CONTENIDO EXCLUSIVO.
Por increíble que parezca, el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela podría ver su fin este domingo. Así lo presiente el periodista venezolano, Víctor Amaya, al igual que más de veinte millones de sus compatriotas que están llamados a las urnas para decidir el futuro del país, aunque tienen presente que la dictadura puede hacer de las suyas para que el resultado de los comicios le favorezca.
Amaya tiene 22 años de experiencia como periodista, tres menos de los que lleva el chavismo en el poder desde la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de Venezuela en 1999. Tras la muerte de Chávez, Nicolás Maduro tomó las riendas de la dictadura en 2013 y a criterio de Amaya, los venezolanos tienen una oportunidad para sacarlo del poder por la vía electoral.
El periodista nos cuenta en esta entrevista que en su país están conscientes que el escenario nicaragüense, en el que Daniel Ortega se ha perpetuado en el poder a través de fraudes electorales consecutivos, es posible. Y aunque no tienen muchas garantías y reina la incertidumbre, están convencidos de que Venezuela no será la misma después de este domingo.
Además, Amaya apunta a los siguientes seis meses como un periodo clave, pues será hasta el próximo 10 de enero de 2025 que el ganador de esta elección asumirá el poder y cualquier cosa puede pasar.
¿Qué expectativas tienen los venezolanos en las elecciones de este domingo?
Una de las características de esta campaña es el nivel de incertidumbre que se respira aquí en Venezuela. Mucha gente asume que la entrega de resultados por parte de la autoridad electoral se va a tardar mucho. Mucha gente no tiene claro qué va a pasar al momento que se anuncien los resultados en el sentido de que no necesariamente se ve que haya un reconocimiento a un triunfo opositor si fuese el caso.
También hay una expectativa de triunfo de los sectores opositores. No solamente el ánimo en la calle es bastante prometedor en ese sentido por lo que comentan las personas, sino porque las últimas encuestas que se publicaron la noche del pasado domingo, la mayoría daban como ganador a Edmundo González con una brecha importante que pareciera insalvable, que va entre 20 y 25 puntos de diferencia entre una candidatura y la otra. Todo eso sube los ánimos de expectativa y la posibilidad de que finalmente pueda ocurrir un proceso de cambio de gobierno por la vía electoral.
Mucho se habla de una elección arreglada porque el régimen de Maduro controla todo el aparataje electoral, tal y como sucede en Nicaragua
Hay varios elementos ahí. Lo primero es que nuestro sistema electoral es un sistema automatizado, se vota electrónicamente con máquinas de votación en la gran mayoría de las mesas electorales. Un mínimo porcentaje que están en zonas muy rurales son mesas manuales, pero es un mínimo porcentaje. Todos los testigos de la oposición y los técnicos de la oposición garantizan o confirman que el sistema en términos de programación electrónica no compromete la calidad del voto.
Ahora, hay otras condiciones. Lo primero es que el Consejo Nacional Electoral tiene un directorio de cinco rectores y de esos, hay tres a favor del oficialismo y dos con una posición más hacia la oposición. El presidente del Consejo Nacional Electoral antes fue contralor de la República y en algún momento fue diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, así como una rectora que se le califica como rectora de oposición porque fue una integrante de la directiva de un partido político de la oposición. La autoridad electoral tiene por lo menos simpatía en proporción de tres a dos.
¿Qué otras irregularidades podría señalar alrededor de esta elección?
Recordemos que a María Corina Machado se le impidió postularse como candidata y se argumentó una inhabilitación administrativa que le fue impuesta hace ya varios años. Esa inhabilitación cuando fue anunciada tenía un lapso para su vencimiento que ya se había cumplido, pero el contralor de la República en ese momento era el que ahora está presidiendo el Consejo Electoral y decidió que esa inhabilitación se iba a extender porque supuestamente ella había cometido delitos continuados contra la República y por lo tanto la inhabilitación ya no llegaba hasta donde llegaba, sino que se extendía hasta el año 2030.
LEA TAMBIÉN: Lesther Alemán: “A Daniel Ortega lo único que le hace falta es matarme”
También en Venezuela hay una disparidad importantísima en materia de uso de recursos públicos a favor de la candidatura de Nicolás Maduro. En Venezuela las fronteras entre partido, Estado y Gobierno se han diluido al máximo, entonces los organismos públicos o las instituciones del Estado, los funcionarios, hacen abierta campaña a favor de Nicolás Maduro violando la ley. Desde el año 2012, el Tribunal Supremo de Justicia decidió que el dinero es secreto de Estado, que eso es información privilegiada del Consejo Nacional Electoral entonces nadie sabe cuánto cuestan las campañas y de dónde viene el dinero y no sabemos por supuesto de dónde se financia el gobierno venezolano y las candidaturas del partido oficial.
¿Ha habido detenciones?
Hemos visto una andanada de detenciones arbitrarias a personas que le han prestado servicios a la campaña de la oposición. Se calcula que, durante esta campaña que empezó formalmente el 4 de julio, han detenido a más de 70 personas. Estamos hablando de activistas y organizadores de partidos políticos, pero también personas que han prestado camionetas para el traslado del candidato y de María Corina Machado. Hay personas que han prestado equipos de sonido para los actos de la oposición, personas que han brindado algún tipo de servicio técnico a los actos opositores.
También hay castigos, aunque no necesariamente detenciones, a hoteles, restaurantes, puestos de comida, servicios de transporte, o por donde haya pasado el candidato de la oposición. La policía política se ha llevado a todas estas personas y eso evidentemente ha hecho que la acción de hacer campaña sea un peligro para algunas personas o civiles que son castigados por acompañar la candidatura de la oposición.
¿Hay algún tipo de observación electoral para estas elecciones?
Está una misión del Centro Carter, muy pequeña, como de seis o siete personas. También vino un panel de expertos de Naciones Unidas que no van a ser observadores, pero enviarán un informe directamente al secretario general, Antonio Gutérres. También hay una organización que se llama Red de Observadores Electorales de la Asamblea de Educación que es una organización de observación nacional. Lamentablemente la observación internacional más robusta que se preveía, que era la de la Unión Europea, fue invitada a venir y luego des-invitada por la autoridad electoral argumentando que tenían que eliminar todas las sanciones impuestas a Venezuela. La Unión Europea no tiene sanciones contra el país o contra empresas o contra la economía venezolana, sino contra funcionarios específicos.
Había una misión que iba a enviar Colombia y que se informó que ya no venía, y una misión que iba a mandar al presidente Lula da Silva desde Brasil, pero también se informó que no vendría. También el expresidente argentino Alberto Fernández, que hasta hace poco era aliado de Nicolás Maduro, informó que también, teniendo ya en su mano la acreditación para ser veedor electoral en Venezuela, pues desistía de viajar porque desde el gobierno le fue informado que no era conveniente que viniera a Venezuela luego de haber dicho en una entrevista que él acompañaba el criterio del presidente Lula, de que si Maduro pierde una elección tiene que reconocer y entregar el poder. Se ha informado también por lo menos de dos deportaciones de periodistas extranjeros que han venido acreditados a cubrir la elección y fueron deportados en el aeropuerto. Hubo acreditaciones de prensa que se dieron a medios internacionales, pero hubo negativa de acreditar a periodistas específicos de algunas plataformas.
A pesar de este nivel de inseguridad, ¿están dispuestos los venezolanos a salir a votar?
Sí, hay un ánimo importante para votar. Las últimas encuestas daban una participación de hasta el 70 por ciento del padrón electoral, y además iba al alza. A pesar de las detenciones y de este sistema represivo más bien lo que hemos visto es un impulso. Hay un caso emblemático de un cierre de un negocio de comida muy humilde, en un pueblito perdido de dos mujeres que vendían empanadas y ahí comió María Corina Machado en una ruta hacia otro Estado. Al día siguiente llegó la autoridad tributaria y cerró el local. Ellas lo que hicieron fue ponerse a vender en la calle. La respuesta ciudadana a estas arbitrariedades ha sido: “Bueno, a mí lo que me queda es votar”.
Votar en Venezuela como dicen los analistas es una expresión política de bajo riesgo en el sentido de que hay una detención por participar en actividades de manifestación pública, no me refiero a protestas, me refiero a favor de una candidatura, pero el acto del voto no genera una detención. Entonces al ser una expresión política de bajo riesgo, se espera que sea el punto donde la gente finalmente responda.
¿Quién es Edmundo González? Hasta antes de esta elección era un completo desconocido
Él es un diplomático de carrera. Trabajó en la Cancillería durante muchos años. Sirvió a cuatro administraciones. Fue embajador en Argelia, en Argentina, fue un funcionario de la Embajada en Estados Unidos, de la Embajada en El Salvador. Es una persona que hizo estudios en la universidad pública en Relaciones Internacionales y entró a hacer carrera diplomática en Venezuela cuando era una carrera diplomática. El último momento de servicio fue en Argentina ya cuando Hugo Chávez era presidente, hasta el año 2002. Pasó a ser un jubilado de la Cancillería y desde entonces había estado bastante bajo perfil. Tiene un rol internacional pequeño y cuando se funda la Mesa de la Unidad Democrática, que fue la primera gran coalición partidista organizada que tuvo la oposición en el año 2010, Edmundo González asumió el rol de ser el encargado de Relaciones Internacionales de esa coalición de partidos.
¿Cómo termina él convirtiéndose en el candidato opositor?
Este año cuando se decidió buscar quién iba a inscribirse vista la imposibilidad de María Corina Machado, no dejaban incorporar a la candidata Corina Lloris que aspiraba a ser candidata en representación de María Corina Machado, y se acordó con el chavismo que se pudiera inscribir un candidato temporal y en este caso el que estaba anotado como presidente del partido era Edmundo González, pues simplemente lo postularon a él. La idea es que durante una semana se discutiera cuál era la candidatura que el Gobierno iba a permitir finalmente. Se determina que Edmundo González se quede con la candidatura en parte porque no se quería volver a pasar por el episodio de que el Gobierno empezara a vetar postulaciones.
Siendo alguien desconocido quizás el cálculo gubernamental era que un desconocido era más fácil de vencer en las urnas, pero lo que se ha visto es una consolidación de su figura siempre por el acompañamiento de Machado que le ha dado una transferencia de voto casi completo de su base electoral y que ha convertido a Edmundo González en una figura que habla poco, una persona mayor, serena, más bien como pausada en su andar y en su hablar y su experiencia de carrera diplomática y de servicio de Estado más bien le ha dado una buena valoración frente al electorado.
¿Qué tan cierto es que en un momento fue candidato de partidos aliados al régimen de Maduro?
Eso es falso. Nunca había tenido participación partidista y nunca había participado de actividades partidarias.
¿Qué promete González en su campaña?
Volver a tener un país donde las instituciones del Estado sean fuertes, sean independientes y respondan a lo que está en la ley y no sean utilizadas como la extensión de un partido político. Eso ha sido como su línea fundamental de discurso y además planteando el reencuentro de alguna manera de los sectores sociales, visto que buena parte de la campaña del chavismo ha estado enfocada en la división entre venezolanos. González ha insistido en la importancia de que se gobierne para todos y con que eso pueda conducir a una recuperación económica y a una recuperación social para que el país no solamente viva mejor, sino que además se detenga ese desangramiento social que se tiene con la migración venezolana. En la última década se cuenta una migración de 7.8 millones de venezolanos que son cifras de Acnur, lo cual es un éxodo brutal. Estamos hablando del 20 por ciento de la población venezolana.
¿Qué tan complicado fue para los opositores unirse de cara a esta elección?
Una vez que estaba Edmundo González ya anunciado no fue tan difícil porque bueno, era como que ya estaba inscrito y por fuerza de las circunstancias no se podía cambiar. La oposición venezolana viene teniendo discusiones internas hace muchos años. El año pasado logró organizar unas primarias en las que María Corina Machado salió vencedora con casi noventa y tres por ciento de los votos y eso ya de por sí convirtió a María Corina Machado automáticamente en la líder opositora por excelencia. En la oposición se entendió que había una posibilidad de finalmente por la vía electoral derrotar al gobierno de Nicolás Maduro y entonces empezaron a alinear las intenciones políticas y las actitudes políticas.
También existe la posibilidad de que Maduro resulte ganador de la elección, aunque sea con artimañas
Yo creo que de entrada Venezuela está encaminada a un escenario de conflicto, no me refiero a un escenario de protestas necesariamente ni de violencia, pero sí de conflicto político porque bueno entre la elección presidencial de este domingo y la toma de posesión del nuevo gobierno van a pasar casi seis meses. El nuevo presidente debería tomar posesión el 10 de enero de 2025. Entonces es un periodo muy largo entre una cosa y la otra, y eso puede generar inestabilidad y puede generar conflicto político.
Si Nicolás Maduro es declarado ganador de la elección, probablemente, vamos a ver. Eso dependerá de cómo ocurra. La oposición está logrando acreditar 30 mil testigos como mínimo, en las 30 mil mesas electorales y esos testigos se supone que tienen acceso al acta de las máquinas con la totalización de votos. La oposición ha dicho que ellos aspiran a tener todas las actas a la mano para poder hacer el conteo independiente de esos números y ha dicho que reconocerá una victoria de Nicolás Maduro en tanto esas actas así lo demuestren.
¿Qué papel juegan las Fuerzas Armadas en estas elecciones?
El ministro de Defensa dijo que las Fuerzas Armadas van a cumplir su rol de resguardar el voto y que, el que gane que asuma, que se prepare para poner su gobierno y ya está. Hasta ahora evidentemente la Fuerza Armada se presenta a sí misma como antimperialistas y profundamente chavista. El Gobierno siempre ha presentado a las Fuerzas Armadas como parte fundamental de la revolución bolivariana y que se presenta de entrada como chavista. Hasta ahora, lo que anuncia el Consejo Nacional Electoral es lo que la Fuerza Armada considera legítimo y legal, independientemente de que luego haya denuncias de que ha habido manipulación de los resultados.
Es difícil creer que el régimen de Maduro caerá en unas elecciones. ¿Hay alguna esperanza?
Cuando comenzó el proceso electoral, por marzo, cuando se anuncia la fecha y se pone el cronometraje electoral la mayoría del país pensaba que Nicolás Maduro va a ganar. Independientemente de que sea legítimo un triunfo, pero bueno, que no va a haber cambio de gobierno. Hoy en día, las encuestas han mostrado que esa noción ha ido bajando aceleradamente y ha ido subiendo la creencia de que la oposición puede ganar.
Yo diría que hay una oportunidad de una derrota electoral de Nicolás Maduro, pero de nuevo, hay un periodo que viene después del 28 de julio hasta el 10 de enero de 2025 que veremos en qué se traduce, incluso en el escenario de que Edmundo González gane la elección. Algunos actores del gobierno venezolano han dicho que reconocerían ese triunfo como el hijo de Nicolás Maduro, Nicolás Maduro Guerra, se lo decía al diario El País. Lo dijo también un gobernador, pero en general ese periodo posterior a las elecciones habrá que ver cómo se maneja.
Plano personal
Víctor Amaya es periodista venezolano con 22 años de experiencia. Es director editorial del periódico Tal Cual, que debido a la censura en los últimos años ha funcionado como un medio digital.
También es corresponsal del diario La Razón, de España, y de Radio Francia Internacional, además de ser fundador de un portal de verificación de datos.
Ha colaborado con medios de comunicación internacionales como la BBC, ABC de Australia, TRT World de Turquía, El Confidencial y La Gaceta, de España, entre otros.
Recibió el premio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a la excelencia periodística en 2017, además de otros dos premios de la SIP en 2018 y una mención especial en 2019.