La Policía orteguista detuvo la noche del jueves al sacerdote Álvaro Toledo, párroco de Nuestra Señora de la Asunción en Ocotal, de la Diócesis de Estelí. Con esta detención ya suman a 12 los sacerdotes presos por la dictadura.
Siguiendo el mismo patrón de las detenciones de otros religiosos, la Policía sacó al padre Toledo de la Casa Cural, en Nueva Segovia. Hasta el momento se desconoce a dónde fue trasladado.
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“Esta noche a eso de las 10:30 p.m. la Policía ha llegado a casa cural y se han llevado a nuestro párroco Álvaro Toledo. Nos unimos en oración y seguimos pidiendo por nuestros sacerdotes”, denunció Radio Stereo Fe, de la Diócesis de Estelí.
La abogada e investigadora Martha Molina, quien se ha especializado en documentar los ataques de la dictadura contra el clero, había advertido que los secuestros de religiosos continuarían: “No hay poder humano nacional e internacional que lo pueda o quiera evitar. La vida del padre Toledo y de otros que están en listas de secuestro de la dictadura corren peligro. Es cuestión de horas que secuestren al resto”, advirtió.
“Los sacerdotes están solos. Los países/comunidad internacional ni siquiera quieren abrir sus puertas para evitar el encarcelamiento. He tocado puertas y no he sido escuchada”, agregó Molina.
El exfuncionario del poder judicial y experto en Administración de Justicia en el exilio, Yader Morazán, denunció también en sus redes que “sin denuncia, ni orden de captura, el padre Álvaro José Toledo, párroco de Nuestra Señora de la Asunción de Ocotal, fue privado de su libertad la noche de ayer y hasta el momento se desconoce su paradero”.