En el colegio Sagrado Corazón de Jesús, de Jinotega, estaban acostumbrados a la alegría, la risa, los bailes y la amistosidad del niño Diego Austin Pérez Herrera, quien a sus 7 años de edad está en segundo grado. “Es el más alegre del salón, el que más platica”, dice sobre el niño su profesora Tatiana Rivas.
Pero desde febrero de este año 2021 la vida de Diego empezó a cambiar. Comenzó a sentir unos fuertes dolores en las articulaciones, especialmente en las rodillas y empezaron también fiebres de 40 grados que no bajaban.
En la escuela —cuenta la profesora Tatiana—, el niño comenzó a estar triste, como depresivo. “Caminaba con dificultad, en el recreo permanecía sentado. Ya no jugaba, no reía. A veces lo teníamos que sacar de clases y llevarlo a su casa porque los dolores eran insoportables. Teníamos que estar pendientes de él”, explica la maestra.
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La madre del niño, Ivania Herrera, lo llevó a consultas médicas, pero solo le decían que eran “dolores de crecimiento” y también le hablaron de artralgia, dolor en las articulaciones. A Diego le daban medicamentos que lo aliviaban unos días, pero luego volvían los dolores y las fiebres.
El diagnóstico
El 2 de septiembre pasado al niño lo transfirieron a Managua, donde mediante varios exámenes le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda, un cáncer en la sangre y la médula ósea.
Al niño le han estado aplicando quimioterapias, pero el pasado miércoles convulsionó tres veces. Su salud se deteriora cada día y ha estado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital La Mascota. Mañana se sabrá, por medio de los resultados de una tomografía, qué causó las convulsiones.
Diego solo vive con su mamá, Ivania Herrera, quien es ama de casa y está en Managua desde hace más de un mes, sorteando todo tipo de dificultades, especialmente económicas.
Como la salud de Diego se deteriora, algunos médicos le aconsejaron a la mamá que lleve al niño a un hospital de Miami, el St. Jude Children’s Research Hospital, donde son especialistas en cáncer en infantes. Es eso o no se sabe qué pasará con el niño.
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La profesora Tatiana, con el permiso de la mamá, inició una colecta en redes sociales para ver si se puede llevar a Diego a Miami. La maestra señala que también necesitan enlaces con organismos o personas que puedan ayudar al niño a ir a ese hospital. Para ayudar a Diego, puede contactar a Adriana Zamorán Rizo al número +505 5843 4963 o bien hacer su aporte directo en las cuentas BAC dólares: 366335610, y en córdobas: 354715336.
“Es el niño más alegre del salón, queremos que recupere su sonrisa”, termina diciendo la profesora. El próximo viernes habrá un hablatón en el parque central de Jinotega para recoger fondos y ayudar a la mamá con los gastos y con el probable viaje de Diego a Miami.
