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El Jefe del Ejército, general Julio César Avilés, junto al Presidente Daniel Ortega en el acto de aniversario de la Fuerza Aérea. LA PRENSA/EFE

Renuncia de Rafael Solís expone que el Ejército no desarmó a los paramilitares

Las fuerzas armadas se han mantenido al margen de lo que consideran un problema de orden público, pese al reclamo de la sociedad civil de que desarmaran a los grupos paramilitares

El experto en seguridad, Roberto Cajina, dijo que la confirmación del exmagistrado judicial Rafael Solís, de la existencia de grupos armados que han cometido asesinatos y represión contra el pueblo, debería al menos poner a “reflexionar” sobre su posición ante la crisis a los mandos del Ejército.

Las fuerzas armadas se han mantenido al margen de lo que consideran un problema de orden público, pese al reclamo de la sociedad civil de que desarmaran a los grupos paramilitares que actuaron en complicidad con la Policía.

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Solís renunció el 8 de enero pasado a su cargo de magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y a la militancia del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido gobernante, tras 43 años de militancia sandinista y de cercanía con Daniel Ortega y Rosario Murillo, de quienes fue testigo de boda en 2005.

En su carta de renuncia, Solís denunció la consolidación de una “dictadura con caracteres de monarquía absoluta de dos reyes”; reconoció la represión a las protestas civiles “a sangre y fuego en un uso desproporcionado de la fuerza y armando de una manera irresponsable con armas de guerra a una gran cantidad de jóvenes y algunos sandinistas ya retirados que también participaron con la Policía en esa represión”.

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Solís también denunció en la misiva que la pareja presidencial, Daniel Ortega y Rosario Murillo, encamina al país a una guerra civil por su falta de voluntad de diálogo, para solucionar la crisis que vive el país desde el 18 de abril, y a continuación manifestó que el Ejército por “alguna razón no ha desarmado a los grupos armados”.

Denuncia es muy seria

Cajina expresó que la denuncia de Solís es la más seria que ha habido hasta ahora de un funcionario que antes estaba a la par del régimen, porque “pone en evidencia las mentiras que se vienen diciendo”, como la versión del golpe de Estado contra Ortega, que implicaría una fuerza armada opositora de la que no hay hechos ni pruebas en Nicaragua.

El experto dijo que las declaraciones de Solís son una “crítica muy sutil” al silencio del Ejército frente a la crisis.

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Según Cajina, el estilo de cuestionar del exmagistrado, es la mejor manera para tratar ese tema.

“No se puede tratar el tema de los militares y la crisis desde una perspectiva de la vociferación política. Es decir, este tema hay que tratarlo con guantes de seda, porque es muy delicado”, manifestó Cajina.

Deben pensar su actuación

Sin embargo, el experto valoró que el mensaje de un funcionario como Solís, que tenía un gran peso en el régimen, debería de poner a reflexionar a los mandos del Ejército sobre sus futuras decisiones.

Desde el 18 de abril, que comenzó la crisis por la represión, el Ejército ha sido cuestionado por un silencio que sus críticos califican de cómplice. Según organismos de defensa de derechos humanos, la represión ordenada por Ortega ha dejado más de 325 muertos en todo el país.

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En medio de los momentos más crudos de la represión, el Ejército solo emitió comunicados para desmentir su participación en los hechos de violencia, lo que fue valorado por expertos como una decisión que obedecía a que el Ejército se estaba jugando su futuro, tanto desde el punto de vista que podía ser objeto de sanciones si participaba directamente en la represión como desde la óptica política si hubiese un cambio de gobierno.

En repetidas ocasiones el jefe del Ejército, el general Julio César Avilés, recibió cartas desde la sociedad civil en que le solicitaron el desarme de los paramilitares. Sin embargo, hasta ahora no ha dado ninguna respuesta.

Cajina siempre ha planteado que a la institución militar no le corresponde intervenir en la crisis y que la solución debe ser política, por la vía del diálogo nacional.

Cuadra: responsabilidad en detener la violencia

La socióloga y experta en temas de seguridad pública, Elvira Cuadra, manifestó que la mención al Ejército en la denuncia de Solís “trae nuevamente a colación la responsabilidad y las facultades de la institución militar en el desarme de los grupos paraestatales y la detención de la violencia”.

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“Quien lo dice no es solamente alguien que conoce la toma de decisiones políticas sino también alguien que conoce claramente las facultades y límites institucionales”, valoró Cuadra.

La especialista afirmó que el señalamiento del exmagistrado Solís, respecto a la actuación de la Policía, el Ejército y los grupos paraestatales, simplemente no se puede obviar ni política ni jurídicamente.

“Palabras comedidas”

El general en retiro Hugo Torres considera que Rafael Solís usó “palabras comedidas” para hacer una “crítica seria” al Ejército, por no haber desarmado a los grupos irregulares.

“El señalamiento que le hace al Ejército es en la práctica un llamado a que asuma su rol de defensor de la soberanía nacional que radica en el pueblo. Que no esté inerte, que no esté en una posición pasiva y que defienda al pueblo, el pueblo que ha venido siendo masacrado a través de todos estos meses y al cual el Ejército no ha defendido”, dijo Torres.

Asimismo agregó que se pone en entredicho el profesionalismo de la institución militar y su apego a la Constitución Política.

Según la Carta Magna, en el artículo 95 se establece que no pueden existir más cuerpos armados que los establecidos en esta norma.

Abogado y exmilitar

Rafael Solís ha sido conocido los últimos 19 años solo como magistrado de la Corte Suprema de Justicia y un sandinista cercano a Daniel Ortega, pero también es militar en retiro, que tuvo el grado de subcomandante.

Solís fue combatiente del Frente Interno en la insurrección contra la dictadura de la familia Somoza en los años setenta.

Después del derrocamiento de la dictadura, Solís fue nombrado subcomandante del Ejército Popular Sandinista (EPS).

Durante algunos meses, Solís fue jefe de la Dirección Política del EPS en los años ochenta, recordó el general en retiro Hugo Torres.

Luego pasó a ser representante de las Fuerzas Armadas en el Consejo de Estado, que fue la entidad intermedia entre el Congreso de Somoza y la posterior Asamblea Nacional, que se creó con la reforma constitucional en 1987, explicó Roberto Cajina.

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