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Nicaragua, un país sin información de salud, en el segundo año de la pandemia de la covid-19

El Mapa Nacional de Salud está desactualizado, como si este año no se hubiera reportado ninguna enfermedad, muerte o epidemia en Nicaragua

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ya acostumbraba ocultar y manipular cifras e informes con información estadística del ámbito social y económico, después de la rebelión cívica de abril de 2018.

Los resultados negativos en indicadores económicos, como el empleo formal, la inversión, el turismo, el consumo y las importaciones, obligaron por mucho tiempo al régimen a ocultar informes del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), la Canasta básica, Comercio Exterior, entre otros.

La llegada de la pandemia de la covid-19, en marzo de 2020, provocó que un sector más del país se quedara sin información estadística de utilidad, el de la salud. El régimen no solo decidió ocultar información sobre la incidencia del nuevo coronavirus en el país, sino que, de acuerdo con voces médicas independientes, manipuló la información correspondiente a la situación de la pandemia y de otros padecimientos del país.

Actualmente, el régimen brinda información “que no es creíble” sobre la situación de la covid-19 en Nicaragua, como la cifra de muertes por la enfermedad, congelada en una por semana durante todo el año; y oculta la información de todo los temas relacionados con el sector salud. En los once meses que van de 2021, las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) no han actualizado el llamado Mapa Nacional de Salud, lo que, a criterio de los especialistas independientes, se hace para ocultar el verdadero impacto de la pandemia.

¿Qué oculta el Minsa?

El Mapa Nacional de Salud es un sitio web administrado por el Minsa, que no tiene un periodo establecido para su actualización, pero, antes de que apareciera la covid-19, solía hacerlo cada tres o cuatro meses.

El sitio web contiene información sobre las enfermedades crónicas que padecen los nicaragüenses, las causas de hospitalización en el país, las causas de muertes en general, los tipos de tumores malignos que padece la población, la situación del VIH en el país, la situación de las enfermedades epidémicas e infecciosas y la inmunización (vacunas) de varias enfermedades. Pero todo eso está desactualizado, como si este año no se hubiera reportado ninguna enfermedad, muerte o epidemia en Nicaragua.

Durante todo el año, el Minsa solo ha reportado 46 muertes por la covid-19 (una semanalmente), contrario al informe del Observatorio Ciudadano Covid-19 Nicaragua, que ha reportado al menos 3,080 muertes sospechosas de esta enfermedad en lo que va de 2021.

El Minsa no ha aclarado en todo el año cuáles son las causas de esa cantidad de muertes que reporta el organismo independiente. Si no son causadas por la covid-19, ¿a qué enfermedades se les atribuirán? ¿O tienen razón los médicos independientes cuando afirman que en tiempos de pandemia todo incremento en la mortalidad, fuera de la tendencia histórica, es consecuencia de esa enfermedad?

El Mapa Nacional de la Salud en Nicaragua se quedó estancado en 2020. Su actualización, antes de la pandemia, era cuatrimestral. LA PRENSA/Captura de pantalla.

¿Qué pasó en el 2020?

Según médicos independientes, los datos de muertes de la mayoría de enfermedades del Mapa de Salud de 2020 fueron manipulados para ocultar el verdadero impacto de la covid-19 en el territorio nacional.

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Hay evidencia, por ejemplo, en el comportamiento de la neumonía. Las cifras publicadas por el Minsa revelaron que el número de fallecidos aumentó en 2020 un 427.6 por ciento en relación con 2019. Otras enfermedades también acumularon un alza significativa de decesos, fuera de la tendencia histórica de muertes del país.

Este fenómeno alertó a los especialistas en el tema, quienes adujeron que gran parte del exceso de esas muertes eran atribuibles a la covid-19 y esa era una manera de desvincular esos fallecimientos al impacto que estaba ocasionando la pandemia en Nicaragua, después que el régimen minimizó su peligrosidad.

Ana Quirós, especialista en temas de salud y exdirectora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), dijo recientemente a LA PRENSA que las cifras publicadas por la entidad no son confiables.

“Al no haber información confiable, la población no sabe cuáles son los problemas que está enfrentando y sobre todo el personal de salud”, lamentó en esa ocasión Quirós, quien fue expulsada del país por el régimen.

Foto: LA PRENSA

Un salubrista del país e integrante del Comité Científico Multidisciplinario explicó a finales de octubre del año pasado que las estadísticas mostraban ese incremento de muertes en todas las enfermedades. También indicó que, en tiempos de epidemias o pandemias, mientras no se demuestre lo contrario, todo aumento en la mortalidad se atribuye a la enfermedad que está afectando a la población.

Es decir que, según el galeno, en estos dos años cualquier incremento en la mortalidad del país tendría que ser atribuida a la covid-19.

Mayor índice de mortalidad

En el 2020, las cifras del Mapa Nacional de Salud mostraron un incremento exponencial de muertes en Nicaragua. Ese año se llegó a totalizar 31,911 personas fallecidas, 6,573 más en comparación con el 2019, cuando se contabilizaron 25,338 decesos.

Según el Mapa, la primera causa de fallecimiento en el país fue el infarto agudo del miocardio, un padecimiento que provocó la muerte de 3,097 nicaragüense en 2019, y de 5,174 personas en 2020. Este año no se sabe cuántas personas han muerto por esa causa.

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En segundo lugar, se posicionó la diabetes mellitus, una enfermedad que cobró la vida de 2,253 personas en 2019, y provocó 4,132 decesos el siguiente año. Pero tampoco se han divulgado las cifras de este año, cuando el Mapa de Salud dejó de actualizarse.

En tercer puesto se encuentran los tumores malignos, que acabaron con la vida de 2,771 personas en 2019 y de 3,070 nicaragüenses en 2020.

Desde que se estableció la pandemia en Nicaragua, familiares de fallecidos con síntomas atribuibles al virus denunciaron que las autoridades de salud les extendieron epicrisis en las que se hacía contar que la causa del deceso había sido por “neumonía atípica”.

Por otro lado, los números oficiales revelaron que en 2020 la neumonía cobró la vida de 2,844 personas, 2,305 muertes más que las registradas en 2019 (539). En ese periodo, esta enfermedad respiratoria pasó de ser la novena, a la cuarta causa de muerte en el país.

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A criterio de Quirós, la falta de actualización del Mapa Nacional de Salud y de los boletines epidemiológicos del país responde a la política de secretismo y de ocultamiento de información que mantiene Ortega desde que llegó al poder en 2007.

Minsa ocultó información sobre presencia de nuevas variantes

Los nicaragüenses supieron que en el territorio nacional circulan las cuatro variantes de preocupación del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19, hasta el pasado 17 de noviembre, por boca de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Según el informe semanal del Observatorio Ciudadano, el Minsa pudo haber conocido esa información “mucho más temprano de lo que conocemos”. El Observatorio se basa en la información de un estudio que se llevó a cabo en el país, que revela que “una gran ola pandémica inicial ocurrió entre marzo y agosto de 2020, seguida de otra gran segunda ola de abril a octubre de 2021, consistiendo predominantemente de las variantes gamma y delta”.

Ese estudio fue aprobado por los comités respectivos del Ministerio de Salud de Nicaragua y la Universidad de Michigan, de Estados Unidos, refiere el artículo científico “An immune correlate of SARS-COV-2 infections and severity of reinfections”, que cita el Observatorio en su informe divulgado este viernes.

¿Cuándo conoció el Minsa estos resultados? ¿Por qué no se dio a conocer esta información con oportunidad? Se pregunta el Observatorio.

“La mejor manera de frenar la aparición de variantes es tomar medidas para reducir la transmisión. Nicaragua hace pública esta información después de la ola de casos y muertes por covid-19 que se vivió en septiembre y octubre pasados. De esta manera, queda en evidencia que las autoridades nacionales permitieron, una vez más, que la ciudadanía se enfrentara a esta crisis sanitaria sin la información adecuada para conocer el riesgo al que estaba expuesta y para tomar medidas para proteger la salud y la vida”, señaló el organismo.

Archivo/LA PRENSA

El epidemiólogo Leonel Argüello comentó recientemente a este Diario que la ausencia de información por parte del Minsa disminuye la alerta en la población y, por lo tanto, la adopción de medidas de prevención efectivas y pertinentes.

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El ocultamiento de esa información incumple con las normas internacionales, puesto que la transparencia de la información pública es un requisito que organismos multilaterales exigen para poder desembolsar recursos a un Gobierno.

Por ejemplo, el Banco Centroamericano de la Integración Económica (BCIE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han brindado donaciones y préstamos por razones humanitarias a Nicaragua y han sido insistentes en la transparencia sobre el uso de estos recursos.

Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han donado al Minsa insumos médicos, hisopos y kits para el procesamiento de pruebas para el diagnóstico de la enfermedad.

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