La nicaragüense Araceli Navarrete Gutiérrez, de 44 años, denunció recientemente haber sido víctima de discriminación laboral y acoso sexual en el restaurante de comida rápida El Pollo Loco, donde laboraba, en la ciudad de Huntington Park, California.
La denuncia, según el medio La Opinión, fue interpuesta ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) y el Departamento de Derechos Civiles de California por la migrante nicaragüense, quien tenía unos dos años de laborar para la empresa.
“Todo comenzó desde hace tres meses; fueron dos incidentes: primero me acosaban por no dominar bien el inglés, se reían de mi acento, un cajero me remedaba y mi jefa también”, aseguró Navarrete, originaria de Tipitapa, a ese medio.
Acosada sexualmente por el gerente
Navarrete, quien reside en la ciudad de South Gate, aseguró que el acoso sexual ocurrió hace un mes y medio; y fue hecho por el gerente del local identificado como Oscar. Según la denuncia de la mujer, este le hacía comentarios lascivos.
“Me preguntó, con voz sexual, cuándo iba a llamarlo. Lo hizo a través de nuestros auriculares de El Pollo Loco, para que mis compañeros de trabajo también pudieran escucharlo. Esto me hizo sentir incómoda y le pedí que parara”, refirió Navarrete en la denuncia, a la que tuvo acceso La Opinión.
La nicaragüense dijo conocer que el gerente ya había acosado a otros empleados y que la administración del local ya sabía del comportamiento de este.
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“Él me decía que yo lo ponía nervioso”. “Y yo le decía, ‘Oscar no digás eso’, y la verdad que me hacía sentir muy incómoda; también me decía que cuándo le iba a entregar el anillo de boda o qué clase de hombres me gustaban, jóvenes, mayores, blancos, negros”, agrega la mujer.
Fue despedida
Navarrete también denunció el momento en que chocó con el hombre, cuando ambos estaban entregando comida a los clientes. “Sentí que él me tocó los pechos y me sentí con pena y vergüenza: él no pidió disculpas y solo siguió avanzando”, dijo.
La mujer denunció la situación en el área de recursos humanos de la empresa y le aseguraron que harían una investigación.
Retomó sus labores y dos días después fue despedida a través de una videollamada. “Me corrieron del trabajo por el hecho de haber puesto la queja”. “Aquel fue el peor día de mi vida; pensaba ¿cómo voy a pagar la renta? ¿Cómo voy a darle de comer a mis hijos?”, se cuestionó la mujer.
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De acuerdo con La Opinión, el gerente no fue sancionado por su comportamiento.
Tanto Navarrete como otros trabajadores de la empresa se manifestaron el jueves pasado por el despido de la mujer y para exigir medidas que protejan del acoso sexual a los trabajadores.
Restaurante se pronuncia
Sobre el incidente, el restaurante emitió un comunicado donde aseguró, sin mencionar el nombre de Navarrete, que recibió el pasado 16 de octubre una queja de acoso sexual y que “inmediatamente iniciamos una investigación”, sin especificar si amonestó al acusado.
También aseguró que la Administración del Seguro Social de los EE. UU. (SSA por sus siglas en inglés) les informó que Navarrete no tenía autorización para laborar en Estados Unidos. “Informamos a la empleada sobre la discrepancia al día siguiente y le explicamos que, si bien no podíamos continuar contratándola hasta que resolviera la discrepancia con el gobierno, podía volver a presentar su solicitud”, dijo la empresa.
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También manifestaron que intentaron hablar con ella sobre la denuncia, pero “decidió no participar en nuestra investigación”.
“La empresa prohíbe estrictamente el acoso y la discriminación basados en cualquier característica protegida y aplica una política clara contra las represalias para garantizar que ningún individuo enfrente consecuencias por informar tales problemas”, dijo en el comunicado.