14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Honestidad o tributo a la verdad

Ministerio Arquidiocesano de Predicación “Madre de la Nueva Alianza”

… Le pido a la Sagrada Familia que inspire a todos los cristianos a defender la familia contra tantas amenazas presentes a su naturaleza, su estabilidad y su misión. A la Sagrada Familia confío los esfuerzos de los cristianos y de todas las personas de buena voluntad para defender la vida y promover el respeto por la dignidad de cada ser humano. A María, la Theotókos, la gran Madre de Dios, consagro las familias de Tierra Santa, las familias del mundo”.

(Homilía de S. S. Juan Pablo II en

Nazaret, Basílica de la Anunciación,

Marzo 25 del 2000).

¿Qué es la familia? Hoy día es una pregunta muy importante, porque dada la “globalidad” del desorden moral y social de repente como que la palabra ha sido vaciada de contenido en algunos casos y en otras ha quedado atrás, ha sido descartada.

El desuso de la palabra y de la institución misma se deben a múltiples factores: la paternidad responsable ha sido descartada; la preocupación por los hijos se traduce casi exclusivamente en sus necesidades materiales, dejando de lado, en el olvido, los buenos consejos, la dedicación; porque el televisor, con sus telenovelas y programas diversos de entretenimiento, ha ido ocupando el lugar que se merece el diálogo familiar, el compartir; porque la sexualidad ha sido tomada como un objeto de diversión y tenemos entonces tantas madres solteras o tantos hijos viviendo sin padres en las calles o, en el mejor de los casos, con una abuela o con una tía o algún pariente que los recogió y de hizo cargo del pequeño. Entonces no se conoce lo que es ni lo que significa la familia como para querer formar una, «Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la vida» (Carta del Papa Juan Pablo II a las familias, 1994). A esto se une la propaganda desmedida en todos los medios de comunicación de los métodos anticonceptivos y preservativos como una forma de divertirse sin “peligro” (léase: hijos y responsabilidad). De este modo, tristemente, los hijos dejan de ser “don” para ser estorbo.

¿Qué hacer entonces? ¿Qué está pasando?

Hay que leer las interrogantes que plantean los mismos jóvenes con sus actitudes rebeldes y violentas a sus mismos padres y a todos aquéllos que, con ayuda de los mass media, han colaborado a la desunión, desaparición o pérdidas de valores de las familias. ¿No son precisamente los hijos quienes “examinan” continuamente a los padres? No sólo lo hacen con sus frecuentes “¿por qué?”, sino también con su rostro, unas veces sonriente y otras velado por la tristeza. Es como si todo su modo de ser reflejara un interrogante, que se expresa de formas muy diversas, incluso con sus caprichos, y que podríamos traducir en preguntas como éstas: “Mamá, papá, ¿me queréis? ¿Soy de verdad un don para vosotros? ¿Me acogéis por lo que soy? ¿Os esforzáis por buscar siempre mi verdadero bien?”. (Encuentro del Santo Padre con las familias en la Plaza de San Pedro, 14 de octubre del 2000).

La Sagrada Familia de Nazaret nos presenta el prototipo de familia por la unidad, dedicación, cuidado recíproco de los esposos, la defensa del hijo, Hijo de Dios por el que todos también somos hijos de Dios.

Miremos hacia María, la Virgen Madre, que cuida y protege de su familia y de toda familia; que puede velar por nuestras familias, para que enseñe a los padres el valor de los hijos y la necesidad que ellos tienen del afecto, de dedicación, esmero, de ambiente de familia que le acoja, eduque que lo forme como ser humano.

La humanización de la persona comienza precisamente en el ambiente familiar, en calor de las llamadas de atención hechas con afecto como ayuda a superarse y ser mejor.

De qué pueden servir tantas ONG que se dedican a los niños de la calle si no hay dedicación por las familias, por promover la unidad de la misma, la responsabilidad en el amor.

Madre Santa, ayuda a nuestras familias.  

Editorial
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí