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A los 16 años Katherinne Peralta supo que debía migrar para cumplir su sueño de ser productora y cineasta, y algún día ganar un Óscar o un Emmy, dos de los premios más importantes en el mundo del cine y la televisión.
Katherinne, “con doble ene”, señala, mostró determinación con sus padres para que la dejaran salir de Nicaragua. Hoy es graduada de la Universidad Estatal de Florida (UFS, por sus siglas en inglés) y tiene una licenciatura en Producción de Medios Digitales. Pero esta joven va por más.
El año pasado renunció a su trabajo en la cadena CNN para estudiar una maestría en Comunicación Digital y Contenido Multimedia aplicando la inteligencia artificial.
Ella habla fascinada sobre este tema. Está convencida de que este es el futuro, pero sobre todo el camino para lograr su sueño de convertirse en una gran cineasta y productora audiovisual.
Purísima
Katherinne estuvo a punto de desarrollar y vivir su vida con epilepsia. Ella no recuerda mucho porque aún era una bebé, pero en sus primeros años de vida, sus padres andaban con ella entre hospitales y clínicas pasando consulta con neurólogos porque la niña había desarrollado una extraña enfermedad en su cerebro.
“Mi mamá hizo una promesa a la Virgen que si yo me sanaba entonces ella hacía la Purísima todos los años”, cuenta Katherinne.
Y así fue. La pequeña terminó por superar la enfermedad y creció como una niña común, mientras que cada año su madre celebraba la Purísima en su casa, tal y como lo había prometido.
Katherinne nació en 1997, en Managua. El pasado jueves 25 de julio cumplió 27 años. Estudió en el Colegio Teresiano y en su secundaria se vinculó a actividades de servicio social con su mamá porque en la escuela debía hacer obras comunitarias para poder graduarse.
La joven decidió ayudar a niños y mujeres con cáncer. “Mi abuelita murió de cáncer. Mi tía murió de cáncer también y mi tío, por parte de mi mamá”, relata, por lo cual, esta enfermedad era un tema sensible para ella y su familia.
En su adolescencia, Katherinne frecuentaba el Hospital del Niño La Mascota y también a los pacientes de Conanca para celebrarles cumpleaños y hacer actividades de recreación con ellos. Junto a su madre, a veces se iba al Hospital Bertha Calderón para acompañar y hacer actividades con mujeres que padecían de cáncer.
Por otro lado, la joven fue bien activa en aquellos años. Hacía natación y practicaba danza en la Academia Nicaragüense de la Danza. También aprendió a tocar piano, guitarra y cantaba. “Recuerdo que también entré al equipo de baloncesto (del colegio), pero no era muy buena”, cuenta con gracia.
Sin embargo, a Katherinne lo que más le gustaba en ese entonces era visitar a los pacientes con cáncer, de manera que cuando se graduó del Teresiano ella continuó asistiendo y se vinculó con organizaciones que trabajan con niños que padecían esta enfermedad. En la universidad, incluso promovió una iniciativa para que los estudiantes celebraran con una piñata al menos una vez al mes a estos niños.
Cámaras
El primer contacto que tuvo Katherinne con las cámaras y que la dejó fascinada con el mundo de la producción fue en 2013. Ella ya estaba terminando su bachillerato, pero fue a varios canales de televisión para promocionar una actividad que estaba organizando para niños con cáncer.
Katherinne recuerda que quedó sorprendida con todo el trabajo que hay detrás de cámara en un set de televisión. “Creo que me emocionaba ver a las personas trabajando en los medios y mi mayor sueño era trabajar en eso”, comenta.
El siguiente año, cuando ya le tocaba bachillerarse, empezó a buscar en las universidades del país. Lo más cercano que encontró era Comunicación Social en la Universidad Centroamericana (UCA), pero no había muchas opciones para estudiar cine, cámara y producción, que era lo que ella quería.
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Ahí supo que debía buscar otras opciones fuera del país. “A los 16 años yo ya sabía que quería migrar y me veía en Canadá o en Estados Unidos”, señala. Pero sus padres estuvieron en desacuerdo porque decían que todavía era muy joven para irse a vivir sola fuera del país.
Por otro lado, sus padres también le decían que la carrera que ella quería estudiar no le dejaría mucho dinero en el futuro y que mejor buscara otra opción.
Katherinne entró a estudiar Ciencias Políticas en Keiser University, en San Marcos, Carazo. “Entré a Keiser con el propósito de transferir los créditos eventualmente” a alguna universidad extranjera, señala. Estuvo estudiando esa carrera por un año mientras se dedicó a buscar becas en universidades del exterior. Tres universidades la admitieron, pero faltaba el visto bueno de sus padres.
La joven finalmente los convenció y a sus 18 años se fue a Canadá para estudiar en la Universidad de Toronto, con un programa en el que sería acogida por una familia canadiense durante un año mientras perfeccionaba su inglés y luego empezaba la carrera.
“Yo me sentía extraña. Era una cultura distinta. Pasé de tener mi desayuno con gallopinto, cuajada, queso y huevo a comer tostadas con mantequilla de maní y jalea”, comenta.
Estuvo en Toronto un año y luego se mudó con unos familiares a Miami en septiembre de 2016, debido a que sus padres no querían que estuviera sola.
Estando en Miami, se cambió a la Universidad Estatal de Florida para estudiar Producción de Medios Digitales, que era lo que finalmente quería.
ESPN y CNN
Como parte de sus prácticas profesionales, Katherinne colaboró con la cadena líder en deportes, ESPN. Su trabajo era cubrir algunos eventos deportivos en Florida y en el año 2020, en medio de la pandemia del covid-19, pudo graduarse.
Por la misma pandemia se le dificultó encontrar empleo pronto, así que empezó a hacer trabajos independientes. Luego aplicó para un puesto en la cadena de noticias CNN. En un primer intento fue descartada, pero aplicó por segunda ocasión y finalmente la contrataron como asistente de operación técnica a inicios de 2021.
Su trabajo era organizar la logística para que reporteros, presentadores y entrevistados se vieran y escucharan bien en pantalla. A los pocos meses, fue nombrada como operadora técnica y su trabajo se volvió un poco más complejo pues debía hacer los gráficos que aparecen en televisión, además de verificar el audio y controlar la parte robótica de las cámaras.
“Yo era la que conectaba por ejemplo a un reportero en Los Ángeles que necesita que lo escuche este otro reportero que está en Nueva York, entonces yo era la encargada que entre ellos se escuchen”, explica.
Desde los estudios de CNN, en Atlanta, Katherinne colaboró con la cobertura de la guerra en Ucrania, e incluso se encargaba de que el audio que llegaba en ruso pudiera ser traducido al instante. También recuerda otras coberturas importantes como las elecciones de medio término en Estados Unidos, o las elecciones presidenciales en Colombia.
En julio de 2023, Katherinne decidió renunciar a CNN porque la Universidad Estatal de Florida le ofreció una beca para estudiar una maestría y ahora está dedicada a hacer investigaciones sobre herramientas de inteligencia artificial.
Tiene previsto graduarse en mayo de 2025 y quiere enfocarse en el área de inteligencia artificial en cine y televisión. Por otro lado, Katherinne no se olvida de Nicaragua. Eventualmente regresa al país de vacaciones y para compartir con su familia.
Esta joven también aspira a crear un fondo para estudiantes nicaragüenses y que estos puedan aplicar a estudios en Estados Unidos. “Yo como estudiante he visto lo difícil que es encontrar becas. La mayoría son para personas ciudadanas o residentes. Yo creo que la educación te abre puertas y me encantaría apoyar a jóvenes nicaragüenses”, señala.