El consumo nacional del combustible y agua potable en Nicaragua ha registrado un aumento en sus números, en comparación con el mismo lapso del año pasado, lo que podría coincidir con la recuperación económica de la que habla el gobierno de Ortega, pero en el caso de la energía eléctrica la realidad es otra.
Los datos reflejados en el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) indican que hasta abril de este año la economía exhibe una recuperación al experimentar una expansión de 5.9 por ciento, acorde al pronóstico inicial que hicieron las autoridades monetarias de que este 2021 habría un crecimiento económico de entre 2.5 y 3.5 por ciento.
Y pese a que los números muestran una recuperación de las actividades económicas, eso no se ve reflejado en el consumo de energía eléctrica, aunque sí en la demanda de combustibles, agua y gas licuado, este último ligado a la demanda de los hogares e industrias.
Hasta marzo de este año, el consumo nacional de gasolina experimenta un crecimiento del 6.15 por ciento, al pasar de 744,000 barriles en los primeros tres meses de 2020 a 789,800 barriles, esto a pesar que el carburante acumula más de 20 semanas de alzas en la primera mitad de este año y que se viene arrastrando desde noviembre del año pasado.
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En el caso del diésel, el carburante de mayor consumo en el país, en el primer trimestre de 2021 se reflejó un consumo de 1.25 millones de barriles, frente a los 1.15 millones de barriles consumidos en el mismo periodo del año pasado. Es decir, una diferencia equivalente al 8.59 por ciento.
Según datos del Instituto Nicaragüense de Electricidad (INE), sin incorporar los cambios de este fin de semana, indican que hasta la vigésima quinta semana del 2021, “se han registrado veinte alzas y cinco bajas en la gasolina regular; veintiún alzas y cuatro bajas en la gasolina súper, y dieciocho alzas y siete bajas en el diésel, debido a las fluctuaciones en los precios de referencia internacional de estos productos”.
Al respecto, el presidente del Instituto de Defensa de los Consumidores (Indec), Marvin Pomares, dijo a LA PRENSA que han recibido denuncias de los consumidores respecto a las alzas de precios de los combustibles y gas de cocina, lo que provoca una disminución del poder adquisitivo de los nicaragüenses.
“La gente menciona que cuando llegan a las bombas en las gasolineras dicen que les están echando menos (combustible). Nosotros creemos que esto no es política de los dueños de las gasolineras, en muchas de las ocasiones pueden ser los bomberos que están ahí echando el combustible y son los que están haciendo la trampa”, dijo.
También, Pomares señaló que los consumidores se estaban quejando por el alto costo del gas licuado del petróleo. “En algunas distribuidoras la persona lleva un tanque de una marca y si solicita otra marca, le dicen que eso cuesta 50 córdobas, cuando realmente no tiene ningún costo. El otro problema con el que están lidiando es que si lleva un tanque que está abollado, no se lo agarran, pero si va a comprar uno y si en ese lugar se lo dan abollado, tiene que agarrarlo. Eso no es correcto”.
Al respecto, los datos del Banco Central de Nicaragua muestran que en los primeros tres meses de este año hay un consumo de 407,100 barriles de gas licuado, un 5.85 por ciento más que en igual periodo de 2020, cuando la cifra se situó en 384 mil barriles. Es decir que pese al fuerte encarecimiento de este producto, la demanda sigue creciendo en medio de la recuperación de la economía.
En el caso del consumo de combustibles, los números señalan que lo que se ha demandado en los primeros tres meses del año está por encima inclusive de lo que se consumió en igual periodo de 2017, es decir previo al estallido de la crisis sociopolítica en Nicaragua.
Consumo de energía eléctrica disminuye
Generalmente cuando los precios suelen subir, la demanda tiende a bajar, precisamente porque los consumidores aplican medidas de ahorro para mitigar el impacto en su poder adquisitivo de estas alzas.
Pero a diferencia de los combustibles, la demanda de energía eléctrica no ha sido positiva, pese a que este año se aplicó una reducción tarifaria que rozó el 15 por ciento. Por ejemplo, en el caso del consumo de energía eléctrica en residenciales presentó una disminución del 3.85 por ciento, al pasar de 303,500 megavatios por hora en los primeros tres meses de 2020 a 291,800 megavatios/hora en el mismo lapso de 2021.
Los datos del máximo emisor bancario también muestran que en relación con el bloque comercial, este reflejó que hasta marzo de este año se habían consumido 185,800 megavatios por hora, cifra inferior a la registrada en igual periodo de 2020 (201,800 megavatios hora). La diferencia equivale a una reducción del 7.92 por ciento.
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En el caso del bloque industrial, este también registró una disminución de consumo equivalente al 2.05 por ciento, puesto que en el primer trimestre de 2021 (190,700 megavatios hora), se consumió menos que en igual lapso del año pasado (194,700 megavatios hora).
Mientras, la energía utilizada para irrigación este año se mantiene con una reducción en su consumo equivalente al 6.35 por ciento, al totalizar 42,700 megavatios por hora, frente a los 45,600 registrados en los primeros meses de 2020.
Por otro lado, el bloque de bombeo señala que este, al igual que los anteriores, registró una baja en su consumo (8.10 por ciento), debido a que en 2020 se utilizaron 3,700 megavatios hora y este año se han consumido 3,400 megavatios.
Por su parte, el consumo de energía en alumbrado público registró un aumento del 0.62 por ciento, al pasar de 32,200 megavatios hora en los primeros tres meses de 2020, a 32,400 megavatios en igual lapso de este año.
Si se compara el acumulado hasta marzo de este año, la demanda aún está por debajo de los niveles vistos en el 2017, es decir antes de la crisis política y tres años de recesión.
Aumenta consumo de agua
A diferencia de la energía eléctrica, el consumo de agua potable en Nicaragua aumentó con relación a 2020, según las cifras reflejadas en el sitio web del BCN.
El consumo de este servicio básico en residenciales presentó un crecimiento del 1.39 por ciento, luego de registrar el uso de 40.28 millones de metros cúbicos de agua en el primer trimestre de 2021, frente a los 39.73 millones de metros cúbicos en el mismo lapso de 2020.
En el mismo periodo de referencia, el bloque comercial también registró un aumento del 4.46 por ciento en 2021 (5.15 millones de metros cúbicos), mientras en 2020 esta cifra se ubicó en 4.93 millones de metros cúbicos.
Por su parte, el bloque industrial pasó de 150,300 metros cúbicos en 2020 a 159,300 metros cúbicos de agua potable en 2021. La diferencia equivale al 6.2 por ciento.
Los datos también señalan que en el primer cuatrimestre de este año el Gobierno ha consumido 11.8 por ciento más de agua potable, es decir 2.95 millones de metros cúbicos, cifra superior a la registrada en 2020 (2.64 millones de metros cúbicos).
BCN: hay más generación de energía
Hasta abril, el Índice Mensual de la actividad de energía y agua aumentó 3.9 por ciento (1.8 por ciento en el acumulado enero-abril). “La generación de energía eléctrica creció 3.8 por ciento, debido a la mayor producción de energía de origen hidroeléctrico, térmico, solar, sistema aislado y eólico”.
Por su parte, el suministro de agua, alcantarillado, gestión de desechos y actividades de saneamiento mostró una variación de 3.3 por ciento, debido a incrementos en la red de distribución domiciliar de agua potable y de alcantarillado sanitario.