El acoso de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica de Nicaragua no da tregua en el país. Las celebraciones religiosas siguen relegadas a realizarse bajo encierro, dentro de los templos. En esta ocasión, los católicos no podrán celebrar el 44 aniversario de las ocho apariciones de la Virgen de Cuapa, en Chontales, como tradicionalmente lo hacían, en las calles, con peregrinaciones, vigilias y fiestas.
El presbítero Almer Moncada, rector del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Cuapa, durante la celebración de la eucaristía del domingo 28 de abril de la bajada de la Virgen de Cuapa, indicó que varios fieles ya le habían preguntado sobre las actividades del 7 y 8 de mayo, que “hasta el momento no hemos tenido una respuesta de las autoridades sobre qué nos van a permitir hacer”.
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Además, reveló que como parroquia ya habían hecho “la solicitud se ha enviado la carta para pedir el permiso” y que “al momento lo que se nos ha orientado y por parte del obispo de la Diócesis, monseñor Marcial (Guzmán), se nos dice que vamos igual que el año pasado, eso es sin vigilia y solo la celebración eucarística”.
Solo misas y rosarios
La parroquia Medalla Milagrosa de Camoapa, a través de sus redes sociales, compartió el programa oficial de celebraciones en honor a la Virgen de Cuapa en su 44 aniversario de apariciones, que abarca del 28 de abril al 8 de mayo, pero en este solo se incluyeron misas, rezos del rosario y novenario dentro del templo.
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El domingo 28 de abril, en la parroquia Medalla Milagrosa de Camoapa se realizó la bajada de la Virgen de Cuapa, junto con la imagen de la Virgen de Nuestra Señora Peregrina, pero los presbíteros se limitaron a exponerla ante los fieles siempre dentro del templo.
Desde que el orteguismo desterró en enero pasado a sacerdotes y obispos, que tuvo encarcelados arbitraria e ilegalmente, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, el acoso e intimidaciones contra la Iglesia han persistido, pese incluso a que el Vaticano y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) han cedido en hacer sus actividades bajo encierro y no cuestionan nada relacionado con el contexto sociopolítico del país.