En el último año, muchos hogares nicaragüenses con bajos ingresos han tenido que hacer malabares para solventar los gastos que conllevan las constantes alzas en el precio de la canasta básica, los combustibles, el gas butano, la energía eléctrica y el agua potable.
Pero, en paralelo, mientras los servicios básicos suben, los salarios no lo hacen en la misma proporción, se mantienen estáticos, o incluso, disminuyen. Por ejemplo, el Banco Central de Nicaragua (BCN) revela que en enero de este año el salario real de los trabajadores que cotizan en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) se ubicaba en 4,669.1 córdobas y en enero de 2021 eran un total de 4,814.3 córdobas. Es decir hay una pérdida en la capacidad de compra de los cotizantes, pese a aumentos estrepitosos en los precios.
Además, en enero 2021 un trabajador del Estado podía contar con un salario real de 4,722.3 córdobas, pero este año descendió y se ubicó en 4,592.1 córdobas.
En el caso del salario real del empleo formal, que se obtiene una encuesta del Ministerio del Trabajo entre empresas más de 20 trabajadores y están afiliadas al INSS, este su ubicó en diciembre del año pasado en 4,106.6 córdobas, por debajo de los 4,384.3 córdobas en diciembre del 2020. Aún no se actualiza enero 2022.
El salario real es la capacidad de compra que tiene un trabajador con la cantidad de dinero que le queda cada mes, tras descontarse del salario nominal el impacto inflacionario, impuestos y cotizaciones.
La caída en el poder adquisitivo contrasta con la mejora que el salario promedio nacional experimenta este año con relación al 2021. En enero, el BCN indica que el salario promedio de los cotizantes se situó en 12,635.9 frente a los 12,099.5 córdobas el año pasado.
En tanto, el salario promedio de los trabajadores del Estado se situó en enero en 12,427.5 córdobas frente a los 11,868.4 córdobas en igual mes del año pasado.
Lo cierto es que el poder adquisitivo de los nicaragüenses se ha deteriorado porque la evolución de los salarios reales no ha estado acorde al rápido aumento en el precio de los alimentos y servicios básicos. Además, en el caso del salario mínimo, los ajustes que se han hecho han sido mínimos y menores a las tasas de inflación.
Canasta básica alcanza precio récord
El poder adquisitivo o capacidad de compra de un trabajador no compensan los estrepitosos incrementos en el precio de los alimentos y servicios básicos que han alcanzado récords históricos.
Tal es el alza de precios que golpea a los nicaragüenses que el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) informó que en enero la cesta familiar, de 53 productos, ascendió a 16,529.99 córdobas, es decir 1,578.58 córdobas más que lo reportado en el mismo mes de 2021 (14,951.41 córdobas).
Es decir, que si tomamos como referencia el salario real de los cotizantes del INSS en enero, se necesitarían tres salarios de 4,669.1 córdobas para acercarse al costo total de la cesta básica. Aunque especialistas han advertido, en declaraciones a LA PRENSA, que el valor de la canasta puede ser mayor a lo que reflejan las cifras oficiales. Además está diseñada para dos adultos, más cuatro menores de edad.
Alimentos más caros
Los datos del Inide indican que de los tres segmentos que conforman la canasta básica (alimento, vestuario y usos del hogar), el grupo de los 23 alimentos es el que más ha experimentado encarecimiento en sus precios, en concreto han aumentado 1,218.62 córdobas en el último año. Esta sección representa el 68.6 por ciento del total de la cesta.
Específicamente, en enero de 2021 el valor de estos productos totalizó 10,115.63 córdobas y en el mismo mes del corriente, la cifra ascendió a 11,334.25 córdobas, lo que significó un incremento del 12.04 por ciento.
En esta sección se encuentran los alimentos básicos, carnes, lácteos, huevos, cereales y perecederos. De estos segmentos, los que más bajaron su precio este año fueron el tomate, papas, chiltomas y el repollo
En paralelo, se incrementó el precio del arroz, frijol, azúcar, aceite, posta de res, posta de cerdo, chuleta de pescado, leche, huevos, queso seco, tortilla, pinolillo, pan, cebolla, ayote, plátano verde y naranjas.
Por ejemplo, en enero del año pasado usted podía adquirir un litro de aceite en 46.51 córdobas, pero, a inicios del corriente este monto rondaba los 68.67 córdobas. Lo mismo sucede con la libra de posta de res, pasó de comercializarse en 97.15 córdobas a ubicarse en 116.93 córdobas, según el monitoreo del Inide.
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La entidad también indica que el queso seco pasó de 81.58 córdobas la libra el año pasado a 96.44 córdobas este año.
Especialistas han explicado a este Diario que los nicaragüenses, con el fin de solventar los gastos de la canasta, han reducido la ingesta de alimentos y están adquiriendo productos de menor calidad, lo que trae consigo repercusiones en la salud de la persona.
Vestuario más costoso
Para los nicaragüenses cada vez es más caro vestirse. Los números oficiales indican que en el último año el precio de los productos que integran la división de vestuario de la canasta básica incrementó 4.3 por ciento.
En enero del año pasado una familia de seis personas —cuatro adultos y dos niños— necesitaba 1,741.63 córdobas mensuales para la compra de los 15 productos del grupo de vestuario, cifra que este año ascendió a 1,816.60 córdobas.
El reporte señala que las prendas con mayor incremento de precios son: pantalones jeans, camisas mangas cortas, calzoncillos, calzones o bikinis, calcetines, sostenes, trajes de niños, sandalias y zapatos de cuero sintético y los zapatos de cuero natural.
El 11.5 por ciento de los 53 productos de la canasta básica corresponden a la división de vestuario.
Gas butano impulsa el encarecimiento en usos del hogar
La sección de usos del hogar absorbe el 20.4 por ciento del costo total de la cesta. El año pasado se requerían 3,094.14 córdobas para solventar estos gastos, ahora el costo se posiciona en 3,379.14 córdobas, es decir, hubo un incremento equivalente al 9.2 por ciento.
Los productos que más aumentaron su precio en este año fueron: jabón de lavar ropa y de baño, pasta dental, escoba, papel higiénico, toallas sanitarias, desodorante y gas butano, usado en la mayoría de los hogares nicaragüenses para cocinar.
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Respecto al gas butano, hasta el 14 de febrero de 2021 se requerían 336.75 córdobas para adquirir el tanque de 25 libras, el más cotizado por la población, y hasta el 27 de febrero del corriente el costo se posicionaba en 436 córdobas, según datos del Instituto Nicaragüense de Energía (INE).
Cabe destacar que ese precio corresponde solo a Managua, en el interior del país el aumento es mayor. Por ejemplo, el mes pasado en Puerto Cabezas el precio del gas butano de 25 libras rondaba los 508.50 córdobas, ubicándose como el más caro en territorio nacional. En Bluefields, el mismo tanque costaba 489.50 córdobas y en San Carlos 470.50 córdobas.
Por otro lado, en febrero el cilindro de gas de 100 libras se cotizaba en 2,004 córdobas, es decir, registra un incremento del 29.3 por ciento con relación al año pasado, cuando se requerían 1,549.25 córdobas para solventar este gasto.
Mientras tanto, en el segundo mes del 2022 la presentación de 10 libras se estaba vendiendo en 180 córdobas, frente a los 140.25 córdobas reflejados en febrero de 2021. Eso equivale a una diferencia de 28.3 por ciento.
Es decir que en el último año el tanque de 25 libras ha subido 99.25 córdobas; el de 100 libras, que es de uso más industrial, acumula un alza de 454.7 córdobas, y el pequeño, de 10 libras, ha incrementado 39.7 córdobas.
“La presentación en cilindro de 100 libras incluye IVA; los cilindros de 25 y 10 libras están exentos. Los precios incluyen el costo de transporte a cada cabecera departamental”, se lee en el comunicado.
Tendencia alcista en precios de combustibles
Los nicaragüenses también deben lidiar con las constantes alzas en el valor de los combustibles. De hecho, en lo que va del 2022, se ha registrado ocho alzas y una baja en el precio de las gasolinas regular y súper, y nueve alzas en el precio del diésel. “Estas variaciones se deben a las fluctuaciones que presentan los precios de referencia internacional de estos productos” señala el Instituto Nicaragüense de Energía (INE).
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Los datos del INE indican que en la semana del 22 de marzo de 2021, la gasolina súper se encontraba en 38.21 córdobas por litro, la regular rondaba los 37.50 córdobas y el cotizado diésel se situaba en 31.39 córdobas.
En cambio, desde el 21 de marzo del corriente, en Managua la gasolina súper se mantiene en 45.80 córdobas el litro; la gasolina regular en 44.64 córdobas, y el diésel en 41.37 córdobas. Cabe mencionar que en el interior del país los precios son más altos debido a que se les incorpora el costo por distribución.
Si se comparan ambos periodos, los resultados arrojan que en el último año el valor de la gasolina súper registró un aumento de 7.59 córdobas por litro, la regular se encareció 7.14 córdobas y el alza del diésel fue de 9.98 córdobas. Esto sin incorporar el fuerte incremento previsto para este domingo 27 de marzo.
Evolución de la tarifa de energía eléctrica y agua potable
Los números oficiales también indican que en 2020 el metro cúbico de agua potable se cotizaba en 13.09 córdobas y en 2021 – último año que actualiza el BCN – este monto ascendió a 13.45 córdobas, lo que significa un incremento del 2.7 por ciento.
Además, lo acumulado en 2021 sigue siendo superior a lo que desembolsaron los nicaragüenses por cada metro cúbico en los últimos 27 años, según los datos del Banco Central.
Por otro lado, a diferencia del agua potable, el costo de la energía eléctrica en Nicaragua disminuyó con relación a 2020. En ese año, por cada kilovatio/hora un nicaragüense pagaba 7.49 córdobas en promedio, y posteriormente, en 2021, esta cifra descendió a 6.87 córdobas. La diferencia equivale al 8.2 por ciento.
En su sitio web, el máximo emisor bancario aclara que estos precios no incluyen subsidios, pero sí incorpora la tarifa de energía, comercialización, potencia, bajo factor de potencia y alumbrado público.
Patricia Rodríguez, consultora en temas energéticos y de hidrocarburos, explicó recientemente a LA PRENSA que Nicaragua cuenta con la energía eléctrica más cara de Centroamérica y una de las más costosas de América Latina. “Excepto para los consumidores hasta 150 kilovatios hora mes, que tienen un subsidio, aunque menor que los años anteriores, pero sigue siendo uno de los precios más baratos en residencial con ese consumo”.
“Pero recientemente Honduras aprobó que los consumidores hasta 150 kWhm no van a pagar energía eléctrica, entonces ya nos quitaron ese lugar, ahora sería Honduras el primero, pero de ahí el resto de consumidores residenciales y de los otros sectores pagamos la energía eléctrica más cara, e igual con la gasolina y el diésel, son de los más caros de la región”, indicó.
Cabe destacar que desde enero entró en vigencia la última etapa de reducción del subsidio eléctrico que el régimen de Daniel Ortega acordó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hace cuatro años, en el marco de un préstamo, lo que ha encarecido aún más la tarifa eléctrica a los consumidores nicaragüenses.