Fuerzas del Ejército de Nicaragua y de la Policía Nacional supuestamente ingresaron este jueves a la zona en conflicto por los territorios indígenas entre comunitarios y colonos en Prinzapolka, Caribe Norte, confirmaron líderes comunales de Layasicksa 2, que lograron llegar a Bilwi.
“Tienen tendidos militarizados”, dijo a LA PRENSA Hilario Thompson, presidente territorial que fue informado por comunitarios en el lugar. Esto ha aumentado las tensiones en esas comunidades indígenas, donde también persiste el asedio de colonos e impidió que los líderes de Isnawas pudieran salir hacia Bilwi.
Hasta anoche, las fuerzas de la Policía y del Ejército permanecían en el lugar de Sirinwas, que sirve de acceso a Isnawas y a Layasicksa 2, lo que mantenía “alerta” a los comunitarios.
LA PRENSA intentó de forma reiterada conocer la versión del vocero del Ejército de Nicaragua, coronel Manuel Guevara, pero no fue posible.
Denuncian ante Cenidh
Nancy Elízabeth Enríquez, diputada de Yatama, junto al alcalde de Prinzapolka del mismo partido, Eklan James Molina, recurrieron ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), donde denunciaron la situación que viven las comunidades indígenas. “Me preocupa que haya enfrentamientos con los comunitarios y que se sigan dando muertos”, afirmó Henríquez.
James Molina denunció que los colonos están llegando protegidos por soldados del Ejército de Nicaragua, mientras la Policía y las autoridades locales no atienden las denuncias de los comunitarios que solo en diciembre fueron interpuestas 47.
Lamentó que pese a su demanda de que sea formada una comisión en la que participen autoridades militares y policiales, no hubo una respuesta. Y más bien conocieron la información del envío de fuerzas a la zona en conflicto.
“Ya hay una situación tensa, no pueden mandar una patrulla militar”, expresó James Molina.
El alcalde de Prinzapolka también plantea que los colonos retenidos sean entregados a las autoridades y que se haga una investigación profunda de quiénes son los intelectuales de las ventas de tierras y los motivos del conflicto. Pero apunta que todas estas cosas hay que verlas en la zona y el Ejército no debe mandar solo a los militares cuando hay una situación tensa.
Lea también: Estado ausente en conflicto entre indígenas y colonos
Centenares de casos
Por su parte, Henríquez dijo que las denuncias de diciembre se suman a las 339 que ya existen en los últimos años por el mismo conflicto de tierras.
Henríquez agregó que no le están pidiendo un favor al Gobierno, sino que cumpla con las obligaciones establecidas en la Constitución Política, de proteger a la población nicaragüense. Afirmó que en los ocho años que tiene este conflicto, han muerto 42 personas.
Burlan asedio
Por otra parte, la comisión de líderes indígenas de Layasicksa 2, logró burlar el asedio y llegar a Bilwi donde sostuvieron reunión con la comisión pastoral de Puerto Cabezas, presidida por el reverendo Kenneth Bushey Law y con defensores del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan).
Thompson aclaró que ellos como autoridad lo único que están haciendo es informar sobre lo que ocurre en las comunidades e impedir que escale la violencia, así como que se respete el derecho de los indígenas.
Cinco colonos retenidos
La posición de los comunitarios es de que los cinco colonos retenidos permanecerán en poder de los indígenas, mientras las autoridades no desalojen a los colonos de sus tierras, sostuvo el síndico Melvin Conrado, quien demandó que quienes están involucrados en la venta de las tierras indígenas sean detenidos y sentenciados por la justicia.
Según Conrado, como tres mil manzanas de tierras indígenas han sido invadidas por colonos en ese sector. Y es un área que los indígenas tienen como reserva y los colonos se dedican a despalar y repastar para luego revenderlas.
“Necesitamos seguridad de los ciudadanos (indígenas)”, dijo Conrado. En las comunidades solo están las mujeres y niños y los hombres en la montaña, explicó el síndico de Layasicksa 2.
El juez comunal de Layasicksa 2, Jaime Rivera, explicó que cuando ellos salieron de sus comunidades el miércoles, la situación “estaba bien complicada”, después de los dos enfrentamientos donde murieron dos colonos, herido uno y retenido a cinco de ellos.
Ellos debieron salir por veredas y de forma clandestina, explicó Rivera, quien confió que la información de que la comunidad haya sido rodeada por el Ejército, presionará más a los comunitarios que no podrán ir al campo a buscar sus alimentos.
El reverendo Bushey conoció por los líderes indígenas que cada año ellos han solicitado apoyo de la Policía y del Ejército para poder limpiar sus tierras, pero nunca les han escuchado y no han podido entrar, “pues siempre hay colonos que causan conflictos”.
“Nosotros no vemos que el gobierno tenga algún interés de atender esta situación, ellos mismos permiten que esto termine con este tipo de conflicto que a nadie le conviene”, dijo.
Agregó: “No sé si el Estado está claro de su responsabilidad, o por estar bien claros no quieren asumir ninguna responsabilidad con relación a esta situación que se viene dando desde hace varios años y es del conocimiento nacional e internacional”.
Temen más violencia
La comisión de Layasicksa 2 también se reunió con las autoridades del Consejo y Gobierno Regional, en Bilwi, pero no encontraron respuesta inmediata de parte de estos, mientras ellos temen que se desate mayor violencia en sus comunidades.
La presidenta de Cejudhcan, Lottie Cunningham, explicó que ha recibido la denuncia de los líderes de Layasiksa 2, pero esperarán también la denuncia de la comisión de Isnawas, para recibirla como una sola denuncia sobre lo ocurrido en esas comunidades.
“Ellos han pedido el acompañamiento de Cejudhcan, estamos pidiendo más información sobre lo que está ocurriendo en esas comunidades y ver cómo les acompañamos”, comentó la defensora de los indígenas.
El reverendo Kenneth Bushey manifestó que también ellos han solicitado a los indígenas que todo lo expuesto verbalmente sea plasmado en un escrito para que les puedan brindar acompañamiento.
Mientras Antonia Mendoza Ordóñez expresó preocupación por su marido Daniel Ochoa Rostrán, de 35 años. Este es uno de los colonos desaparecidos desde el pasado viernes 6 de enero, cuando salió de la comarca El Danto, municipio de Rosita, hacia la zona de Sirinwas, donde se dio el enfrentamiento el viernes con indígenas.
Y ahora, según Mendoza, le están diciendo que lo tienen retenido y piden una cantidad de dinero para liberarlo.
(Colaboración Leonor Álvarez).