A medida que el flujo de migrantes de nicaragüenses apunta a un mayor control y reducción en las fronteras de Estados Unidos, en Nicaragua las autoridades empiezan a reducir sus expectativas de crecimiento de las remesas para este año, aunque admiten que seguirán siendo fundamentales en la expansión económica.
El presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, dijo esta semana que las mismas se van a estabilizar entre 420 y 450 millones de dólares mensuales, porque “no vemos nosotros el gran crecimiento que observamos durante los últimos 3 años”.
El superciclo histórico observado en las remesas desde el 2021 ocasionó que los envíos desde el exterior se duplicaran y alcanzaran niveles récord, que ahora representan más del 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua.
Incluso, un estudio del Banco Mundial reveló que Nicaragua está entre las 10 economías del mundo con la mayor tasa de crecimiento de estos envíos. En el 2022, Nicaragua ocupó el noveno lugar de los países con mayor tasa de crecimiento de remesas del año pasado y superada mayormente por naciones que tienen algún tipo de conflicto social. Estos países son Mauritania (280 por ciento), Azerbaiyán (159 por ciento), Irlanda (142 por ciento), Tayikistán (83 por ciento), Uzbekistán (80 por ciento) Islas Salomón (59 por ciento), Kazajistán (55 por ciento), Guinea (56 por ciento), Nicaragua (50 por ciento) y Georgia (46 por ciento).
Tal fue el aumento de las remesas en Nicaragua en ese año, que la tasa de crecimiento de esta supera la media mundial. El año pasado los envíos en 214 países crecieron 5 por ciento, por encima del 50 por ciento reportado en el país. Solo las remesas en países de ingreso medio bajo crecieron ocho por ciento.
En el caso del 2023, las remesas solo hasta noviembre totalizaban 4,239.8 millones de dólares, superando los 3,224.9 millones de dólares en todo el 2022 y los registros anuales de los últimos 20 años divulgados por el Banco Central de Nicaragua.
De incorporarse los flujos de diciembre, con facilidad el saldo del 2023 superará los 4,600 millones de dólares, que representarán casi el 30 por ciento del PIB de Nicaragua en el 2022, cuando este ascendió a 15,672 millones de dólares.
En el 2021, antes del superciclo de las remesas, estas solo representaban 15.17 por ciento y en el 2017, previo al estallido de la crisis sociopolítica en el 2018, estas con tan solo 1,391 millones de dólares equivalían al 10 por ciento del PIB (en ese año el tamaño de la economía ascendió a 13,786 millones de dólares).
Pero más allá de eso, lo cierto es que el superciclo de remesas de los últimos tres años ha revitalizado la economía, que sostiene al régimen de Daniel Ortega, con más de 9,612 millones de dólares, según cifras del Banco Central de Nicaragua.
En el 2021 estos ingresos crecieron 15.96 por ciento; en el 2022 la expansión saltó a 50.21 por ciento, y en el 2023 hasta noviembre se reportaba un aumento de 31.47 por ciento.
“Las remesas tienen su propia dinámica, este año (en realidad se refería al 2023) crecieron bastante, pero creemos que el año que viene (2024) van a estar moderadas. De hecho, en los últimos 4 meses del año del cual tenemos registro en el 2023, ya las remesas se han estabilizado alrededor de unos 420 millones de dólares por mes, se van a mantener”, dijo Reyes en una entrevista en un medio de propaganda de la dictadura el pasado 9 de enero.
Aún así, este año esperan “un monto muy importante, estamos hablando de alrededor de 4,500, 4,600 millones de dólares de ingreso de divisas para el país, que eso se va mantener hacia el año 2024”.
La posible razón del fin del ciclo
Las expectativas de menos crecimiento de las remesas del régimen de Ortega, que desde el 2018 impulsa una estrategia de incentivar la salida de nicaragüenses al exterior, la cual se acentuó especialmente en el 2022, coincide con la caída mensual de migración de nicas hacia Estados Unidos en el 2023.
Si bien en el año fiscal de octubre de un año a septiembre del año siguiente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) reportó la captura de 138,729 nicaragüenses, lo cierto es que los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2022 sumaron más de 90,000 detenciones de connacionales.
Por mes estaban ingresando por fronteras de Estados Unidos, más de 20 mil nicaragüenses, sin embargo, la cifra desde enero del 2023 se fue reduciendo a un ritmo de entre 3,000 y 6,000 por mes, lo que refleja la caída de flujo migratorio nicaragüense, lo que impacta las remesas.
Washington ha adoptado medidas para frenar la migración, mediante el establecimiento de un parole, que ha beneficiado a 44,000 nacionales, además de mecanismos más lentos para pedir cita en la frontera de Estados Unidos para solicitar asilo.
En respuesta a eso, el régimen de Ortega ahora ha cambiado su estrategia para seguir sacándole beneficio a la migración y ahora incentiva el cruce de migrantes del Caribe y varias regiones de África y otras parte de la antigua Unión Soviética hacia Estados Unidos, mediante el relajamiento del visado y facilitando la llegada de vuelos chárter, lo que tiene topado al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino con el tránsito récord de viajeros.
Régimen espera que el TLC con China le dé impulso
Ante la pérdida de impulso de las remesas, las que ya no observarían gran tasa de crecimiento, ahora la esperanza del régimen es que el Tratado de Libre Comercio con China, que entró en vigencia en enero de este año, le dé impulso a la economía, aunque señala que en su perspectiva de crecimiento de 2024, que la fijan en entre 3.5 y 4.5 por ciento, no tomaron en cuenta este factor.
“Nosotros estimamos que el PIB estaría creciendo también entre un 4.0 por ciento y 4.5 por ciento. De hecho, la puntual nuestra es 3.5 por ciento -4.5 por ciento. Lo hacemos así porque hubo factores de impulso importantes en 2023 que ahora pues van a amortiguarse un poco”, dijo.
“El sector exportador es el sector que va a continuar manteniendo los impulsos de la economía, y ahí hay que aprovechar todo, hay que aprovechar precios, hay que aprovechar la reducción de costos que ha venido observándose, muchos estabilizándose después de que tuvieron grandes incrementos. Ahora estos se vienen estabilizando. Eso ha contribuido incluso a que la inflación de los precios internacionales empiece también a encontrar un camino y la economía va a ir aprovechando todos estos elementos”, explicó.
Y añadió: “Los nuevos Acuerdos Comerciales, el TLC se acaba de recién firmar con China, representa una gran oportunidad, porque estamos hablando de que casi, o todos, nuestros productos de exportación están a tasa cero de arancel, y hay otros bienes también que se van a ir desgravando con el tiempo; por lo tanto, el país irá insertándose en esa dinámica y en esos mercados”.
“Entonces el sector exportador es el primer factor de impulso que generará un crecimiento, claro, que si se aprovecha el TLC con China se genera un factor impulso adicional a ese elemento”, precisó. “Es decir, nuestra estimación no toma en cuenta el TLC con China, entonces, todo lo que venga por esa ruta va a aumentar el crecimiento”, agregó.
Reyes reconoció que China no podrá sustituir ningún otro TLC, porque los exportadores no van a dejar su mercado tradicional (en este caso Estados Unidos) para atender a otro mercado. “El TLC con China tenemos que verlo como complementario a lo que ya existe, nunca un TLC se ve como un sustituto, porque los sustitutos son bien difíciles para el mundo de los negocios de encarar, porque cuando tú ya tienes establecido un mercado y tienes un comprador de tus productos, no lo vas a abandonar por irte a otro, sino que lo que tienes que hacer es aumentar tu producción para ofrecer al nuevo comprador tus productos”, explicó.