El Gobierno de Venezuela adoptó medidas que afectan a sus socios en el acuerdo de Petrocaribe, que incluye a Nicaragua.
La estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) vendió las deudas generadas en el Acuerdo de Cooperación Energética al Banco Central de Venezuela (BCV), refleja un informe oficial.
La situación financiera de PDVSA es incorporada por el Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería venezolano en su informe de Cuentas 2015 a la Asamblea Nacional de ese país.
Según el informe oficial, PDVSA logró que “las cuentas por cobrar no corrientes se disminuyeran en 5,620 millones de dólares (67 por ciento), en comparación con el año 2014, alcanzando un total de 2,788 millones de dólares al 31 de diciembre de 2015, originado principalmente por la venta al Banco Central de Venezuela (BCV) de pagarés por Convenios de Cooperación Energética”.
DEBE PREOCUPAR, DICE DIPUTADO
Los préstamos adquiridos con PDVSA suman 3,500.8 millones de dólares de 2007 al 2015, según el Banco Central de Nicaragua.
El diputado opositor por el Partido Liberal Independiente (PLI), Eliseo Núñez, explica que la venta de los pagarés de los acuerdos energéticos significa que PDVSA busca “oxigenarse financieramente” ante los problemas que enfrenta Venezuela por el desplome del precio del crudo a nivel mundial del último año.
Preocupa a Núñez la posibilidad de que el Banco Central de Venezuela pueda convertir esos pagarés en bonos de deuda externa.
“Eso tiene un objetivo, PDVSA puede tener problemas para colocar en los mercados (externos) esa deuda, pero al convertirla en una deuda del Banco Central es una deuda que es del país, es decir, que le debés al país, ya no a PDVSA. La empresa está buscando una mejor manera de cobrar y Venezuela puede meterse en el sistema financiero y convertir esa deuda en un instrumento para adquirir crédito”, refirió Núñez.
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De suceder esto, según Núñez, la deuda por el suministro de petróleo a Nicaragua, que hasta ahora es privada, puede pasar a acreedores internacionales, “es decir, puede andar de mano en mano”.
LA PRENSA consultó a un economista independiente, quien prefirió no se publicase su nombre, que explicó que esa transacción “técnicamente es posible” porque es parte de los instrumentos de financiamiento internacional.
Aunque el economista cree “no tan probable” que al BCV le interese hacerlo, porque “primero no veo a qué inversionista le interese adquirirla, porque se tendría que ofrecer esa deuda a descuentos bien altos”.
Pero también explicó que “a lo que se está expuesto” es que en el mercado externo “existen los llamados fondos buitre que invierten en este tipo de deudas, que compran a un precio bien barato y luego se quedan en el mercado acechando hasta que logran sacarle más de lo que pagaron por la deuda”.
NO REPORTARON CAMBIO AL FMI
Nicaragua no informó de la decisión de PDVSA —que afecta el acuerdo petrolero con Nicaragua— al equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando se realizó el examen a la economía del país, conocido como Artículo IV, en octubre de 2015.
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“No tenemos ninguna información al respecto, tenemos solo lo mismo que se ha publicado en los diarios nicaragüenses” sobre el tema, dijo el representante del FMI en Managua, Juan Fernando Zalduendo a LA PRENSA.
El Acuerdo de Cooperación Energética se recoge en Petrocaribe, que es el marco de la venta de petróleo en condiciones preferenciales.
La importación de crudo y sus derivados bajo este acuerdo es controlado por la empresa Alba de Nicaragua SA (Albanisa), una sociedad mixta en la que PDVSA tiene el 51 por ciento y la Empresa Nicaragüense de Petróleo (Petronic) el 49 por ciento.