14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez habla durante una entrevista, este 21 de mayo de 2024, en Ciudad de Panamá (Panamá).EFE/Bienvenido Velasco

El escritor Sergio Ramírez: “Siempre vivo en Nicaragua a través de la literatura”

"Siempre mi escritura me está devolviendo al país perdido, que se vuelve un país imaginario. Yo puedo decir que siempre vivo en ese país (Nicaragua) a través de la literatura"

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez “vive” en Nicaragua a través de su literatura, incluso en su libro más reciente, a pesar de su exilio desde el 2021 y el despojo de su nacionalidad, que se rehúsa a perder, pues es en ese país “imaginario” donde permanece su infancia, su vida y sus recuerdos.

“Siempre mi escritura me está devolviendo al país perdido, que se vuelve un país imaginario. Todo lo que está en la memoria es imaginario. Uno va reconstruyendo y lo que no recuerda, lo inventa. Ese es el oficio del escritor”, dijo este martes en una entrevista a EFE el premio Cervantes.

Lea también: Más de 108 mil nicaragüenses han solicitado su pasaporte en lo que va del 2024

“Yo puedo decir que siempre vivo en ese país (Nicaragua) a través de la literatura”, señala desde Panamá por la celebración de la XI edición de Centroamérica Cuenta, el festival literario itinerante más grande de la región, dedicado este año a la poeta nicaragüense-salvadoreña Claribel Alegría.

Ese evento, fundado por Ramírez en Managua en 2013, se celebra por primera vez en Panamá desde este miércoles al domingo, reuniendo a escritores latinoamericanos importantes como Gioconda Belli, Leonardo Padura y Horacio Castellanos Moya, entre otros.

La mejor manera de extrañar un país es a través de la literatura”

En el año 2023, el Gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, lo despojó de su nacionalidad —al igual que a otras 94 personas—, pero dos años antes se había emitido una orden de detención en su contra, abocándolo a un segundo exilio tras su salida forzosa durante la dictadura de Anastasio Somoza.

“Peor todavía que me quiten el propio país impidiéndome regresar es que me digan que ya nunca pertenecí a ese país. Eso es una ficción. Nadie le puede quitar a uno el país donde nació, pero tengo que tomarlo como acto de imposición dictatorial, rehusarme a aceptarlo, pero vivirlo como una realidad”, expresa Ramírez.

Desde entonces vive en España, recordando ese país natal de volcanes y lagos a través de sus libros como El caballo dorado (Alfaguara, 2024) y Tongolele no sabía bailar (Alfaguara, 2021), los dos más recientes ambientados en Nicaragua.

“Creo que todo escritor tiene un eje que es su propia realidad (y) vivencia. Un país no es un hombre; un país es la infancia, el recuerdo, la experiencia… es la vida. Por tanto, la mejor manera de extrañar a un país es a través de la literatura haciéndolo posible”, alega Ramírez.

Ramírez formó parte activa de la historia de Nicaragua: participó en la revolución sandinista y tras derrocar a Somoza ascendió a ser el vicepresidente de Ortega durante el Gobierno sandinista (1985-1990), pero tras perder las elecciones frente a Violeta Chamorro y discrepar de las acciones de su antiguo compañero guerrillero, el escritor se alejó de la política.

Sobre ese pasado, el literato admite que “si volviera a tener la edad, seguramente volvería a hacer exactamente lo mismo”.

Lea además: La historia de fray Rafael Aragón, el dominico enamorado de Nicaragua que fue desterrado por Ortega

La escritura, un proceso de sanación

La escritura —para el novelista— es un proceso de “rendición de cuentas” que ayuda a sanar momentos complicados, como es este último exilio, al que califica de “duro”, pero “sobrellevadero” gracias a ese oficio.

“Si no hubiera sido inventado como castigo no sería duro. Quitarle a uno su país, cerrarle las puertas de regreso, siempre va a ser una pena. Hay que saber sobrellevarlo y creo que la mejor manera (…) es escribiendo sobre ese país, no olvidándolo. Siempre estará regresado en las memorias a través de la escritura”, dice.

Mientras se resigna a olvidar Nicaragua, articula: “Creo que uno siempre está apelando su propia conciencia de escribir, siempre hay un diálogo consigo mismo. La escritura viene siendo una rendición de cuentas, que es una buena sanación”.

El universo literario de Ramírez está inspirado —o ubicado— en Nicaragua, ejemplo de ello es su más reciente obra: El caballo dorado, una novela picaresca que da rienda suelta a la imaginación de Ramírez viajando desde la zona de los Cárpatos durante el imperio austro-húngaro hasta Managua en 1917, bajo la ocupación militar estadounidense.

El Premio Cervantes 2017 inicia ese libro con una cita del Quijote para relatar “el viaje que hace el carrusel (y) la princesa (coja) desde los Cárpatos (…) hasta llegar a las costas de Nicaragua en un momento en que un dictador está siendo derrocado y el país está viviendo la ocupación militar de los Estados Unidos”.

“Esta es una novela acerca de las ilusiones perdidas y de los grandes sueños”, agrega.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí