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La Virgen sigue llorando

Hace dos años mencioné en Confidencial que la Virgen estaba llorando en la Purísima del 2019, ya que “como madre de todos los nicaragüenses sufría por lo que estábamos pasando y principalmente por las madres que como ella han padecido el dolor de un hijo muerto y abusado “siendo en nuestro caso por orden de los salvajes que reaparecieron y nuevamente nos gobiernan desde el 2007. 

Pero también mencionaba “que los nicaragüenses pronto saldríamos de este calvario y que en la próxima Purísima la Virgen tendría una sonrisa en un ojo que mitigaría el dolor del otro ojo, porque el pasado no se olvida y le seguirá doliendo.

Desafortunadamente me equivoqué de plano y la Virgen no solo sigue llorando en sus dos ojos sino que sus lágrimas son cada día más profundas y tristes. 

Las madres nicaragüenses con hijos presos o perseguidos por sus convicciones políticas han aumentado. Los nicaragüenses ya no podemos hablar sin temor y muchos nos callamos. Nunca sabemos cuando van a invadir nuestras casas, o cuando nos detendrán en la calle o en las carreteras, o cuando nos meterán presos. La desesperación hace que muchos partan hacia los EE. UU. en una horrible y vergonzosa odisea como hace poco reportó vivamente Confidencial, o a Costa Rica. 

Los salvajes nos han convertido en un país triste, callado, reprimido y cada día más pobre.  Como el Hiperion de la mitología griega conocemos la realidad y la verdad pero en nuestro caso no nos sirve de nada ya que no tenemos libertad. 

En una farsa llena de mentiras e hipocresía, los presos políticos han aumentado y en lo personal me duele que varios amigos estén presos o con casa o país por cárcel siendo su “crimen” querer una Nicaragua más justa, democrática, próspera y con buenas instituciones que garanticen las libertades individuales dadas por Dios y eviten los abusos. 

Estamos en manos de unos salvajes y por eso la Virgen sigue llorando. 

Pero mantengo la esperanza de que la Purísima del próximo año 2022 será mejor y sin presos ni perseguidos por sus convicciones políticas. La Virgen llorará menos ya que para entonces los salvajes se habrán ido contra su gusto pero pacíficamente. Digo llorará menos porque como Madre siempre estará triste ya que el pasado no se puede borrar, ni los muertos pueden resucitar, ni las heridas de la cárcel pueden sanar. 

Ojalá no me equivoque nuevamente y Nicaragua pronto sea republica 

El autor es bachiller del colegio Centroamérica de Granada

Opinión
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