El dictador Daniel Ortega asistió este miércoles al acto del 41 aniversario del Ejército de Nicaragua, realizado como es habitual en la Plaza de la Revolución en Managua, donde pronunció un discurso en el que como novedad mencionó que el Ejército y la Policía son el “sostén en la crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19”, aunque siguió minimizando los efectos mortales de esa enfermedad en el país, y en cambio reiteró el daño económico que ha significado para los países ricos.
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“Aquí el Estado en su conjunto, toda Nicaragua, con dos soportes fundamentales: el Ejército, la Policía, el pueblo, juntos garantizando la seguridad, la estabilidad, porque cómo enfrentar una pandemia como esta con inseguridad, con inestabilidad, con crímenes por decenas, por centenas”, dijo Ortega.
Aunque en esta ocasión Ortega aseveró que en Nicaragua no se puede decir que “ya se acabó la epidemia” y también dijo que “no hay que confiarse”, su gobierno nunca decretó medidas para evitar los contagios masivos del nuevo coronavirus y en cambio llama a los ciudadanos a participar en reuniones presenciales masivas, lo que incrementa el contagio del Covid-19.
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“El Ejército no improvisa” , dice general Avilés
En contraste, el jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés Castillo, durante su intervención en el acto de aniversario leyó un informe de la crisis sanitaria a nivel nacional e internacional, citando cifras de los organismos internacionales; destacó las acciones que el cuerpo castrense ha asumido desde que el coronavirus fue declarado pandemia en marzo y reconoció el aporte del personal de salud dedicado a salvar vidas.
En ese sentido el general Avilés dijo que el “Ejército de Nicaragua no improvisa” ante esta crisis sanitaria y aseguró que todas las medidas que han tomado están establecidas en su protocolo de seguridad para enfrentar situaciones como la que vive el país con la pandemia del Covid-19.
“Este 2020, el mundo está siendo afectado por una terrible pandemia, el Covid-19. Según cifras de organismos internacionales han sido afectados más de 25 millones de personas y las cifras sobre fallecidos superan los 800 mil. La OMS, el 30 de enero dio a conocer la alerta mundial sanitaria y el 30 de marzo declaraba la situación del Covid-19 como pandemia. Ante esta situación, el Ejército de Nicaragua procedimos a suspender una gran cantidad de actividades previstas a cumplir en el presente año, enfocando nuestros esfuerzos principales en las misiones relacionadas al resguardo de la soberanía y seguridad del país y reorientamos todos los esfuerzos al cumplimiento de tareas para la prevención y acciones frente al Covid-19”, detalló el jefe militar.
Durante el acto, todos los funcionarios del Ejército usaron mascarillas y vistieron lo que se conoce como “uniforme de fatiga”. En la mesa principal que presidía el evento, solamente el dictador y su esposa no usaron mascarillas. También llamó la atención que para realizar los ascensos a coroneles y tenientes coroneles, solo el general Avilés bajó a imponer los grados.
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“Desde el 31 de enero integramos con personal del cuerpo médico militar el equipo de monitoreo y seguimiento de la situación provocada por el Covid-19. En el Ejército de Nicaragua no improvisamos ante estas situaciones, no improvisamos porque tenemos un plan ante desastres aprobado por el presidente de la República y como parte del Sinapred (Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres) tenemos previsto ante diferentes situaciones de riesgo de nuestra población planes actualizados de respuesta ante diferentes situaciones como terremotos, maremotos, erupciones, huracanes, grandes incendios, entre otras situaciones y por su puesto, planes antiepidemias y pandemia”, leyó en su informe el general Avilés en el acto.
Valoración de exministro de Defensa
El exministro de Defensa, Avil Ramírez, señaló el contraste entre la prevención del Ejército y la inacción del régimen de Ortega. “Creo que esta vez, el jefe del Ejército forzó la pauta del discurso de Ortega al destacar en su justa dimensión y desde el inicio la emergencia sanitaria que el Gobierno ha querido minimizar. Llama la atención que el general Avilés dijera que desde el 31 de enero tomaron medidas a lo interno de la institución y las acciones que adoptaron, mientras el Gobierno fomentaba las aglomeraciones, y que incluso despedía a médicos y al personal médico que por su cuenta se protegía. Es un contraste notable y una muestra de que el Ejército actuó como tenía que hacerlo. Si eso hubiera ocurrido en los hospitales públicos, no tendríamos tantos médicos fallecidos”, valoró Ramírez.
El exministro de Defensa dijo que el general Avilés —con el informe que presentó sobre lo realizado por el Ejército a lo interno y en apoyo a la población en la emergencia sanitaria— “forzó a Ortega a que dijera cosas impensables, como lo mortal de la enfermedad”, lo que considera no harían otros funcionarios orteguistas.
“No me imagino a Gustavo Porras (presidente de la Asamblea Nacional) o al jefe de la Policía desafiando (aunque sea de forma simbólica) lo que la pareja presidencial hace o no hace (en cuanto al uso de mascarillas en actos públicos, como esta tarde). Vamos a ver si en el acto de la Policía ocurre lo mismo; parecieran cosas simples y sencillas, pero tienen un importante significado simbólico”, agregó Ramírez.
Ramírez también destacó el discurso del general Avilés “que nuevamente reiteró su estricto apego a la Constitución y las leyes” y el compromiso de la institución por trabajar en la seguridad, la estabilidad y la paz. “Esperamos que así sea”, dijo el exfuncionario.
Ortega presidió el acto junto al jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés; su esposa y cogobernante, Rosario Murillo, a su derecha; el resto de la comandancia: el jefe del Estado Mayor General, mayor general Bayardo Ramón Rodríguez Ruiz; el inspector general, mayor general Marvin Elías Corrales Rodríguez. También estuvieron en la mesa principal el jefe de la Policía Orteguista y consuegro de Ortega, comisionado general Francisco Díaz, y la ministra de Defensa, Rosa Adelina Barahona Castro.
General Avilés emocionado por condecoración
Antes de leer el informe anual del Ejército, el general Avilés se puso de pie frente a Ortega y exclamó, con voz quebrantada, un extremoso agradecimiento por la condecoración recibida, la Orden Augusto C. Sandino en máximo grado Batalla de San Jacinto, la cual fue impuesta por el dictador al jefe de las fuerzas armadas en representación de todos los miembros del cuerpo castrense.
“Esta honrosa condecoración que lleva el nombre del más grande patriota que ha parido esta tierra amada Nicaragua. Agradecemos al presidente de la República en nombre de todos nuestros soldados, sargentos, pilotos, marineros, suboficiales, funcionarios, tenientes, tenientes primeros, capitanes, mayores, tenientes coroneles, coroneles, del cuerpo general y, por supuesto, de la comandancia general, el otorgamiento de esta alta distinción a nuestra institución, la que estará guardada en el lugar más importante del Ejército de Nicaragua, como lo es el corazón de todos nosotros, que palpita a diario dando todos nuestros máximos esfuerzos en el cumplimiento de nuestras misiones y tareas por la patria”, manifestó Avilés.
El general Julio César Avilés, jefe del Ejército de Nicaragua, lleva 10 años en ese puesto y el pasado 21 de enero fue prorrogado para un nuevo período de cinco años, sumando al terminar los 15 años en el cargo.