Monseñor Silvio Báez estará ausente de la palestra pública por “varias semanas”. Esto ocurre desde que el Papa Francisco lo llamó a Roma, a raíz que El Vaticano negoció la excarcelación y destierro de los obispos Rolando Álvarez de Matagalpa e Isidoro Mora de Siuna, junto a 16 religiosos más. Desde esa fecha tampoco ha enviado el texto de su homilía a LA PRENSA, como cada domingo acostumbraba a hacerlo.
“Anda en otros lados, tiene retiros, tiene cosas que le ha pedido su comunidad, tiene confirmaciones y por las próximas semanas no va a estar porque tiene que viajar y cumplir un montón de compromisos que también como obispo le ponen, entonces no todo el tiempo puede estar aquí, eso es todo”, explicó el padre Marcos Somarriba a LA PRENSA.
Se tenía previsto que este domingo 11 de febrero presidiera una Eucaristía en acción de gracias por el aniversario de la liberación de los 222 presos políticos, sin embargo será el padre Marcos Somarriba el celebrante principal. En la misa tampoco estuvo presente el padre nicaragüense Edwin Román.
Agenda apretada
“Él anda como obispo confirmando y además de eso el tiene un trabajo en el seminario y los horarios del seminario a veces son bastante dificiles. Yo no conozco su agenda”, agregó el sacerdote, respecto a monseñor Báez.
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El 14 de enero de 2024 fue la última misa pública celebrada por monseñor Báez en la iglesia Santa Agatha en Florida, cuando entre lágrimas confirmó la llegada de los obispos y sacerdotes nicaragüenses a Roma. “La dictadura sandinista criminal de Ortega no ha podido contra el poder de Dios”, expresó en esa ocasión.