Más calor, menos lluvia, menos producción, más enfermedades… es el escenario actual de Nicaragua, que también sufre los efectos del cambio climático.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) advierte que si no de contrarrestar lo más pronto posible estos problemas ambientales, el panorama será devastador. “Alimentos más caros, menos nutritivos afectarán a todo el planeta y dramáticamente a los países más pobres, si no se toma acción para detener la degradación de la tierra y mantener el calentamiento global”, publicó el organismo internacional.
Para hablar de este tema no se necesita ir hasta el Ártico, Europa o China. También Nicaragua presenta una serie de situaciones que es consecuencia del cambio climático. Aquí te presentamos algunas.
Mar de fondo. Hace un par de semanas LA PRENSA publicó el reportaje “El mar se traga las casas de un barrio de Corinto y nada parece detenerlo”. El escrito describe cómo el mar ha venido ganando terreno en la playa durante estos años últimos años. Al respecto, Abdel García, coordinador de cambio climático del Centro Humboldt, indicó que ese efecto es producto del mar de fondo y no un aumento del nivel de mar, puesto que para eso se necesita medir el avance del agua. Cuando se habla del mar de fondo se refiere a la intensidad, altura y la agresividad del oleaje, provocado por el viento en la profundidad del mar. Esto hace que haya más oleaje y que empuje con mayor fuerza las olas hacia la costa y provoque una erosión costera.
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“Es una interacción entre la atmósfera y los lugares más profundos del mar. La dinámica de la atmósfera está generando corrientes de agua más fuertes y eso está empujando olas más fuertes de lo que habitualmente tenemos”, explicó García.
“Hay un proceso por efecto de mar fondo de aceleración de la erosión costera pero no creo que lo debamos atribuir al incremento del nivel del mar (en Corinto). El nivel del mar inunda con suavidad pero estamos hablando de una agresividad que está arrastrando arena y es como si estuviera recuperando más playa”, agregó.

Altas temperaturas. La ONU reveló que 2019 estará entre los cinco años más cálidos registrados en la historia a causa del cambio climático, además de que julio fue el mes más caliente de este año. “Las intensas y extensas olas de calor llevan la firma del cambio climático provocado por el hombre, en línea con los descubrimientos científicos. Las olas de calor fueron más frecuentes, y más intensas”, dijo la portavoz Claire Nullis.
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Este año en Mulukukú, en el Caribe, la temperatura aumentó 1.6 grados celsius más de la norma histórica, que era de 8.25 grados celsius. “La máxima de julio anduvo en 41 grados, o sea que nosotros tenemos problemas de temperatura no solo en el Pacífico y Occidente, sino en Jinotega, en la Costa y en todos lados”, manifestó el especialista del Centro Humboldt.
A nivel nacional la temperatura subió un grado y como máximo dos en los lugares más calurosos como Chinandega.
Si las emisiones de efecto invernadero continúan aumentando, para 2100 se espera una temperatura global de 3.2 más altas que ahora, detalló la ONU. Los gases de efecto invernadero a la que se refiere el organismo es la provocado por el hombre y que aumenta el calentamiento global. Estados Unidos y China son los mayores emisores de gases.
Incendios forestales. Este año, en más de un mes se registró 2,294 focos de calor o incendios forestales, lo que significa que cada vez es más difícil de controlar por las condiciones climáticas que se presentan: vientos más fuertes, temperatura más altas, poca humedad. A esto se le suma las quemas provocados por el hombre.
Esto conlleva a que los bosques y áreas de protegidas sean vulnerables afectando la flora y fauna del país.

Invierno irregular. De acuerdo a García, la frecuencia de lluvia por mes han venido disminuyendo. En años anteriores, en un mes llovía al menos 15 días, pero ahora llueve como máximo nueve días, de los cuales un día llueve lo que debería caer en un mes. “Hay una irregularidad en la frecuencia e intensidad de las lluvias, eso provoca a su vez, mayor erosión de los suelos”, declaró García.
Menos cultivo. Las altas temperaturas, la ausencia de lluvia y suelos erosionados conllevan a que el cultivo carezca de calidad y cantidad. Como consecuencia, la producción y calidad nutritiva disminuye. “Si vos sos un productor, tenías pensando producir diez quintales. De esos vender cinco y guardar cinco para tu familia, pero solo producís cinco quintales, ahí es el problema”, planteó García.
“Nuestro trabajo está en recuperar, proteger y conservar nuestros ecosistemas, detener la reforestación y recuperar las áreas de bosques que hemos perdido”, enfatizó.