El encuentro que sostuvieron este viernes al mediodía el presidente inconstitucional Daniel Ortega y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, fue parte de una maratónica serie de reuniones que el principal funcionario del organismo regional sostuvo en Managua durante su visita de 24 horas.
Ortega solo ofreció permitir “acompañamiento” para las elecciones municipales de 2017; sin embargo, de los diferentes sectores con los que platicó, el diplomático escuchó la exigencia del restablecimiento de la institucionalidad democrática.
Almagro cerró la visita con un mensaje a través de su cuenta de Twitter que, con palabras cuidadosamente escogidas, dice que en Nicaragua “es importante ajustar temas que tienen que ver con el funcionamiento político, algo que pasa en todos los países de la región”.
La corta visita del jefe de la OEA es parte de un proceso de diálogo de 90 días, que finaliza el 15 de enero con la presentación de un informe que puede ser presentado en conjunto o por separado.
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Diálogo, elecciones, separación de poderes y Estado de Derecho
Así que, aunque las declaraciones de Almagro han sido un trabajo de filigrana diplomática, en la maleta la comisión lleva el mensaje que fue expuesto por sectores empresariales, religiosos, políticos y de la sociedad civil: La preocupación por el deterioro de la institucionalidad democrática en el país, que tiene su más claro ejemplo en el colapso del sistema electoral.
Los miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que tuvieron la penúltima reunión con la OEA, “expresaron preocupación sobre la realidad socio-política del país”, según un tuit de la CEN.
Los obispos entregaron la carta que Ortega recibió en mayo de 2014 en la que le hicieron dos propuestas concretas: la apertura de un diálogo con todos los sectores y “que diera inicio a una profunda reforma política de todo el sistema electoral del país. Le pedimos que ofrezca su palabra de honor para garantizar en 2016 un proceso electoral presidencial absolutamente honesto y transparente”. Esa carta aún permanece sin respuesta.
La Cámara de Comercio Americana, el jueves por la tarde, entregó a la delegación de la OEA un documento en el que se plantea la reforma “en el menor tiempo posible” del Consejo Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia; que se garantice la observación electoral, tomando en cuenta las recomendaciones de la OEA y la Unión Europea, y el acompañamiento del organismo regional a lo largo de un proceso de diálogo “que permita medir objetivamente resultados”.
Por su parte, la noche del jueves, organismos de la sociedad civil, encabezados por Francisca Ramírez, líder del movimiento anticanal, coincidieron en la preocupación.
“Le dejé claro (a Almagro) que en Nicaragua no hay democracia ni libertad de expresión ni respeto a los derechos humanos. Le mostré que en este país el que reclama sus derechos paga muy caro”, dijo Ramírez.
Ortega no va a ceder nada
Sin embargo, la oferta de Ortega para que la OEA “acompañe” el proceso del próximo año le sugiere al analista político y exembajador de Nicaragua en Washington, Carlos Tünnermann Bernheim, que Ortega “no va a ceder nada” para retornar la credibilidad y la transparencia en futuros procesos electorales.
“Da la impresión que Ortega no piensa ceder nada en relación con las elecciones (municipales) de noviembre 2017, porque solo le ofreció a Almagro invitar a la OEA como acompañante”, dijo Tünnermann a LA PRENSA vía telefónica.
La reunión entre Almagro y Ortega fue de casi dos horas y media, desde las 11:00 a.m. hasta pasada la 1:00 p.m., de la que solo se televisó la parte final.
En la transmisión por los medios oficialistas, que fueron los únicos que tuvieron acceso al encuentro, se observa cuando Ortega invitó a Almagro al proceso de elecciones de autoridades municipales, previsto para noviembre de 2017.
“Los hemos invitado para que puedan llevar a cabo un acompañamiento, no el propio día ya de las elecciones, sino que un acompañamiento para estar viniendo a visitar nuestro país, intercambiando con las fuerzas políticas que están dispuestas a participar en estas elecciones, intercambiando con las autoridades electorales e intercambiando, lógicamente, con todas aquellas personas con las que ellos deseen intercambiar”, expresó Ortega en el encuentro realizado en la Secretaría del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que también es la casa del mandatario.
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Acompañar no es observar
Tünnermann fustigó que “esto de acompañante es una invención que ha hecho el Consejo Supremo Electoral”.
Recordó, además, que el término de observador está establecido en el artículo 10, inciso 8, de la Ley Electoral (331). Y que la Carta Democrática Interamericana en su artículo 24 habla de observación electoral que se llevará a cabo “a solicitud del Estado miembro”.
La Carta dice que “las misiones de observación electoral se realizarán de conformidad con los principios y normas de la OEA. La Organización deberá asegurar la eficacia e independencia de estas misiones… Las mismas se realizarán de forma objetiva, imparcial y transparente y con la capacidad técnica apropiada.
Amcham sobre “Nica Act”
Además del documento que Amcham presentó a la OEA, los empresarios hicieron referencia a la “amenaza real” que representa el proyecto de Ley conocido como “Nica Act”, que permanece en el Congreso de los Estados Unidos y que cortaría el acceso de Nicaragua a los préstamos y donaciones de organismos multilaterales con los que Estados Unidos tiene influencia.
“La solución para que (la “Nica Act”) no se convierta en realidad está en llegar a acuerdos políticos consensuados; para lo cual se requiere que haya elecciones libres, independencia de poderes del Estado, seguridad jurídica, transparencia y Estado de Derecho”, expresó Amcham.
Almagro se llevó carta de obispos
En el segundo día de reuniones con los sectores del país, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, también se reunió por la mañana con los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
Al salir de la reunión, el cardenal Leopoldo Brenes comentó que le entregaron a Almagro la carta En búsqueda de nuevos horizontes para una Nicaragua Mejor, presentada a Ortega el 21 de mayo de 2014. El obispo Silvio Báez manifestó que ese documento refleja “el progresivo deterioro de la institucionalidad del país, la falta de separación de poderes y la concentración de poderes en una pareja, una familia y sus allegados”.