Luego de meses consecutivos de fuertes alzas, lo que ha ocasionado que muchos alimentos se conviertan en un lujo en la mesa de los nicaragüenses, el régimen de Daniel Ortega asegura que en julio la espiral alcista dio una tregua al bolsillo familiar al encarecer la canasta básica solo en cuatro córdobas con relación al cierre del primer semestre, según muestran cifras del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
En paralelo, la inflación exhibió una de las variaciones más lentas en lo que va del año, al repuntar 0.16 por ciento, empujando el acumulado a 3.02 por ciento y la interanual (es decir los últimos 12 meses) a 5.23 por ciento. La subyacente se situó en 4.18 por ciento.
La canasta básica, por su parte, comenzó la segunda mitad de este año en 21,019 córdobas, tras rebasar el mes pasado ese umbral al ubicarse en 21,015 córdobas. Es decir, solo el último mes esta se encareció cuatro córdobas.
No obstante, la cesta familiar de 53 productos y servicios básicos acumula un incremento de 1,566 córdobas en los últimos 12 meses y de 1,218 córdobas en respecto a diciembre pasado, cuando se situó en 19,801 córdobas.
La espiral alcista ha ocasionado que productos tan básicos como el queso, la carne, arroz y verduras se hayan convertido en un lujo para los nicaragüenses, en un país que es rico en producción de alimentos comparado con Centroamérica, donde la inflación es más baja.
Solo para comprar los alimentos y bebidas no alcohólicas una familia necesita tener en su bolsillo 15,220 córdobas, igualando casi el salario promedio nacional que hasta junio era de 15,320 córdobas. Es decir no permite la cobertura de otras necesidades como productos para el hogar y vestimenta.
Los alimentos más golpeados
De hecho, para comprar bienes como productos de higiene personal y el pago de alquiler (que incluye un monto fijo de 900 córdobas) en julio se necesitaban 3,609.73 córdobas. Y para la compra de algunas vestimentas para adultos y menores de edad se requerían 2,190 córdobas.
Pero ¿cómo se han comportado los productos claves en la dieta de los nicaragüenses en medio de la oleada de alzas de precios que comenzó en el 2021 y que no ha dado un respiro a los bolsillos?
La libra de arroz pasó de 18.49 córdobas en julio del año pasado a 21.42 córdobas en igual mes de este año, es decir un alza de 2.93 córdobas de ajuste en el último año. Eso ha ocasionado que para comprar las 38 libras establecidas para cinco personas, se necesiten 813.96 córdobas.
El aceite, que es importado en su totalidad, es uno de los más impactados por las alzas. El litro pasó de 55 córdobas a 67.41 córdobas, lo que equivale a un aumento de 12.41 córdobas.
En cuanto a los frijoles, un acompañante clave del grano blanco, estos se venden a 35.08 córdobas la libra, más barato que los 37.56 córdobas que costaban hace un año. Es decir por este alimento ha habido un alivio de 2.48 córdobas.
En este grupo de alimentos también el azúcar ha dado un ligero alivio, al no subir tanto como los comestibles anteriores. La libra se vende en 15.68 córdobas, un poco más caro que los 14.88 córdobas requeridos hace un año.
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Sobre las carnes
En el grupo de las carnes, llevar al plato posta de res también se ha vuelto un lujo para los hogares. La libra de esta se compraba hace un año en 141.62 córdobas y este año a 147.74 córdobas, es decir un alza acumulada de 6.12 córdobas.
La carne de pollo si bien sigue siendo una opción más accesible respecto a la carne de res, lo cierto es que este alimento también ha subido demasiado. En julio del año pasado una libra se vendía en 59.77 córdobas, pero este año vale 62.30 córdobas, un alza de 2.53 córdobas.
Tampoco el pescado es una opción de obtención de proteínas para la familia. Una libra de chuleta de pescado se compra en 107.02 córdobas, cuando hace un año se cotizaba en 95.22 córdobas, un alza de más de 12 córdobas, convirtiéndose en la carne que más ha subido de precios en el último año.
De esta manera la única opción que tienen las familias es consumir carne de cerdo, que es una de las proteínas de menor beneficio para la salud. No obstante, la libra de posta de cerdo se mantiene casi invariable respecto a hace un año: 89.20 córdobas, tres centavos menos.
Los acompañantes más inaccesibles
Tampoco el queso es una alternativa frente a las carnes. La libra de queso seco se encuentra por las nubes, con un precio de 134.17 córdobas, cuando hace un año se compraba en 120.75 córdobas, es decir un incremento de casi 14 córdobas, en un país donde se tiene el hato ganadero más grande de Centroamérica.
Los huevos, que antes eran un sustituto de las proteínas y el queso, ahora tampoco son una opción. La docena se compra en 74.57 córdobas, es decir en más de 6 córdobas un huevo, cuando el año pasado las 12 unidades se adquirían en 71.81 córdobas.
Por su parte, la leche se compra en 40.76 córdobas el litro, mientras el año pasado se requerían 38.72 córdobas. Esto ha implicado un desembolso adicional de 2.04 córdobas.
Los vegetales están por las nubes
Atrás no se quedan los ingredientes para las comidas. Los tomates, las papas y las cebollas se han vuelto inasequibles para el bolsillo de los nicaragüenses, convirtiéndose en los alimentos menos accesibles de la cesta familiar.
La libra de tomate, que hace un año se compraba en 19.81 córdobas, en julio de este año se había disparado a 32.69 córdobas, un aumento de 12.81 córdobas, lo que dificulta la compra de las 14 libras establecidas en la canasta.
Agregarle a la comida cebolla también es casi misión imposible. La libra se vende en 60.09 córdobas, cuando hace un año su valor era 38.22 córdobas. Lo que significa un incremento acumulado de 21.87 córdobas, uno de los encarecimientos más exorbitantes dentro de la canasta familiar.
A la ola alcista también se agregó la papa, cuya libra pasó de 31.82 córdobas a 57.38 córdobas en el periodo analizado. El alza acumulada es de 25.56 córdobas.
Aunque a menor ritmo, la chiltoma igual ha subido. Pasó de 49.07 córdobas el año pasado a 55.29 córdobas este año, es decir un alza de más de cinco córdobas.
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BM: la inflación sigue siendo alta
El Banco Mundial (BM) informó el mes pasado “que la inflación interna de los precios de los alimentos sigue siendo alta en muchos países de ingreso bajo y mediano. Una inflación superior al 5 por ciento se registra en el 59.1 por ciento de los países de ingreso bajo (sin variación desde la última actualización del 30 de mayo de 2024), el 63 por ciento de los países de ingreso mediano bajo (sin variación), el 36 por ciento de los países de ingreso mediano alto (5 puntos porcentuales más altos) y el 10.9 por ciento de los países de ingreso alto (3.6 puntos porcentuales más bajos)”.
Lo anterior pese a que en los mercados de los alimentos se han registrado reducciones. Según los índices de los precios agrícolas, de los cereales y de exportación bajaron un 8 por ciento, un 10 por ciento y un 9 por ciento, respectivamente, según el Banco Mundial.
En tanto, una caída de los precios del cacao (16 por ciento) y el algodón (11 por ciento) impulsó la disminución del índice de los precios de exportación. Los precios del maíz y el trigo bajaron un 8 por ciento y un 23 por ciento, respectivamente, mientras los precios del arroz cerraron en el mismo nivel, agregó.
En términos interanuales, los precios del maíz son un 28 por ciento más bajos; los del trigo un 8 por ciento más altos, y los del arroz un 18 por ciento más altos. En comparación con enero de 2020, los precios del maíz son un 10 por ciento más altos; los del trigo un 5 por ciento más bajos, y los del arroz un 46 por ciento más altos, precisó el organismo.