En julio de 2014, la dictadura de Daniel Ortega presentó la ruta del proyecto del Canal Interoceánico en el primer intento fallido por llevar a cabo esta megaobra, que originalmente fue concedida a la empresa Hong Kong Nicaragua Canal Development Investment Co. (HKND Group), del desaparecido Wang Jing, presentado en ese momento como uno de los hombres más ricos de China y quien resultó ser un estafador.
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Se habían valorado seis rutas propuestas. La elegida fue la “Ruta 4”, escogida por el concesionario HKND Group, que cruzaría Nicaragua de este a oeste, partiendo desde la desembocadura del río Punta Gorda (Caribe) hasta la desembocadura del río Brito, en Rivas (Pacífico).
Nueva ruta
La nueva ruta fue presentada este lunes 18 de noviembre por Ortega frente a un grupo de empresarios chinos.
Es más larga, abarcando unos 445 kilómetros. Parte de un puerto que se construiría en Bluefields (Caribe Sur), pasa por la parte norte del lago Cocibolca, entra al Lago Xolotlán, y sale por el puerto de Corinto, en el Pacífico del país.
El biólogo, investigador y ambientalista Amaru Ruiz enfatizó las omisiones que hizo Ortega al presentar la nueva ruta del canal, destacando sobre todo que es una “ruta bastante seca”, lo cual no se está tomando en cuenta, según Ruiz.
La mayor pregunta para el ambientalista es: ¿de dónde va a sacar el agua si no ha manejado las cuencas y los bosques del país?
“No tienen capacidad para tener recursos hídricos que les permita mantener la viabilidad de un canal de esta naturaleza y por esa ruta que es bastante seca, que necesita bastante agua”, manifestó Ruiz.
El investigador también señaló que Ortega no habló de las implicaciones de la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que declaró al Estado de Nicaragua “responsable internacionalmente por la falta de protección de propiedad comunitaria y de consulta adecuada” a las comunidades de los territorios rama, kriol y de la comunidad negra creole de Bluefields para la construcción del Canal.
“Luego de esta resolución sale presentando una nueva ruta de la que no se conoce ni viabilidad ambiental ni viabilidad técnica, ni que tengan los recursos financieros para llevarla a cabo, es decir, es una cosa que se saca de debajo de la manga para tratar de seguir vendiendo las ilusiones de un proyecto de esa naturaleza”, dijo Ruiz.
En busca de recursos financieros
Para el ambientalista, esta nueva movida de Ortega tiene el objetivo de lograr recursos.
“Está tratando de vender una ilusión a sus adeptos y tratar de conseguir recursos financieros frescos a través de un esquema que en su momento se descubrió que era un tema de corrupción, de falta de transparencia y falta de seriedad”, agregó Ruiz.
Por su parte, el líder campesino Medardo Mairena, quien estuvo al frente de las protestas contra el proyecto del canal interoceánico original, manifestó que la nueva ruta tiene “unas proporciones increíbles” y aun así no presentan estudios técnicos que demuestren su viabilidad.
Mairena coincidió con Ruiz en que la nueva ruta propuesta no es viable por falta de agua.
“Según nos han comentado algunos ingenieros consultados, esa ruta y las dimensiones contempladas no pareciera técnicamente viable, ya que requeriría de fuentes de agua sustanciales que no están disponibles a lo largo del recorrido, atravesando zonas secas que carecen de ríos caudalosos, en una situación climática de reducción del régimen de lluvias”, manifestó el líder campesino en el exilio.
Mairena valoró que la dictadura de Ortega con esta nueva propuesta está intentando que se olvide su “fracaso y vergüenza internacional con el anterior proyecto que entregaba la soberanía nacional a un oscuro empresario chino, que se encuentra económicamente quebrado”.
También dijo que Ortega intenta “engañar a inversionistas incautos que pudieran considerar hacer negocios en un país con un gran futuro por el inicio de una obra multimillonaria”.
Advierte nueva expropiación de tierras privadas
Mairena además considera que el régimen intenta “justificar nuevamente la expropiación de inmensas extensiones de tierras privadas, comunales y principalmente de campesinos a lo largo de la supuesta ruta, para continuar enriqueciendo a su familia y a su grupo de poder, apoderándose de grandes áreas en zonas muy productivas del país”.
“Consideramos que se trata de un anuncio irresponsable, propagandístico e irrealizable, que únicamente buscará robar propiedad de las comunidades indígenas, campesinas y de privados. Es también una forma de decirle a la Corte Interamericana que rechaza su fallo, y que él no está dispuesto a cumplir con las obligaciones que le impone el derecho internacional”, agregó Mairena.
La construcción de una mentira
El abogado y opositor Eliseo Núñez Morales manifestó que Ortega va a usar los proyectos en marcha en Bluefields y Corinto para crear la ilusión de que verdaderamente se está construyendo el canal interoceánico.
“Él ya tiene acordado, y eso ha sido público, con el BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica) y con los chinos ampliaciones de ambos puertos. Entonces él básicamente va a ocupar estos proyectos para cimentar la mentira que es el canal. Evidentemente los puertos requieren ampliación, se requiere un puerto en el Atlántico, pero un canal como él lo está planteando no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana y tampoco se ve entre los planes de los chinos, que están dedicados a otras áreas de América Latina”, manifestó Núñez.
El exdiputado recordó que Ortega constantemente “promete megaproyectos para mantener a su gente con una meta de bienestar inmediato”.
“Como él no conoce el concepto de trabajo sistemático, siempre va a apostar a enormes golpes de suerte o grandes negocios que no existen. Lo que sí sabe es que la mayoría de la población vive en la pobreza y que es natural que sueñe con salidas inmediatas a su situación”, dijo el opositor.
Igualmente, el economista y opositor en el exilio, Juan Sebastián Chamorro, valoró que esta nueva ruta de 455 kilómetros es cinco veces más larga que el Canal del Panamá, algo que duda pueda realizar la dictadura de Daniel Ortega.
“Este proyecto faraónico supera muchas veces el Canal de Panamá, sin contar con los daños ambientales que habría sobre el lago de Managua, la reubicación de miles de familias, expropiaciones de miles de hectáreas de tierra y las afectaciones que recorre esta megaobra que como digo solo está en la mentalidad de Daniel Ortega”, aclaró Chamorro.