14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Comisionado mayor Ramón Avellán, sub director de la Policía Nacional en Masaya. LA PRENSA/ARCHIVO/Manuel Esquivel

Los audios nocturnos contra el comisionado general Ramón Avellán

La población de Masaya resiste contra la represión del gobierno de Ortega, que envió a la ciudad a uno sus más fieles jefes policiales. "¿Ya durmió comisionado Avellán'", le preguntan usando un megáfono desde las trincheras cercanas a la estación

Durante la noche, el silencio de las calles en las cercanías de la delegación policial de Masaya, una de las ciudades que planta cara a Daniel Ortega en la insurrección cívica que inició en abril pasado, solo es interrumpido por la voz que sale del megáfono para recordarle al subdirector de la Policía Nacional, comisionado general Ramón Avellán, que lleva días atrincherado en el comando, dirigiendo la represión gubernamental.

En uno de los mensajes grabados, realizado la noche del domingo diez de junio, una mujer grita, mientras de fondo suenan Las Mujeres del Cuá, la canción con la que el cantautor Carlos Mejía Godoy le rindió un homenaje a las campesinas torturadas por la Guardia Nacional somocista.

Además: Masaya, la ciudad sandinista que desprecia a Daniel Ortega

–Comisionado Avellán– inicia ella-, este es su quinto mensaje, de hoy domingo diez de junio, ¿ya puede darle un beso a su mujer?, porque si no, aquí las mujeres de Masaya le tenemos uno. — Se oye un mortero–.  ¿Qué pensás? ¿Qué en esta lucha solo había güevones? Aquí te paso a mi otra hermanita.– Retumba otro mortero a dos cuadras de la estación, que está rodeada de barricadas.

 

Personalidad discreta, pero con mucho poder

El comisionado general es de uno de los altos mandos de la Policía Nacional, ex cuadro del Ministerio del Interior dirigido por Tomás Borge en los años ochenta. Operador la mayoría de veces en las sombras, actualmente Avellán es el director de investigaciones a nivel nacional, con todas las áreas de esta disciplina (económica, drogas y auxilio judicial) subordinadas a su mando, igual que la Dirección de Auxilio Judicial, señalado por los organismos de derechos humanos como la cárcel donde se cometen torturas y adonde la población busca a los desaparecidos.

Puede interesarle: Barricadas: Así el pueblo frenó los saqueos a negocios en Masaya

Avellán junto con otros oficiales–no se precisa cuántos– están “atrapados” en la delegación policial de Masaya desde el pasado 2 de junio, después que la población le cercó los posibles caminos, construyendo barricadas. Si los mensajes, que en total han sido ocho, se los envían desde el megáfono es por prudencia, según los pobladores, dado que los francotiradores están dispuestos a disparar; por ello, es mejor no acercarse, sentencian.

Si Avellán los escucha al momento de transmitirlos, nadie lo asegura porque la última vez que los vieron fue el lunes cuatro de junio, pero han descubierto en las redes sociales un método para divulgarlo rápidamente y, así, lo cuelgan hasta convertirlos en viral. Duran segundos, pero son muy populares. Son reproducidos por ciudadanos o por la cuenta en Twitter SOSMasaya.

 

Humor y valentía

En el mensaje del domingo, la mujer le dijo a los policías: “No quieran hacerse los héroes cuando ya son asesinos para el pueblo”, otras veces le preguntan al subdirector policial si ya cenó o si pudo dormir. La gente le pone un toque de humor, a veces, y así el poderoso comisionado Avellán escucha que le preguntan “¿Cómo está de sus diabetes?”.

Mezclando el ingenio del nicaragüense con su valentía desde las trincheras, los masayas mantienen su posición firme contra el régimen actual de Ortega, quien cada año les visitaba para conmemorar el repliegue táctico que hicieron los sandinistas de los barrios orientales a Masaya tras la represión en 1979, previo al triunfo de la revolución. Un hermano del caudillo, Camilo Ortega, fue asesinado por la guardia somocista el 26 de febrero de 1978.

 

Masaya, una ciudad de artesanos y gente valiente, está ubicada al oriente de Nicaragua.
LA PRENSA/M. ESQUIVEL

Facetas  de un jefe policial ante la población

Durante los días de crisis en este departamento, Avellán ha mostrado diferentes caras a los ciudadanos que ahora le gritan desde las trincheras: el jueves 17 de mayo, mientras se reunía con miembros de la sociedad civil en la ciudad y acordaba que vigilaría la ciudad, sin entrar a Monimbó para frenar los saqueos, parecía tener la voluntad para ayudar a la población; de hecho, muchas personas se acercaron y le expresaron la preocupación que tenían por sus negocios, mientras él asentía y mostraba interés. Horas más tarde, daba otro discurso a medios oficialistas.

Además: Familiares de asesinado por paramilitares en Nagarote no han podido enterrarlo por los enfrentamientos en la ciudad 

En otro momento, el comisionado general dirigió 2 de junio las capturas de jóvenes y su posterior traslado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ). La última vez que se dejó ver en público, tras la peor masacre  contra la población, que dejó luto a diez familias, se miraba descuidado, con ojeras, vestía de oscuro y parecía harto.

Desde que la represión fue recrudecida en Masaya, a través de la Iglesia Católica y la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) se han realizado gestiones humanitarias,  en las que incluye más de quince oficiales que fueron entregados a Avellán. Entonces, el callado comisionado general llamó a los manifestantes “borrachos”.

El expediente de abusos

El expediente del subdirector sobre sus actuaciones policiales es alimentado por el recuerdo de investigaciones, a nivel nacional, en las que se denunciaron violaciones de derechos humanos, capturas ilegales y abusos de poder de las tropas policiales, atribuidos al régimen.

El 15 de octubre de 2014, en una carta dirigida a la primera comisionada Aminta Granera, directora de la Policía Nacional, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció las torturas de  los que fueron víctimas los reos de la masacre del 19 de julio, como se conoció al caso en que fueron fueron asesinados ese mismo año cuatro militantes  del FSLN que viajaban en caravanas a celebrar un aniversario más de la revolución sandinista.

Lea también: “Estrategia del horror” de Ortega es incapaz de aplastar resistencia ciudadana, aseguran expertos

Eddy Gutiérrez, uno de los acusados, en sus alegatos finales, dijo que había sido trasladado, cuatro días  después de su captura, a un sitio donde era esperado por Avellán en persona.  “Había dos vehículos, dos prados, una camioneta crema como del 2010 o 2006 y otra blanca más moderna… El señor Avellán me llevó a una casa particular y ahí comenzó la peor tortura, una cosa fea que no se la deseo a nadie”, dijo el reo entonces.

Cuatro años después de aquel juicio que reveló su cara represiva, y acorralado por la población de Masaya, que le cuestiona, ha tenido que escuchar aquellos mensajes que fueron famosos cuando él mismo luchó contra Somoza. “Aquí Nicaragua, libre, Aquí Nicaragua libre”.

Política Policía Nacional ramon avellan archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí