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Lo que su pérdida supone para el mundo de las letras lo resume mejor la escueta reacción de su compatriota, el también escritor Wole Soyinka, premio Nobel de Literatura de 1986: “Estoy desolado”.

Se fue el abuelo de la literatura africana

Chinua Achebe, el reconocido autor, estadista y disidente nigeriano que dio vida literaria a la África moderna con Things Fall Apart (Las cosas se deshacen) y continuó por décadas reescribiendo y reivindicando la historia de su país natal, falleció.

AP

Chinua Achebe, el reconocido autor, estadista y disidente nigeriano que dio vida literaria a la África moderna con Things Fall Apart (Las cosas se deshacen) y continuó por décadas reescribiendo y reivindicando la historia de su país natal, falleció.

[doap_box title=”Nunca le llegó el Nobel” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Nunca ganó el Premio Nobel de Literatura, que muchos creían se merecía, pero en el 2007 fue honrado con el Premio Internacional Man Booker, un galardón de 120 mil dólares en reconocimiento a su trayectoria. Achebe, paralizado de la cintura para abajo desde un accidente automovilístico en 1990, vivió por años en una casita de campo que se construyó en el campus de la universidad Bard College, una importante escuela de artes liberales al norte de la ciudad de Nueva York donde se desempeñó como profesor.

En el 2009 se unió a la Universidad de Brown para impartir clases de lengua y literatura.

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Tenía 82 años. Achebe murió tras una breve enfermedad, dijo su agente Andrew Wylie. “También fue un esposo, padre, tío y abuelo querido cuya sabiduría y valentía son una inspiración para todo el que lo conoció”, dijo Wylie.

MODELO MORAL

Su estatura mundial fue comparable a la de Gabriel García Márquez, Toni Morrison y un puñado de escritores. Achebe fue un modelo moral y literario para incontables africanos y una profunda influencia para escritores como Morrison, Ha Jin y Junot Díaz.

Achebe ayudó a definir el cambio revolucionario en su país, desde la independencia de la dictadura hasta la desastrosa guerra entre Nigeria y la república independiente de Biafra a fines de los sesenta. Conoció tanto el prestigio de servir a pedido del Gobierno como el temor de ser declarado un enemigo de Estado.

Pasó la mayor parte de su vida adulta en Estados Unidos, pero nunca dejó de hacer un llamado a la democracia en Nigeria o de rechazar honores literarios de un gobierno que se negaba a aceptar. Su vida pública comenzó siendo un veinteañero.

Las cosas se deshacen ha vendido más de ocho millones de ejemplares alrededor del mundo y se ha traducido a más de 50 idiomas.

Achebe también fue un enérgico crítico de la literatura occidental sobre África, especialmente del libro de Joseph Conrad Heart of Darkness (Corazón de las tinieblas), lectura común para millones, pero en opinión de Achebe “un ejemplo de cómo incluso una gran mente occidental puede reducir a una civilización extranjera al barbarismo y la amenaza”.

Su primera novela la concibió como parte de una trilogía y el autor continuó su historia en Un hombre del pueblo y La flecha de Dios . También escribió cuentos cortos, poemas, cuentos infantiles y una sátira política, The Anthills of Savannah (Los hormigueros de la sabana), de 1987, y su último trabajo largo de ficción.

Achebe, quien usó una silla de ruedas en sus últimos años, citaba sus problemas físicos y desplazamiento de casa como una opresión a sus poderes imaginativos.

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