Humberto Ortega Saavedra, hermano del dictador nicaragüense y exjefe del Ejército, se sumó a la lista de los ciudadanos declarados “traidores” a la patria, después de que el dictador afirmó este martes que su hermano cometió “una traición al pueblo, a la patria” por medio de “un acto de entreguismo y vergüenza nacional”, porque en los años noventa entregó un reconocimiento al teniente coronel Quinn, jefe de la Agregaduría Militar del Gobierno de Estados Unidos en Managua.
En el contexto actual, los “traidores a la patria” pierden la nacionalidad nicaragüense, tras la reforma constitucional exprés ordenada por la dictadura de Ortega y su esposa Rosario Murillo, el 9 de febrero de 2023, el mismo día que desterró y desnacionalizó a 222 presos político a Estados Unidos.
Para el régimen Ortega Murillo, todo nicaragüense que critique, se oponga o se exprese públicamente contra ellos, sus acciones o contra su proyecto político es un traidor a la patria, incluyendo sacerdotes, obispos, empresarios, campesinos, periodistas, estudiantes y ahora hasta su propio hermano.
La escalada represiva del dictador contra su hermano estalló tras la publicación de una entrevista a Humberto Ortega en el medio de comunicación Infobae, en la que este habló del vacío de poder que quedará cuando su hermano, de 78 años, se ausente inevitablemente.
Horas después de la entrevista, la Policía orteguista rodeó su casa, lo despojó de medios de comunicación, teléfono, computadora y al día siguiente oficialmente se confirmó que mantendrán a Ortega Saavedra “en permanente comunicación, coordinación y visitas”, lo que para los críticos significa una condición de casa por cárcel.
Gustavo Porras: “En otros países los fusilan”
La intencionalidad de matar a los traidores a la patria no es solo una interpretación de los hechos, sino algo que han expresado los adeptos del dictador. El presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras —quien dio trámite ágil a la reforma constitucional para desnacionalizar a los opositores—, dijo el 15 de diciembre de 2023, en su presentación de un resumen de las reformas constitucionales de ese año que lo menos que merece alguien que comete el delito de traición a la patria es quitarle la nacionalidad, porque en otros países los fusilan.
“Hay países de esos muy democráticos que los fusilan, en otros países los fusilan, los ejemplos de traición a la patria los fusilan. Nosotros simplemente: ‘Mirá no podés ser nicaragüense, andate, vivís renegando, andate’. Esa es una de las reformas”, dijo Porras.
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El mismo Humberto Ortega reveló en la entrevista a Infobae que los seguidores de su hermano han pensado eliminarlo por sus críticas.
El destino de los declarados “traidores”
Oficialmente existen 316 casos conocidos como “traidores a la patria”: los 222 presos políticos desterrados y otra lista de 94 opositores, quienes la mayoría ya estaban en el exilio cuando fueron desnacionalizados y confiscados.
Los traidores a la patria también han sido confiscados, ya que la dictadura les ha robado los bienes que tenían en el país, como propiedades, casas y cuentas bancarias. Apenas una pequeña parte de estos robos, según una investigación presentada por el Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción de Hagamos Democracia, le ha dejado al régimen 246.29 millones de dólares.
Además, hay más de 100 personas presas en Nicaragua por manifestar su oposición a Ortega y otro grupo de opositores que son obligados a firmar regularmente en las delegaciones policiales de sus localidades, por estar identificados claramente como opositores, críticos o por haber participado en las protestas de 2018.
El menú de los Ortega Murillo
La ex presa política desterrada y disidente del Frente Sandinista (FSLN), Dora María Téllez, un personaje que conoció de cerca a los hermanos Ortega Saavedra, no descarta ninguna acción del dictador, sabiendo que ha sido capaz de encarcelar, sentenciar y desterrar a sacerdotes y obispos.
“Todo está en el menú de los Ortega Murillo, que te quiten los teléfonos, que te quiten la computadora, que te den casa por cárcel, que te echen al Chipote, que te lleven a la (cárcel) Modelo y te aíslan como a monseñor Álvarez, que le dieron 26 años por traidor a la patria, que lo destierren, que lo desnacionalicen. Todo ese es el menú de los Ortega Murillo. Yo no descarto nada, porque ellos lo que han mostrado es que pueden hacer de todo a cualquier persona, no les importa nada, lo único que les importa es el poder político”, dijo Téllez.
El opositor y ex preso político desterrado, Juan Sebastián Chamorro, valoró que Ortega está dando un mensaje claro para que otros se abstengan de criticarlo, porque si es capaz de reprimir a su hermano, lo puede hacer con cualquier otro que se le oponga o lo critique dentro de sus mismas filas sandinistas.
“El dictador se mostró furioso, con rencor, ni siquiera podía mencionar el nombre de su propio hermano, sino que se refirió a él como el jefe del Ejército mientras la que tenía al lado (Murillo) sonreía complaciente”, dijo Chamorro.
Lo que realmente está pasando —de acuerdo con Chamorro— es que las declaraciones de Humberto en la entrevista “le pegaron duro a la dictadura y quieren mandar un mensaje clarísimo a ese círculo íntimo de poder que lo mantiene como es el Ejército y la Policía, de que no se van a permitir ningún tipo de críticas, sino que hasta su propio hermano puede ser declarado traidor a la patria”.