El aumento del caudal en el río Bravo, sumado a la apertura de las compuertas de las presas que funcionan en ese afluente, representan un “grave riesgo” para las personas que se “acerquen o intenten cruzarlo”, advirtió el Instituto Nacional de Migración (INM) de México.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de redes sociales, resaltó que abrieron las compuertas del afluente debido al aumento en el nivel.
“No pongas en peligro tu vida, no cruces”, recomendaron las autoridades migratorias de México en sus redes sociales la semana pasada.
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El río Bravo, también conocido como río Grande, está ubicado en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos, y es masivamente cruzado por personas que buscan llegar a territorio estadounidense desde la frontera sur de ese país.
Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, en enero pasado reveló a través de sus redes sociales, que solo en esa zona en los últimos tres años se han producido “2,300 muertes de inmigrantes ilegales por ahogamiento, agotamiento por calor, accidentes de vehículos o condiciones peligrosas atribuidas al contrabando de personas y a las duras condiciones ambientales”.
Nicaragüenses ahogados en el río Bravo
Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), a través de estadísticas divulgadas en su sitio web reveló que en el año fiscal 2024, es decir de octubre de 2023 a junio de 2024, han documentado 33,319 encuentros de migrantes de origen nicaragüense en la frontera sur de Estados Unidos.
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La mayoría de los encuentros de nicaragüenses —31,330—, según los datos de la CBP, se registraron en zonas donde para llegar a Estados Unidos los migrantes irregulares deben cruzar por el río Bravo, entre estas las áreas fronterizas Del Río, El Paso, Laredo, Valle del Río Grande, San Diego y Tucson.
En Del Río, en los primeros ocho meses del año fiscal 2024, se registraron 16,493 encuentros de nicaragüenses, es decir que la mitad de los encuentros que se han documentado en ese período fueron en esa área fronteriza, desde la que se cruza a través del río Bravo.
En lo que va del año, según reportes de Texas Nicaraguan Community (TNC), al menos tres migrantes de origen nicaragüense perecieron ahogados en las aguas del río Bravo. Las víctimas fueron identificadas como Luis Adalberto López Peña, de 42 años y su hijo Byron Adalberto López Fajardo, de 21 años; además Abel Arauz Moreno, de 39 años.