- Avioneta enterrada en Samaria es el hilo a través del cual la Policía está llegando a “la madeja”
- En Estelí ocupan planos y documentos de compra de propiedades
Adolfo Olivas Olivas yElízabeth [email protected]
Las investigaciones efectuadas sobre una avioneta enterrada en una finca en Samaria, Villa El Carmen (Managua), hace tres semanas, llevaron a la Policía Nacional a descubrir la existencia en Nicaragua de una red del narcotráfico internacional, cuyas pretensiones eran asentarse en el país a través no sólo de las llamadas empresas “de maletín”, sino de empresas verdaderas.
El viernes la Policía dio a conocer nombres de los integrantes de esta organización mexicana-colombiana, integrada también por nicaragüenses, quienes son buscados por la justicia para lo cual han emitido una alerta internacional, confirmó el jefe de la Dirección Antidrogas de la Policía , comisionado mayor Clarence Silva.
LA PRENSA conoció que en Estelí, en la casa de familiares de dos integrantes de la organización de narcotraficantes, existían documentos que comprueban la adquisición de propiedades en otros sitios del país.
En la casa de la comerciante Francis Cruz Herrera, madre de Freddy Luis Arango Cruz y suegra del mexicano Samuel Gutiérrez Lozano, cabecilla de una organización de narcotráfico en el país, la Policía encontró tres planos así como cartas de compraventa de propiedades para la construcción aparente de pistas clandestinas y otras evidencias que la Policía analiza en el laboratorio, reveló el teniente Abel Herrera Castillo, vocero departamental de la Policía Nacional.
En tanto el Diario El Tiempo, de Colombia, reveló ayer que según la DEA, desde Colombia parten 16 embarques de droga cada día, en dos rutas que pasan por Nicaragua, de éstos, dos son aéreos, seis por barco y ocho muleros.
Las investigaciones policiales han determinado que en el país funcionan “empresas de verdad” en las cuales los narcotraficantes han incursionado en sectores como la pesca, el transporte, sobre todo de carga internacional, para enmascarar sus acciones ilícitas como lícitas.
Desde el año pasado la Policía investiga a un grupo de personas, en el país, que realizan inversiones de manera sospechosa. Tras el hallazgo de la avioneta encontraron vínculos con las personas que adquirían las propiedades, así como vehículos de diferentes tipos.
Las investigaciones policiales indican que Samuel Gutiérrez Lozano, originario de Acapulco, México, hace un año contrajo matrimonio con la hija de la comerciante Francis Cruz, de nombre Lillyam.
Gutiérrez aparece como el director de la empresa Estrella del Mar, una sociedad anónima junto al colombiano Antonio Santaella Parada, quien es el subdirector.
Otros mencionados por la Policía, con vínculos en la red, son los nicaragüenses Fernando Joaquín Tapia Vanegas, Juan José Aguilar Mojica, Byron Thomas Herrera Gil, y Juan Padilla López, quienes son señalados con alguna responsabilidad en el caso de la avioneta de Samaria.
Algunos vecinos en Estelí especulan que fue Gutiérrez Lozano quien introdujo “al negocio de la droga” a Arango Cruz, graduado de ingeniero agrónomo en la Universidad Católica Agropecuaria del Trópico Seco de Estelí (Ucatse).
La madre de Arango relató que éste es hijo de un guerrillero colombiano, que llevaba el mismo nombre, muerto el 24 de octubre de 1984 en una emboscada perpetrada por la resistencia nicaragüense en el poblado de Llano Largo, al este de La Trinidad, cuando desempeñaba el cargo de administrador departamental del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y Reforma Agraria (Midinra).
Manifestó que su hijo tras graduarse en la Ucatse, ocupó el cargo de técnico de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Francisco Rivera, recorriendo los distintos municipios del departamento de Estelí.
Luego de renunciar a la citada cooperativa, Arango Cruz se trasladó a Managua, donde supuestamente trabajaba en una empresa propiedad de Gutiérrez Lozano.
“Cuando se fue para Managua, Freddy Luis venía a Estelí en grandes camionetas, lo mismo que su cuñado Samuel, por lo que la gente comenzó a especular sobre el origen de los bienes”, manifestó uno de los amigos de Arango Cruz, que prefirió omitir su nombre por temor a represalias.
Cruz Herrera dice también que su hijo pudo ser arrastrado por su cuñado, el mexicano Gutiérrez Lozano, a quien calificó de “una persona muy educada”.
“Estoy tan deprimida que no quiero vivir, mi hijo es una gran persona. Nunca vi nada raro en él. Estoy muy triste porque desde hace un mes no me llama, tampoco a su esposa, que la dejó embarazada”, relató Cruz Herrera. Sin embargo fuentes policiales indican que Cruz estaba enterada de la actividad ilícita en la cual se desenvolvía su vástago al igual que otros parientes suyos.
El comisionado mayor Clarence Silva alertó ayer a la sociedad en general, pero sobre todo a medianos empresarios del país en especial de la construcción y a finqueros del país a no dejarse sorprender por este tipo de sujetos.
Recordó que hay empresas constructoras que “se han prestado a hacer obras en diferentes lugares con esa característica” y no cumplieron con el deber ciudadano de informar a la Policía.