María Josefina Gurdián, mejor conocida como “Pinita”, siempre disfrutó cocinar. A los 7 años ya preparaba sus propios huevos. Es presentadora de un programa de televisión, dueña de una pastelería, maestra de cocina y además autora de varios recetarios. Se describe como una mujer activa, generosa y muy susceptible.
Su locura más grande es…
Cuando me fui a San Andrés con siete meses de embarazo (sonríe).
¿Qué le cuesta hacer?
Ejercicios, pero me supero y voy al gimnasio.
¿Habría elegido otra profesión?
Sí, teóloga, me habría encantado.
¿Cuál es su pasatiempo? Y no me diga que la cocina…
(Risas) ¡Pero claro que es la cocina! Aunque disfruto mucho leer, también veo series, ahora tengo Netflix (ríe).
¿También chatea, tiene Facebook, Whatsapp?
(Ríe). Tengo mi teléfono con el que envío mis mensajitos, tuiteo pero no soy tan adicta al Facebook.
¿Cuál es su defecto?
Soy muy susceptible.
¿Su mayor virtud?
Sé pedir perdón.
¿Toma licor?
No, para nada, no es lo mío. Tampoco fumo y casi no tomo café, más que uno en la mañana.
Pero peca con algo me imagino…
¡Pero claro! Me gusta comer (risas).
¿Qué es lo que más le gusta de usted?
El amor y empatía que siento por los demás.
¿Alguna manía?
¡Ay esas preguntas! (ríe). Mmm, pues a veces me quito los pellejitos de las uñas.
Los leoneses tienen una fama…
De pinches… (carcajada). Yo soy austera, pero generosa.
¿Se piensa jubilar?
No por completo, soy muy activa. Digamos que hay que delegar las riendas de lo que comenzamos.
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