El 9 de junio del corriente año se realizaron las elecciones europeas en las que los ciudadanos de la Unión eligieron a los diputados al Parlamento Europeo. En Francia, el partido político Renacimiento, del presidente Emmanuel Macron, sufrió un gran revés al obtener 13 parlamentarios contra 30 de la Agrupación Nacional (RN), liderado por Marine Le Pen. Ante este fracaso, el presidente francés disolvió la Asamblea Nacional (AN), y convocó de forma anticipada las elecciones legislativas, programadas la primera vuelta para el 30 de junio y la segunda para el 7 de julio.
Las elecciones legislativas eligen a 577 diputados en la AN, para ser mayoría se necesita 289 diputados. Por su parte las fuerzas de izquierda no se quedarían de brazos cruzados y formaron lo que se denominó La coalición de partidos políticos de izquierda francesa agrupadas en El Nuevo Frente Popular’ (NFP), creado precisamente para evitar el triunfo de la extrema derecha en estas elecciones legislativas, llamada así en honor al bloque Frente Popular, que en 1935 se opuso al fascismo. La coalición está formada por dos partidos de izquierda moderada, el Partido Socialista, de centro izquierda y el partido Verde, y dos movimientos de extrema izquierda, Francia Abierta y Partido Comunista.
El RN de Marine Le Pen ganó ampliamente la primera vuelta de las elecciones legislativas al imponerse con un 33,15 por ciento de los votos de los franceses, pero tendría que esperar hasta el balotaje para saber si obtendrían mayoría absoluta en la AN, lo que les daría el derecho a obtener el cargo de primer ministro. En segundo lugar, quedó el NFP con 28 por ciento, el partido de Macron solo obtuvo el 21 por ciento. El triunfo en primera vuelta de la ultraderecha francesa sorprendió y puso en alerta a Europa y al mundo político (pero Putin, se alegró) debido que el RN, se ha caracterizado por ser un partido político con ideas atrasadas, teocráticas, racistas, semitas, neonazis y homofóbicos, simpatizan con los talibanes y quizás con Isis, y no han llegado al poder desde la ocupación de la Alemania nazi en 1945, y aun así era el partido político que lucía ampliamente favorito para repetir en segunda vuelta.
Las fuerzas el NFP y Renacimiento cerraron filas y amparadas en lo permitido por la ley electoral francesa, en los distritos en que RN obtuvo triunfo ajustado, la alianza centrista y la coalición de Macron retiraron a más de 210 candidatos que habían quedado en tercera posición durante la primera vuelta, ya que eran un obstáculo para lograr la victoria en el balotaje. En Francia las coaliciones se realizan durante el proceso de elecciones, no después. Sin duda, un gran acierto de la izquierda francesa.
Los resultados de la segunda vuelta fueron una verdadera sorpresa, al haberlos ganado el NFP, y en segundo lugar quedó la coalición de Macron. Le Pen bajó al tercer lugar, la sorpresa fue que se daba como un hecho el triunfo del partido de Marine Le Pen, quien culpó a todos de haber estado en su contra, incluyendo a la prensa, por haber publicado la fotografía de una de sus candidatas con una gorra de la Lufwaffe nazi, y reconoció la estrategia de Macron de retirar a los candidatos de último lugar en diferentes circunscripciones, lo que le había otorgado el triunfo a la izquierda.
Estas elecciones son verdaderamente raras. Marine Le Pen es la versión de Donald Trump en Europa. Putin, se entristeció con el resultado del balotaje, Maduro y Europa se alegraron. El partido político ultraderechista presenta un programa más inclinado a la izquierda y la izquierda a la derecha. Lo que sí queda claro es que los inmigrantes no serán expulsados en masa, que Macron tendrá que retroceder la edad de jubilación a 60 años, y el presupuesto nacional francés se tendrá que inflar enormemente, según las promesas de campaña del NFP.
El autor es comentarista político.