Mientras se incrementan las presiones a las empresas de transporte aéreo, marítimo y terrestre, y Estados Unidos endurece los controles para el ingreso de migrantes irregulares por su frontera sur, en Nicaragua sigue perdiendo usuarios el puente aéreo establecido por el régimen Ortega Murillo para que a través del Aeropuerto Internacional de Managua Augusto C. Sandino los migrantes acorten su viaje. En junio, el tránsito de pasajeros registró un leve descenso con respecto a mayo, y en general, en el primer semestre del 2024 lo utilizaron 5,500 personas menos que lo registrado en el mismo periodo del año pasado.
Esa ligera reducción coincide con la que reportó en el primer semestre de este año la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por su siglas en inglés), en la cantidad de migrantes irregulares detenidos luego de ingresar sin visa a ese ese país.
La más reciente actualización de las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN), detalla que en junio 65,400 viajeros entraron a Nicaragua en avión, pero solo 54,900 salieron del país por vía aérea. Se presume que gran parte de los 10,500 que no se fueron en avión salieron del país por alguno de los puestos fronterizos terrestres, para avanzar por tierra por el resto de Centroamérica y México hasta llegar a Estados Unidos.
Con los de junio suman 387,700 los pasajeros que entraron al país en avión en el primer semestre de 2024, de ellos 342,300 salieron por esa vía. Eso implica que 45,400 se quedaron para seguir el viaje por tierra hacia el norte; esa cantidad es menor en 5,500 personas en comparación con los que se quedaron en el primer semestre del 2023.
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Menos migrantes usan aeropuerto de Managua
Ese grupo de 10,500 personas, que en su gran mayoría utilizó en junio la terminal aérea de Managua para acortar su viaje hacia suelo estadounidense, es menor en comparación con las 14,500 que usaron el mecanismo en mayo. Sin embargo, sigue siendo alto en relación con los grupos de entre 1,500 y 8,100 personas que ingresaron entre enero y abril de este año, cuando el tránsito de migrantes se redujo considerablemente tras el endurecimiento y ampliación de sanciones por parte de Estados Unidos a los involucrados en los vuelos chárter que traen migrantes a Nicaragua.
En noviembre de 2023 el Departamento de Estado de Estados Unidos impuso las primeras restricciones de visa a los involucrados en los vuelos chárter con destino a Nicaragua, estas frenaron los vuelos procedentes de las islas del Caribe y algunos países de América del Sur. Pero su salida del negocio dio paso a que por primera vez en la historia del aeropuerto de Managua llegaran vuelos directos desde Europa, Asia y África.
Lo malo es que no venían cargados de turistas, sino de migrantes irregulares deseosos de llegar a Estados Unidos. Esto provocó que en febrero de 2024 Estados Unidos ampliara las restricciones y que en marzo las extendiera a los ejecutivos de las empresas. Con ello el margen entre los pasajeros que entraron a Nicaragua en avión y los que salían se redujo considerablemente, pero en mayo se registró un repunte que resultó temporal ya que en junio volvió a bajar.
Baja el tránsito de migrantes
En medio de estas fluctuaciones Estados Unidos mantuvo sus presiones, ya que el pasado 13 de junio sancionó a un ejecutivo de una empresa de transporte de vuelos chárter “por facilitar la migración irregular a Estados Unidos a través de Nicaragua desde fuera del Hemisferio Occidental”.
Paralelamente, desde hace varias semanas Estados Unidos endureció las condiciones para el ingreso de migrantes irregulares al país. Solo los que tienen una cita en los puestos fronterizos autorizados para presentar su solicitud de asilo y consiguen la aprobación del funcionario pueden entrar. A los que se acercan a la frontera sin esa cita los regresan a México y este a su vez los traslada hasta la frontera con Guatemala.
Todas estas presiones provocaron que en el primer semestre de 2024, aunque llegaron al país más viajeros en avión, que en el mismo semestre del año pasado, menos personas se quedaron para seguir su viaje por tierra hacia al norte, lo que implicaría que entraron más turistas.
Baja ingreso de migrantes a Honduras
Las estadísticas del BCN detallan que en el primer semestre de 2024 entraron a Nicaragua por vía aérea 387,700 pasajeros y salieron 342,300, eso implica que unos 45,400 se quedaron y la gran mayoría siguió el viaje por tierra hacia el norte. Ese grupo es menor al de 50,900 que se quedó en el primer semestre del año pasado, cuando entraron en avión 316,500 personas pero solo salieron por esa vía 265,600 pasajeros.
Esto implica que unos 5,500 migrantes menos que en los primeros seis meses de 2023 usaron la terminal aérea de Managua para acortar su travesía hacia el llamado sueño americano.
Esta leve reducción también la reflejan las estadísticas de migrantes irregulares detenidos tras entrar si visa a Estados Unidos. Según los reportes de la CBP, en el primer semestre de 2024 detuvieron a 1.43 millones de migrantes irregulares, cifra menor en relación con los 1.44 millones detenidos en el mismo lapso de 2023.
En junio bajó el ingreso a Honduras
Las estadísticas del Instituto Nacional de Migración de Honduras (INM) también reflejan un leve descenso en el ingreso de migrantes irregulares procedentes de Nicaragua. Según sus reportes, en mayo de este año 45,927 migrantes irregulares entraron a ese país procedentes de Nicaragua, casi la mitad eran venezolanos y el resto de casi cuarenta países, muchos de ellos africanos y asiáticos. En junio la cifra se redujo a 28,360, siempre dominados por venezolanos, y el resto cubanos, asiáticos y africanos.
Cabe mencionar que los migrantes irregulares que entran a Honduras procedentes de Nicaragua no son únicamente los que llegan en avión, sino también los que transitan por tierra la región luego de ingresar a través del Tapón de Darién, que a partir de julio está cerrado por disposición del nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, lo que provocaría que en los próximos meses el flujo de migrantes sigan mermando.
En total, durante el primer semestre del 2024 ingresaron a Honduras procedentes de Nicaragua 248,035 migrantes irregulares, casi el doble de los 135,493 reportados en el mismo periodo del año pasado, lo que refleja el incremento del flujo de personas que ingresó a la región por el Tapón del Darién y que obligó al presidente Mulino a bloquearles el paso.