La Arquidiócesis de Managua, a través del Cardenal Leopoldo Brenes y su obispo Auxiliar Silvio Báez, asumieron este martes el recorte financiero ordenado por el ejecutivo que afecta la labor pastoral de la Iglesia y que fue aprobado en la reforma al presupuesto.
Brenes respondió que “Dios proveerá”, mientras Báez expresó que la medida hace más libre a la institución eclesial en su labor profética evangelizadora.
La decisión ocurre, justo cuando la Iglesia Católica pide al gobierno el cese de la represión a las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos iniciadas en abril pasado, lo que ha dejado al menos 448 muertos según organismos de derechos humanos locales.
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Los sacerdotes han hecho la defensa de los ciudadanos, a riesgo de amenazas, ataques a los templos, mientras el presidente designado Daniel Ortega ha elevado el discurso contra la Iglesia y ha acusado a los obispos el 19 de julio pasado de participar en un intento de golpe de Estado contra su gobierno.
La mitad del dinero
Según lo aprobado en la Asamblea Nacional, el Estado dará a la Arquidiócesis de Managua el 50 por ciento menos de lo que había destinado para el 2018. Antes de la crisis, se había establecido un total de 1. 6 millones de córdobas.
Segùn el informe de ejecuciòn presupuestaria 2018, disponible en la web del Ministerio de Hacienda y Crèdito Pùblico, hasta marzo la Arquidiòcesis de Managua habìa recibido 400 mil còrdobas de transferencia de un total de 1.6 millones asignado inicialmente. Con la reforma se le quitò 800 mil còrdobas, es decir que el Ejecutivo solo tendrìa pendiente por desembolsarle solo 400 mil còrdobas en lo que resta del año.
La medida también afecta a otras 94 parroquias y santuarios católicos a las que en su conjunto se les quitò 8.87 millones de còrdobas.
Brenes, con calma, dijo “pues mejor, está bueno” entre risas cuando se le consultó vía telefónica. El Cardenal es también el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
Labor social de la Iglesia
El Arzobispo explicó que los recursos provenientes del presupuesto de la República eran útiles para la labor social de la Iglesia.
La Arquidiócesis, dijo por ejemplo, los utilizaba para tratar a los niños que sufren de Sida, las personas con cáncer y abastecer a los dispensarios parroquiales.
“Entonces sí afectará nuestra labor social, pero el Señor proveerá por otro lado, porque son obras que hacemos de misericordia, entonces, el Señor siempre provee, es el que hace la multiplicación de los panes”, afirmó el cardenal.
La capacidad profética
El Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez Ortega, también hizo su análisis sobre la medida gubernamental.
“Mientas más libre sea la Iglesia frente al poder, más capacidad profética y evangélica tendrá para realizar su misión como iglesia pobre y de los pobres”, indicó por teléfono monseñor Báez.
Mientras más libre sea la Iglesia frente al poder, más capacidad profética y evangélica tendrá para realizar su misión como iglesia pobre y de los pobres”.
Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua al referirse a recorte del gobierno
El Obispo Auxiliar es uno de los religiosos más críticos de la situación actual del país. Ortega ha expresado públicamente que Báez no debería ser mediador en el Diálogo Nacional.
La inconformidad de Ortega llevó incluso a su canciller Denis Moncada Colindres a intrigar contra los Obispos en una reciente visita al Vaticano. Sin embargo, los Obispos en Nicaragua han ratificado que se sienten respaldados por el Papa Francisco y han reiterado que apuesta por el Diálogo Nacional para la solución al drama humanitario que enfrenta el país tras la brutal represión del régimen de Daniel Ortega.
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“labor para los pobres”
Monseñor Miguel Mántica Cuadra, de la Arquidiócesis de Managua, dijo que el recorte presupuestario a la Arquidiócesis sí afectará la labor social que esta institución viene realizando con esos recursos que han sido recortados.
“La Iglesia realiza una actividad pastoral que no radica solamente a la predicación y celebración de los sacramentos sino que desarrolla una pastoral social promovida a través de las escuelas parroquiales, montando dispensarios y comedores infantiles”, dijo Mántica.
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El religioso aseguró que con la labor social que desarrolla la Iglesia “también se colabora con el Estado” y generalmente, sostiene “esta labor social va dirigida a los más pobres”.
La Iglesia católica no se lucra
“Con nuestra labor social, también apoyamos al Estado, poniendo a disposición sus instalaciones (parroquiales) y sus recursos humanos. La ayuda que viene del Gobierno, no es para la Iglesia sino para cumplir con esta labor social. Es obvio que ese recurso ( que han disminuido con el recorte presupuestario) afectará muchísimo la labor social que desarrollamos desde la Iglesia Católica”, aseguró monseñor Miguel Mántica Cuadra, párroco de la parroquia San Francisco de Asís, en Managua.