Unidos es el paraíso”. “Espejismos de espejismos”, añadió.
La escasez de leche de fórmula para bebés en Estados Unidos está afectando particularmente a las familias de bajos ingresos, después del retiro del mercado del fabricante de fórmulas Abbott, debido a preocupaciones por contaminación, según información publicada por los medios de comunicación estadounidenses.
Según los reportes mediáticos, el problema es el resultado de interrupciones en la cadena de suministro y un retiro del producto por seguridad, que ha tenido una cascada de efectos, entre estos, escasez de este producto en las tiendas y distribuidoras.
Contra los ricos
En otra parte de su discurso de hoy, Murillo descalificó a “los ricos”, lo que ya es habitual.
“El gran problema del ser humano cuando no enfrenta las grandes verdades es que nos creemos eternos. Uno dice cuando conoce gente que tiene millones, de millones, de millones, pero qué se va a llevar, ni siquiera tiempo para gastar lo que tiene, sin embargo, siguen queriendo más y más. La voracidad es un pecado capital, la gula es un pecado… pero nosotros estamos al lado de los que defienden la paz (…) Cómo es posible que ellos mismos se entierren los cuchillos, ellos, los ricos, creen ellos que son poderosos”, expresó Murillo.
Contradictoriamente, la familia Ortega-Murillo viaja en lujosos vehículos Mercedes Benz y su hijo más mediático, Laureano Ortega, es aficionado a los relojes Rolex, que pueden llegar a tener un costo de 40 mil dólares. También se sabe que cuando este hijo de Daniel Ortega estudió en Costa Rica manejaba un Porsche carrera 911, que puede costar entre 130 mil y 250 mil dólares, lo que lo acerca más a la riqueza que a la pobreza de la mayoría de los nicaragüenses.
En su comunicación de hoy, Murillo también repasó el acto que se realizó ayer por el 127 aniversario del natalicio del general Augusto C. Sandino, que le da nombre al partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
En estos discursos diarios, la vicepresidenta da reportes del tiempo, actividad sísmica, construcción de obras públicas a nivel nacional, de las cifras oficiales de covid-19, entre otros temas.