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En Nicaragua, el primero de abril del 2006, entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de Norte América. Este sería un acuerdo para beneficiar a los sectores productivos de la región, para que tuvieran la oportunidad de modernizarse y ser parte importante del crecimiento económico regional.
Pero había una cláusula en el acuerdo del DR-Cafta que los productores de Nicaragua y el resto de la región no debían olvidar ni perder de vista: varios productos de Estados Unidos perderían en el tiempo gradualmente el pago de arancel para ingresar a los mercados centroamericanos libres de impuestos y por tanto era urgente que los productores locales se prepararan para competir con precios más baratos.
Así es como varios productos ahora están llegando desde Estados Unidos libre de arancel, es decir no están pagando impuestos al ingresar a Nicaragua y uno de ellos es el maíz amarillo, que comenzó su proceso de reducción de arancel a partir del quinto año de entrada en vigencia el DR-Cafta, con un arancel original del 15 por ciento y que hasta el 2015 estaba en 10.1 por ciento. Sería en el 2020 que el arancel sería cero.
La entrada libre de gravamen para el maíz amarillo ha sido la pesadilla de los productores de sorgo, porque esta semilla entra a un precio por quintal de 11 dólares, mientras que producir un quintal de sorgo ronda los 12.5 dólares, lo que no deja margen para vender el grano local a un precio más bajo que el maíz traído de EE. UU., explicó Francisco Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Sorgo (Anprosor).
Eso hace que los grandes compradores nacionales como ganaderos, porcicultores y las avícolas se inclinen por el producto más barato, es decir el maíz amarillo, lo que deja en posición de desventaja a los sogueros nicaragüenses.
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Para los productores de sorgo se hace imposible competir con esos precios y no es una alternativa comenzar a cosechar maíz amarillo para ganarle a las importaciones porque en Nicaragua no hay subsidios para los productores, tampoco los impuestos ayudan, lamenta Vargas.
“Los productores en Europa y Estados Unidos reciben más de un 30 por ciento de costos de producción en subsidios, nosotros no recibimos ninguna clase de subsidio y este año el gobierno implementó tasas de impuestos a los insumos y eso encarece más el producto. No podemos ser competitivos bajo ese esquema de mercado internacional que imponen los países ricos, quienes financian fuertemente a sus productores para tener ventajas en los mercados”, sostuvo.
El trabajo que no hicieron antes
La alternativa es encontrar nuevos nichos de mercados, pero para eso se necesita hacer trabajo de mercadeo y tener financiamiento. De hecho la banca no está financiando a los sorgueros porque como los cálculos del costo beneficio da negativo ante el banco, entonces simplemente el banco no libera dinero para sorgo.
Migrar al cultivo de arroz, caña o maní son las alternativas inmediatas que han encontrado los productores de sorgo ante la desgravación del maíz amarillo para importar en Nicaragua.
“El azúcar aún está protegido en el mercado centroamericano por lo tanto aún este rubro les deja comercializar a un precio preferencial en el mercado nacional y no los deja en desventaja como a los productores de sorgo”, expuso el directivo de Anprosor, tras agregar que esa protección como la que tiene el azúcar no la pudo adquirir nunca el cultivo al cual ellos se dedican.
Lo que hizo falta para que el sorgo no quedara desprotegido ante la llegada libre de impuestos del maíz amarillo, fue voluntad política de los distintos gobiernos que estuvieron desde que inició el DR-Cafta hasta que se instituyó, a criterio del productor. “Nosotros siempre propusimos al Ministerio de Fomento Industria y Comercio (Mific) crear un impuesto, un beneficio como salvaguarda para la industria sorguera, pero la realidad es que ninguno de los ministros escuchó tal petición y eso mismo le ocurrirá a los productores de carne de pollo”, enfatizó.
Aduce que para la industria del pollo la desventaja no es tanta porque estos son un sector muy desarrollado y están en un campo en el cual pueden desarrollarse y ponerse a nivel de los productores internacionales, un mercado externo que aún no llegan porque toda la producción sigue siendo dirigida al consumo local.
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“En agricultura, por la situaciones y circunstancias del clima, que no son precisas, puede haber sequía o huracanes y esto ya crea problemas en los rendimientos y hay casos donde no se saca nada de lo sembrado, en cambio las industrias como el pollo están bajo techo y preservadas de todos los factores externos climáticos por ende no tienen problemas”, destacó.
Este año los productores de sorgo industrial sembraron tarde y eso les permitió no ser víctimas de las inclemencias de la naturaleza (Eta e Iota, huracanes de este 2020), en medio de la tragedia que viven con el maíz amarillo libre de arancel traído de Estados Unidos.
Vargas reconoce que parte del problema en la agricultura es la falta de tecnología aplicada. “Hay organismos en el Estado que deberían encargarse de conseguir tecnología accesible para el sector agropecuario tales como el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) o el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), es decir, crear o investigar tecnología que se aplique aquí, lo que pasa es que este es un tema costoso y las migraciones de tecnologías tampoco son baratas”, aseveró.
Hasta ahora Anprosor cuenta con 80 productores asociados, todos ellos con miras al mercado ganadero y las avícolas. Esto significa que los productores venden el grano y se quedan con el rastrojo para el alimento de su ganado.
El expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri descarta que lo que está sucediendo con la desgravación del maíz amarillo pueda ser algo que ocurrirá con otros productos nacionales.
“No considero que eso vaya a suceder con otros rubros. La situación del maíz amarillo es un caso singular por la particularidad que este producto es el único componente de alimentos balanceados de aves y otros animales domésticos. Esto es lo que hace que se dé un efecto de sustitución.”, dijo Aguerri
Al igual que Vargas, el expresidente de Cosep también aduce que productos amenazados con el DR-Cafta podrían ser el muslo y pierna de pollo. “Pero en este caso es distinto al anterior porque aquí el tema es de precios y el producto producido en el extranjero podría competir con el producido a nivel nacional. Aquí cabe destacar el importante trabajo, acciones e inversiones que la industria avícola ha desarrollado para estar lista para enfrentar esta situación”, señaló.
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Abogar por el sorgo sería “una disputa larga y agria”
Todo el que desee importar maíz amarillo solo tendrá que llenar la solicitud emitida por el Mific amparado en el Tratado de Libre Comercio.
Pese a las dificultades, el sector no se da por vencido. Este año la producción de sorgo industrial será de 120,000 quintales. Cabe destacar que existe producción de sorgo que es para el consumo propio, no significa que a nivel nacional solo se esperen esos 120,000 quintales antes mencionados. “Yo siembro, pero lo uso para consumo propio de mis animales, entonces no lo vendo”, precisó Vargas.
La petición de los productores de sorgos está lejos de los oídos de las autoridades gubernamentales, así lo dijo el representante de Anprosor. “No veo un Gobierno que esté dispuesto a abogar por nosotros porque se tienen que meter en una disputa larga y agria con la Organización Mundial de Comercio dado que existe un contrato firmado, y nadie va a ir a pelear y menos un país pequeño como este contra Estados Unidos”, alegó.
Un reclamo contra las desventajas que crea el TLC solo se puede esperar de países grandes como Brasil, asume Vargas. “Brasil le ganó a la OMC un pleito, pero eso no es de país pequeño. Como centroamericanos debíamos haber hecho un convenio nuestro, eso es lo que luce. Lo que ocurre es que el poder del dinero se impone en esto, los salvadoreños vienen y compran producción local y la exportan ellos como producción nacional”, observó. A juicio del productor de sorgo en Nicaragua nunca se reguló el mercado centroamericano.
No descarta que existen alternativas legales para disputar las desventajas en las que coloca el DR- Cafta a ciertos sectores. Un salvaguarda agrícola o una revisión son alternativas, pero para esto se requiere el consenso de la región centroamericana. “Tener una conciliación centroamericana es difícil y los países no están dispuestos a enfrentarse a un monstruo como Estados Unidos”, advirtió Vargas.
¿Sembrar soya?
La soya podría ser un cultivo viable para los productores de sorgo. “La soya se va a encarecer entonces podríamos tener éxito en este rubro. Los factores internacionales que podrían marcar el incremento en el precio de la soya es que Brasil se consumirá toda su producción de soya y dejará de comercializar en el mercado de China”
Finalmente el productor dijo que para que los productores surjan deben tener capacidad de investigar y buscar el camino mejor para producir, ensayando y echando a perder, porque ningún gobierno se va a preocupar para que la agricultura trascienda.