El ensañamiento de la dictadura de Daniel Ortega contra la Iglesia católica nicaragüense continúa arreciándose en este 2024, las actividades religiosas y principalmente las programadas para Semana Santa han sido prohibidas. Según la abogada Martha Patricia Molina, 4,800 procesiones de Cuaresma y en la Semana Mayor no se podrán realizar por órdenes del régimen orteguista.
Según Molina —quien sigue de cerca los ataques que recibe la Iglesia católica de Nicaragua—, “esta cifra incluye los viacrucis de la Cuaresma, procesión del Domingo de Ramos y las procesiones de la propia Semana Santa” que este año será del 24 al 30 de marzo.
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Este año, en que la dictadura orteguista ha desterrado a más sacerdotes católicos, pocas parroquias han anunciado que realizarán las procesiones en los alrededores de los templos, sin embargo, “la gran mayoría efectuarán las procesiones intramuros, incluidas las catedrales de las diferentes Diócesis”, detalló Molina.
Sin autorización de la Iglesia
La investigadora a través de Facebook también denunció que las alcaldías municipales “están convocando a actividades religiosas de Semana Santa sin autorización y participación de la Iglesia católica”. Una contradicción de la política represiva que el régimen de Ortega y Murillo lleva aplicando a las tradiciones religiosas del país.
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En el caso de la capital, Molina especificó que la Arquidiócesis de Managua no realizará el Viacrucis Penitencial, que tradicionalmente era una de las actividades religiosas con más participación de fieles católicos.
Para Molina, en 2024 el panorama ha cambiado mucho y detalló que ha podido observar nuevas particularidades. Muchas parroquias y capillas han optado por otras actividades religiosas al no poder realizar procesiones afuera o adentro de los templos. Los rezos del Rosario o velar la imagen de Jesús de Nazareth en las iglesias son unas de las opciones a realizar durante la Semana Santa.
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La realidad vivida por el pueblo católico nicaragüense evidencia, según Molina, “que la etapa de los cristales rotos que comete la dictadura en contra de la Iglesia católica no ha cesado”. La abogada exhortó a Rosario Murillo a que “en los próximos días cambie de opinión y revierta las prohibiciones de las actividades religiosas que hasta el día de hoy siguen vigentes”.