Mediante una resolución ministerial, en el 2018, la cartera ambiental prohibió las quemas agropecuarias, como un intento de frenar la ola de incendios forestales en diferentes zonas del país, incluida la Reserva Biológica Indio Maíz. Casi un año después, poco se conoce de la efectividad de la medida.
Este año, el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) lanzó el Plan de acción contra incendios forestales y agropecuarios en áreas protegidas.
La titular del Marena, María José Corea, aseguró que tienen como meta “llegar a reducir al menos en un 50 por ciento los incendios del año pasado”.
El problema con este indicador es que se desconoce cuántos incendios ocurrieron en el 2018. Después de Indio Maíz, del que tampoco se conoce una evaluación sobre el impacto del siniestro en el área protegida, esta cartera no volvió a mencionar el tema.
Abdel García, especialista en cambio climático del Centro Humboldt, explicó que la medida respondió a la coyuntura y valoró el decreto como “paliativo” porque la situación de los incendios se salió de control.
Explicó que los decretos o regulaciones deben estar acompañados de una estructura que las haga cumplir, lo que implica sanciones, instancias que regulen, educación, información, sensibilización, entre otros elementos.
García indicó que en el campo esas medidas no se logran porque la gente no esta informada.
Corea indicó que como una de las medidas del plan contra incendios es el monitoreo de los puntos de calor. Sin embargo, García, explicó que lo que se necesita es una estrategia anual, en la que se articulen las acciones de acuerdo a cada fenómeno.
En este caso, existen muchas variables climáticas que favorecen a la generación de incendios, como el incremento de la velocidad de los vientos, el material combustible en el campo, y la temperatura. Estas se mantienen durante la temporada seca, desde diciembre a abril.
A eso se suma la responsabilidad de la población, que no hace un uso adecuado del fuego, provocando quemas. Por su parte, Corea refirió que los incendios forestales, en su mayoría, se debían a la caza de iguanas y garrobos, actividad que es muy recurrente en esta época del año.
García explicó que la temporada seca esta iniciando y que aún no han tenido reportes de incendios. Lo más crítico se evidencia en febrero, marzo y abril, estos dos últimos son los meses más cálidos.
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Puntos de calor
Según el monitoreo del Centro Humboldt acerca de los puntos de calor, en abril de 2017 se contabilizaron 2,549, pero en el 2018 incrementó a 6151 puntos de calor. Estos puntos no necesariamente representan incendios, pero muestran lugares donde se presenta un aumento de la temperatura. El año pasado el mismo régimen orteguista decretó alerta amarilla por el aumento de incendios forestales.
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Silencio por Indio Maíz
Aunque el régimen orteguista anunció el inicio del Plan de acción contra incendios forestales y agropecuarios en áreas protegidas, en ningún momento, las autoridades se han referido al incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz. El siniestro que se mantuvo durante diez días fue uno de los detonantes de las protestas estudiantiles. Organizaciones ambientales criticaron la respuesta del régimen y la calificaron como tardía. La crisis ambiental es considerado uno de los detonantes de la revolución cívica de abril.
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