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¿Se agotaron las reservas de pensiones del INSS? Se revela enorme caída del fondo en medio de la pandemia

Solo en tres años de recesión, el INSS perdió en reservas técnicas 5,118 millones de córdobas respecto a lo que se tenía en el 2017, previo al estallido de la crisis sociopolítica en el 2018.

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Las reservas de pensiones del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) experimentaron en el 2020 una enorme caída, que lo dejaron al borde del agotamiento, según revela el anuario estadístico de ese año, que las autoridades de la entidad decidieron finalmente publicar esta semana, tras más de un año de retraso.

En el 2020, según el documento, las reservas técnicas de la entidad ascendieron a 273.24 millones de córdobas, por debajo de los 1,314 millones de córdobas observados en el 2019 y muy inferior a los 11,015 millones de córdobas en el 2014, el máximo que se registró desde que la entidad cayó en crisis financiera en el 2013 y desde entonces ha acumulado enormes déficits financieros.

Solo en tres años de recesión, el INSS perdió en reservas técnicas 5,118 millones de córdobas respecto a lo que se tenía en el 2017, previo al estallido de la crisis sociopolítica en el 2018. Ese año habían en reservas 5,391.9 millones de córdobas.

Aunque aún no está claro si las autoridades del INSS van a publicar el anuario del 2021, que reflejaría el estado de las reservas técnicas en ese año, un especialista cree que ya no hay dinero y esto explicaría por qué el año pasado se transfirieron a la entidad fondos provenientes de un préstamo del Fondo Monetario Internacional.

La entidad cerró el año pasado con un déficit global de 2,905.3 millones de córdobas, colocándose como el tercero más alto en nueve años de crisis de la entidad, según datos del Banco Central de Nicaragua. De esta manera, el hueco financiero global en este periodo acumulado ha sido de 19,924.2 millones de córdobas, lo que ha presionado las reservas de la institución.

Daniel Ortega recibió en 2007 —cuando asumió nuevamente el poder en Nicaragua— el sistema de Seguridad Social “sano” y con un superávit de más de mil millones de córdobas, sin embargo, los números oficiales indican que desde el 2013 se registra un déficit que no ha dejado de crecer con el paso de los años.

El déficit del instituto el año pasado es 1,345 por ciento más alto respecto a la de 2013, cuando la entidad cayó en crisis por primera vez con una necesidad financiera de 201.1 millones de córdobas.

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Cabe destacar que, en el periodo de referencia, el déficit más alto corresponde a 2018 (4,739.9 millones), seguido por 2020 (3,598.5 millones), y en tercer lugar se ubica 2021. Es decir que durante los últimos años el instituto ha gastado más de lo que percibe.

Su estado financiero ha empeorado, en parte como consecuencia de la mala administración e inversiones poco transparentes, pero además por la disminución de afiliados a raíz de la crisis sociopolítica que estalló en 2018 y por la pandemia de la covid-19, además de los problemas estructurales que agobian a la economía: como son los bajos salarios y la enorme informalidad del mercado laboral.

Por ejemplo, en enero de este año los registros administrativos del INSS reportaron a 780,241 trabajadores en su base de afiliados, sin embargo, los esfuerzos por incrementar la planilla aún parecen ser insuficientes. Según las estadísticas oficiales, entre enero de 2022 y diciembre de 2017, previo al estallido de la crisis sociopolítica, el INSS acumula una pérdida de 133,955 empleados.

¿INSS sin reservas?

Ante la crisis financiera que atraviesa la entidad, el Gobierno ha impulsado fallidas reformas, pero estas no han evitado que el hueco financiero siguiera expandiéndose, y en consecuencia, que sus reservas técnicas continuaran deteriorándose conforme avanzaban los años, según los anuarios estadísticos de la institución.  

Todos los estudios que se han hecho al INSS en décadas alertaban de la crisis actual. Economistas, proyecciones actuariales y del Fondo Monetario Internacional (FMI) estimaban que las reservas de efectivo se agotarían en 2018 o 2019, y que a partir del último año la entidad sería insolvente.

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Los anuarios estadísticos indican que en 2012 las reservas técnicas habían alcanzado los 10,848 millones de córdobas, situación que se revirtió a partir de 2013 cuando los superávits se comenzaron a convertir en déficit crecientes y las reservas a agotarse.

En detalle, en 2013 la entidad reportaba reservas por 9,169 millones de córdobas, frente a los 273.24 millones en 2020, el último año en que fue publicado el anuario. La caída equivale a un 97 por ciento.

Un experto en Seguridad Social, quien prefirió el anonimato por temor a represalias, considera que realmente desde 2018 el INSS ya no cuenta con reservas, pues la entidad no está recibiendo suficientes ingresos, y pudo ocupar el dinero para cubrir sus cada vez más altos déficits.

“Creo que en el 2018 ya no había reservas. Tengo la evaluación actuarial del 2012, en ese año las reservas eran mayores a los 10,000 millones de córdobas, y según el cálculo actuarial, esas reservas iban a durar 5 años, si no hacía nada para mejorar su situación. Entonces no se hizo nada más que gastarlo”, afirmó.

Siguiendo esta línea, sospecha que al régimen “no le conviene decir que no tiene dinero y no le conviene no pagar, entonces ellos están buscando alguna manera de cómo resolver el problema, tal vez por medio de algunas transferencias de Hacienda, del Gobierno al Seguro Social para poder pagar porque no hay dinero. Yo cada mes me sorprendo de que paguen”, agregó.

Evolución de los ingresos

Pero ¿cómo han evolucionado los principales indicadores de la entidad?, ¿por qué si sus ingresos han crecido fuerte, los gastos del INSS siguen siendo insostenibles?

En 2013, el primer año de crisis de la institución, los ingresos totalizaron 13,954.2 millones de córdobas y en 2021 esta cifra se ubicó en 34,322.8 millones, lo que significa que durante ese periodo la entidad ha registrado un aumento de 20,368.6 millones de córdobas (un aumento de 145.9 por ciento).

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Asimismo, si se suman los ingresos que ha obtenido la entidad desde 2013 hasta el año pasado, el monto asciende a 216,202.6 millones de córdobas, según los datos del máximo emisor bancario.

Cabe destacar que durante ese periodo los ingresos mostraron una tendencia de crecimiento sostenido y continuo, por lo que hasta el momento los ingresos más altos que ha conseguido la entidad se registran en 2021 y el monto más bajo corresponde a 2013.

Los ingresos totales se dividen en “contribuciones sociales” que son las realizadas por trabajadores y empresas, y en “otros ingresos”, donde se reflejan las ganancias en cuanto a inversiones.

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En detalle, en 2013 la entidad recibió 12,805.5 millones de córdobas por contribuciones sociales, frente a los 32,054.3 millones totalizados en 2021, lo que se traduce como un incremento del 150.3 por ciento. Existe una diferencia monetaria de 19,248.8 millones entre ambos periodos.

Por otro lado, en el caso de otros ingresos, estos pasaron de 1,148.7 millones de córdobas en 2013 a 2,268.5 millones en 2021, es decir, que en casi diez años hubo un incremento de apenas 1,119.8 millones de córdobas. Aunque en este caso, cabe mencionar que hasta estos últimos dos años ha habido una mejora, porque durante gran parte del periodo estos ingresos cayeron drásticamente.

Gastos operativos crecen en 171.2 por ciento

Pero así como suben los ingresos, también hay un significativo incremento en los gastos operativos de la entidad, mismos que son insostenibles por los bajos ingresos que recibe. Por ejemplo, en 2013 estos se contabilizaban en 13,494.6 millones de córdobas y hasta 2021 este monto ya se encontraba en 36,609.9 millones, es decir, hubo un aumento de 23,115.3 millones durante ese periodo.

El gasto se engrosa más si se agrega lo destinado para la adquisición de activos no financieros, lo que reflejaría que no ha habido margen para que las autoridades del INSS apuntalen las reservas técnicas de la entidad, que son claves para garantizar el cumplimiento de las obligaciones de la entidad con los cotizantes y pensionados en el futuro.

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En el campo de los gastos operativos, ¿cuáles han sido las variantes más afectadas? Específicamente, las “remuneraciones a empleados” totalizaron 874.9 millones de córdobas en 2013 y en 2021 esta cifra se ubicó en 1,874.8 millones, según las estadísticas del BCN.

En cuanto a la “compra de bienes y servicios”, que engloba la atención brindada a través de clínicas, la compra de insumos, medicinas, entre otras cosas, en 2021 el INSS gastó 11,245.5 millones de córdobas, frente a los 4,706.4 millones de 2013. Es decir ha habido un aumento sustancial, explicado en parte —según han dicho especialistas— por el proceso de envejecimiento de la población, que ha ocasionado un desajuste en la relación cotizantes y pensionados, es cada vez más creciente este último grupo poblacional.

Mientras, en las “prestaciones sociales”, que incluyen las pensiones que otorga el Seguro Social, el gasto pasó de 7,901.9 millones de córdobas en 2013, a 23,461.6 millones el año pasado.

El Gobierno proyecta para este año que el INSS complete un nuevo ciclo de crisis en sus finanzas con un déficit de 3,603.6 millones de córdobas al finalizar el 2022. Se estima que los ingresos totalicen 35,530.6 millones de córdobas y los gastos ronden los 39,134.2 millones de córdobas.

¿Se avecinaría una reforma?

Sobre la probabilidad de hacer reformas este o el siguiente año, el especialista en Seguridad Social sostuvo que no es posible llevarlas a cabo, pues serían para “castigar más al asegurado”.

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“¿Qué pasaría si de pronto le cobran el doble de lo que le están cobrando a cada trabajador? Y de pronto dicen ´ahora le vamos a dar la mitad de las pensiones a los pensionados´, eso no va a pasar nunca, porque creo que todos los viejos saldríamos a la calle a reclamar. No hay manera, no veo una reforma positiva, porque cualquiera estaría encaminada a apretarle la faja al trabajador”, recalcó.

A su criterio, la única medida que se puede implementar es que a las nuevas personas que ingresen al Seguro Social se les pase a cuentas individuales.

“Es como que te abran una cuenta de ahorro en el banco, con la condición de que no lo vas a tocar hasta que llegués a tu edad de retiro y en el banco van poniendo tu aportación y la del patrón y del Estado y al final, cuando llegués a los 60 años van a ver cuánto tenés y eso es lo que te vas a llevar. Entonces ahí no hay problema porque el Seguro no tiene nada que ver, solo va a administrar que tu dinero se esté guardando, se esté invirtiendo bien. Esa es la cuenta individual”, ejemplificó.

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Asimismo, expresó que esa es la única reforma que mira posible, “pero que no sea para todas las personas, sino para ciertos grupos de edades, que comience a hacerse y que el Estado siga pagándole a los demás la cuenta que tiene pendiente”, enfatizó.

Se necesita un cambio de sistema

El especialista indicó que la única forma de “salvar” al INSS es que en Nicaragua se cambie de sistema y prevalezca el Estado de derecho. “Esto para que pueda haber inversión nacional y extranjera y así poder captar más empresas, más trabajadores y que en lugar de los 700,000 asegurados, que tengamos millón y medio. De lo contrario no se puede hacer nada”, sostuvo.

“La situación mundial, debido a la invasión de Rusia a Ucrania, también nos está afectando. Los costos de todo lo que se mueve en el país han subido, la gasolina subió increíblemente este domingo, ya subió el gas y toda la canasta básica se va a disparar, entonces vamos a tener más problemas, las pensiones y el poder adquisitivo se van a reducir. Vamos a tener menos plata para pagar y para poder comprar”, concluyó.

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