Mientras la violencia machista aumenta cada día y la mayoría de femicidios en Nicaragua siguen en la impunidad, las mujeres no pudieron marchar este 25 de noviembre —cuando se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres—, para “no exponerse a la violencia y agresión estatal” que impera en el país.
Activistas han denunciado que incluso antes de 2018 la dictadura ha impedido la libre movilización y de expresión contra las defensoras de los derechos de las mujeres.
“Tenemos tres años de no poder marchar, se nos ha impedido el derecho a expresarnos libremente en las calles, por eso este año no metimos ninguna solicitud de permiso para marchar porque ya sabemos cuál es la respuesta. Sería exponernos, simplemente nos tomamos el derecho de expresarnos a través de conferencias, pero no puede haber ninguna movilización social en la calle porque el asedio es impresionante”, denunció la socióloga Marcié Mejía, enlace de la Red de Mujeres Contra la Violencia (RMCV).
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La última marcha que realizaron los movimientos feministas fue en 2017. Ese año, la manifestación se topó con un desproporcionado cordón de antimotines que les impidió avanzar con la convocatoria. En 2018, durante el marco de las protestas civiles antigubernamentales, la protesta fue reprimida nuevamente por policías y grupos de choque afines al régimen. En 2019, la marcha de las mujeres fue suspendida por la misma razón de este año, para prevenir la violencia estatal hacia cualquier tipo de manifestación pública.
Este 2020, tras varios intentos de marchas y piquetes exprés que han sido asediados y reprimidos por policías y grupos de choque, las activistas decidieron no exponerse a la violencia. “No vamos a pedir algo (permiso para marchar) que no va a pasar, en todo caso lo hemos hecho ya, pero con toda la represión tampoco hay muchos temas de la calle. No vale seguirnos exponiendo más de lo que ya lo hemos hecho, y exponerte a la violencia que venga de la Policía porque ellos no van a reparar nada con agredirte”, expresó la activista juvenil Dolly Mora.
Ortega es enemigo de cualquier expresión organizada
La socióloga Mejía señaló que la dictadura es enemiga de los derechos constitucionales y de cualquier expresión organizada para protestar, para la libre movilización, especialmente contra las mujeres.
“Las mujeres, principalmente, estamos ante un Estado misógino, patriarcal, machista que quiere eliminar todos los derechos constitucionales y sobre todo el de las mujeres a poder decir que basta ya de violencia, que estamos hartas de femicidios, hartas de que las niñas sigan siendo violentadas sexualmente. El Estado es enemigo de cualquier expresión, aquí no se salva nadie”, dijo la socióloga.
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Sin embargo, recuerda que años atrás, aún con Daniel Ortega en el poder, para los movimientos feministas había un poco más de apertura a la movilización, a las marchas, a las conferencias de prensa, incluso para organizarse en las comunidades y trabajar como todo ciudadano. “Pero ya en estos años (2018-2020) se ha recrudecido (la represión a) todos los derechos y precisamente es por eso que nos pronunciamos para que las mujeres vivan libres de violencia, no solo hoy 25 de noviembre, sino que todos los años, todos los días. Es difícil, cruel y doloroso ver que las cifras de femicidios y violencia cada día aumentan”, lamentó Mejía.
La organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) reporta que en lo que va del año, 69 mujeres y niñas han sido víctimas de femicidio. Denunciaron que la mayoría de los crímenes han ocurrido en las zonas rurales, debido a la desprotección institucional que existe de manera generalizada.
Desde la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), Mora destacó que están visibilizando tres temas fundamentales en la vulnerable situación de las mujeres en el país, entre ellos, el tema de las presas políticas, “que es una forma de violencia del Estado de tener mujeres presas por sus ideas, por pensar diferente y su lucha por su país”, explicó la activista. Otros de los temas es la impunidad frente a los femicidios y la búsqueda de justicia y verdad.