La periodista de Chinandega Josselin Nazareth Montes González se encuentra bajo custodia en el Centro de Transición de Broward, en Pompano Beach, Miami, Florida, a la espera de que un juez determine otorgarle el estatus de asilo político en la nación norteamericana o decida deportarla a Nicaragua.
Montes González asistió este martes 18 de abril a una cita con los oficiales de Migración y quedó retenida. “Nos informaron que ella tendrá que ir ante un juez”, explicó Pablo Cuevas, director de la Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos-USA , quien se movilizó hasta el centro de detención para brindarle asesoría a Montes.
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El abogado explicó que “es como un proceso penal, la citan a una audiencia preliminar donde el juez escucha el caso y luego señala las fechas de audiencia. La diferencia es que antes ella podía iniciar su proceso a través de una petición de asilo en libertad, y ahora ese proceso lo va a enfrentar en detención”, precisó Montes.
Cuevas indicó que intentaron este miércoles presentar un documento resolutivo, que describe y avala con soportes las persecuciones de las que ha sido objeto el periodismo en Nicaragua, y en el caso particular de Montes por ejercer su derecho a informar en el país. Todo esto para evitar que ella sea deportada.
“Ella va a un proceso judicial donde un juez determinará si se le permite permanecer en el país a través del estatus de asilo o la deportan. Nosotros tenemos la confianza de que no va a ser deportada, nosotros estamos figurando como testigos de que en Nicaragua corre riesgo”, recalcó Cuevas.
El director de la Defensoría lamentó que el caso de Montes ocurre por no haber iniciado su proceso de solicitud de asilo político en tiempo y forma, según lo establecen las leyes migratorias de EE. UU. Por lo que recomendó a los nicaragüenses a no dejar de realizar sus trámites migratorios en dicho país, y que se acerquen a las oficinas de la Defensoría en Miami.
“No puedo regresar a Nicaragua”
Montes había mencionado días atrás a LA PRENSA que demostró que en Nicaragua era perseguida y amenazada por los sandinistas debido a su participación en las protestas civiles de 2018. “Tengo asedio, persecución y amenazas de muerte, entonces no puedo regresar a Nicaragua”, dijo Montes vía telefónica.
Contó que además de sumarse en las protestas antigubernamentales, su casa en Chinandega era un punto de reunión de jóvenes opositores. “Yo fui parte de la brigada médica Álvaro Conrado en Chinandega, fue la única brigada médica que existió en el departamento, mi casa sirvió como refugio también”.
En Chinandega, según dijo, está siendo acusada por simpatizantes orteguistas de haber intentado quemar la Alcaldía de ese departamento el 30 de mayo de 2018, de pagar a las personas que se mantenían en los tranques y también del asesinato del secretario político perteneciente al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), José Manuel Espinoza, alias Chemaya.
Hostigamiento la llevó a migrar
Día y noche la casa de Montes era asediada por los sandinistas, lo que la llevó a salir de su municipio y cambiar de ubicación en estos últimos cinco años. Pero, al no resistir más esta situación, que implicaba no poder trabajar ni exponerse en público, decidió emigrar este año a Estados Unidos, y como miles de ciudadanos, entró de manera irregular por la frontera de México.
Sin embargo, contó que su caso tomó un proceso distinto al de la mayoría, porque ella había tenido una visa de turista en el pasado, que fue cancelada en 2016.
Montes dijo a este Diario que tras pasar por su primera audiencia con los agentes de Migración, le explicaron que no podía quedarse en Estados Unidos. Aunque la dejaron fuera del sistema de detención migratoria, la soltaron con un grillete en su tobillo derecho, para monitorear su ubicación y con la advertencia de deportación.
Montes tenía visa de turista antes de 2018. En 2016, ella viajó a Estados Unidos por dos meses para conocer el país, pero cuando iba a tomar su vuelo para regresar a Nicaragua, su visa fue cancelada sin mayores explicaciones.
Ella asegura que no se pasó del período de seis meses que podía estar en Estados Unidos como turista y además el documento tenía una vigencia de 10 años. El período de su visa se hubiese vencido el próximo año (2024). “Me hicieron una cancelación de visa que yo no sabía, que para ellos eso es una deportación”, dijo Montes.
Como periodista, Montes fue corresponsal de Canal 10, trabajó para el Canal 9 de Chinandega y tenía un programa pagado que se transmitía en una radio local. Estudió periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) y también estaba estudiando en la UNAN-León, pero su matrícula fue cancelada tras su participación en las protestas del 2018.