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CONTENIDO EXCLUSIVO.En medio de las dificultades que los representantes de las 19 organizaciones empresariales clausuradas enfrentan para liquidar a decenas de colaboradores que por décadas les prestaron sus servicios, economistas y especialistas en comercio exterior advierten que junto a la pérdida de empleos y deterioro del clima de negocios, el mayor impacto de esta decisión se reflejará en una merma generalizada de la inversión privada. Es decir, en la que realizan los empresarios locales y también la Inversión Extranjera Directa (IED), que desde el estallido social del 2018 ha venido en picada.
Hasta antes del estallido social del 2018, el país captaba alrededor de mil millones de dólares anuales en IED. Este monto disminuyó considerablemente por la crisis sociopolítica y luego por los efectos de la paralización que provocó la pandemia de covid-19. Sin embargo, el Banco Central de Nicaragua (BCN) reportó que en el primer semestre del 2022 el país captó 578 millones de dólares en IED.
Dicho monto representa un crecimiento del 272 por ciento con respecto al mismo lapso de 2021. Los principales sectores beneficiados fueron industria, comercio, minería y generación eléctrica, sectores cuyas cámaras fueron clausuradas.
“Hay que recordar que en todos los países, no solo en Nicaragua, el rol de las asociaciones o cámaras es precisamente agrupar a todas las empresas, agrupar al sector, promover nexos, promover networking (adquisición de contactos y de relaciones profesionales) y servir de enlace con las instituciones de los gobiernos para negociar políticas, normativas y leyes que regulan a cada sector”, señala un especialista en comercio exterior, que por temor a represalias solicita anonimato.
Cámaras daban garantía y representatividad
“Al estar sin cámara el gran reto también es para los empresarios locales. Ya que eran ellas las que analizaban las estrategias y tendencias. Las que decían hacían dónde van las relaciones, qué es lo nuevo que está pasando en el exterior, cómo adaptarse a esas nuevas exigencias y cómo aprovechar las nuevas tendencias”, dice la especialista.
Además cuestiona: “Ahora quién los va a asesorar, a través de quién recibirán la información que necesitan para desarrollar sus estrategias. Ser socio de cámaras les reducía costo porque con el pago de la membresía recibían asesoría especializada. Y ahora tendrían que pagar sus consultores y no todos tendrán esa capacidad. Habrá que ver si alguna institución estatal asume ese rol“, expone el especialista.
La Cámara de Industrias de Nicaragua, por ejemplo, había desarrollado un centro de capacitación empresarial, con varias aulas en su local. También era dueña del Centro de Producción Más Limpia, que este miércoles 8 de marzo, perdió su personalidad jurídica. Casi todas las cámaras daban capacitación a sus afiliados en diversas áreas económicas, fiscales, inocuidad y comercio.
El especialista añade que a través de esas funciones las cámaras empresariales le dan garantía y representatividad a los sectores. Esa parte es muy importante, especialmente a nivel de la Inversión Extranjera Directa (IED). Esto no quiere decir que se va ir la inversión que ya está.
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Clima de inseguridad para la inversión
“No, no es así… No se van a ir las que están porque sale más caro cerrar una empresa, pero al limitarse la representatividad las empresas quedan huérfanas. Es decir, que ante eventuales decisiones o políticas gubernamentales que le afecten, no tendrán apoyo y deberán asumir solas estas dificultades y esta falta de representatividad le quita atractivo al país para invertir. Por lo que será muy difícil atraer nuevas inversiones”, explica el especialista.
Por su parte, el economista y exdiputado, Enrique Sáenz, detalla que todos los inversionistas, sin importar su tamaño ni si son nacionales o extranjeros, necesitan ante todo seguridad para su capital. “Sea centroamericano, europeo, norteamericano o nicaragüense necesita ante todo confianza de que su capital está seguro y expectativas atractivas de utilidad. La confianza la otorgan principalmente un marco legal estable que asegure el respeto a los derechos, principalmente al derecho de propiedad”, dice Sáenz desde el exilio.
Por lo que las recientes confiscaciones a ciudadanos considerados opositores, a las más de tres mil organizaciones no gubernamentales (ONG) cerradas y de manera particular a las 19 cámaras empresariales clausuradas, pueden ser un signo de alerta para no invertir en Nicaragua. Los bienes de las 19 organizaciones clausuradas pasan al Estado. Incluso, desde el martes 7 de marzo, las autoridades del Aeropuerto Internacional de Managua asumieron la administración de los frigoríficos que la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) tenía en esa terminal aérea desde 1990, para prestar servicio de almacenamiento a los exportadores.
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Gremialidad empresarial puede ser criminalizada
“Otra condición fundamental al momento de invertir es la transparencia. Transparencia en la gestión pública y de los mercados: la corrupción, la competencia desleal, la arbitrariedad de las autoridades, conspiran en contra de estas condiciones. Y ante la posibilidad de posibles litigios o controversias, otro factor fundamental es la independencia del aparato judicial“, detalla el economista.
De hecho, la Cámara de Comercio albergaba el Centro de Mediación y Arbitraje, donde a las empresas les resultaba más ágil y barato resolver sus conflictos que ir a los tribunales ordinarios. Igualmente tenía el poder de emitir los códigos de barras de los productos a las empresas comerciales.
Adicionalmente, las relaciones internacionales cordiales con socios comerciales también son parte del ambiente que hace a un país atractivo para la inversión. Y esto tampoco lo ofrece Nicaragua. Ya que propicia enfrentamientos constantes con su principal socio comercial que es Estados Unidos.
“Todas estas condiciones se encontraban sensiblemente averiadas antes del severo golpe que significa el inicio de las confiscaciones. Y que se agravó ahora con la ilegalización de las organización empresariales. Porque es eso, la clausura de las cámaras significa que la organización empresarial es ahora ilegal y eventualmente puede ser criminalizada.
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Entorpecerá el financiamiento internacional
Ambos especialistas coinciden en que además de afectar la inversión nacional y extranjera, el cierre de las organizaciones empresariales afectará las relaciones con las fuentes de financiamiento y cooperación internacional.
“Aunque en los últimos años eso disminuyó muchísimo, las cámaras también gestionaban proyectos, en su mayoría para el fomento de la competitividad empresarial. Además, pertenecían a organismos regionales y a través de ellas accedían a la cooperación internacional para empujar diversas leyes y estrategias de promoción del comercio y la inversión de los que ahora Nicaragua quedará fuera”, dice el especialista.
Sáenz añade que el cierre de las cámaras también enturbia las relaciones con las instituciones financieras internacionales. Que aunque conceden poca importancia al respeto a los derechos humanos y a la represión política, le dan mucha importancia al clima de negocios. “En consecuencia, es importante enfocar la reacción que tendrán las autoridades de las instituciones financieras multilaterales, ya que incluso fueron señaladas en el informe de los expertos de Naciones Unidas”, dice Sáenz.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su última evaluación a la economía de Nicaragua y donde elogió las políticas económicas del régimen de Daniel Ortega, instó a las autoridades a mejorar el clima empresarial para aumentar la creación de empleos.
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Efectos en el Cafta y en el AdA
Con respeto a los efectos que puede provocar el cierre de las organizaciones empresariales en los tratados de libre comercio hay opiniones divididas. Sáenz considera que ante este ataque al sector empresarial, los actores políticos y económicos vinculados al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos (conocido como Cafta) y al Acuerdo de Asociación (AdA) con la Unión Europea (UE), que hasta ahora “estaban viendo hacia otro lado”, indudablemente comenzarán a inquietarse.
Y es que el Cafta, por ejemplo, tiene cláusulas relacionadas con la protección de inversiones, por lo que la decisión de Ortega de confiscar los bienes de las organizaciones empresariales aumenta el temor de que se pase a una siguiente fase: confiscar a las empresas directamente, algo que ocurre en Venezuela.
¿Puede ser expulsado el país del Cafta tras la clausura del sector privado organizado? El especialista en comercio exterior considera casi imposible que el Cafta resulte afectado, aunque admite que esta será una decisión política. Pero está casi seguro que Nicaragua podría ser expulsado del Cafta. De hecho el texto del Cafta solo menciona a las organizaciones empresariales en el capítulo referido a la protección del medio ambiente. Gracias a este tratado más del 60 por ciento del total de las exportaciones de Nicaragua llegan al mercado estadounidense.
El especialista en comercio exterior considera casi imposible que Nicaragua salga del Cafta. Primero porque el tratado no tiene ningún componente de gobernabilidad. Además, el peso de las inversiones estadounidenses es muy fuerte y ellos evitarían perjudicarlas. Además, desde el punto de vista técnico, solo contempla compromisos comerciales y económicos. Entonces solo que Nicaragua decida salir puede hacerlo, renunciando al acuerdo. Para dejarlo fuera, Estados Unidos tendría que negociar otro tratado y dejar fuera al país.
Sin embargo, con el AdA la historia es diferente, este acuerdo tiene un pilar de gobernabilidad y perfectamente puede aplicarse y dejar fuera al país. En esto coinciden ambos especialistas, que no dudan que las autoridades de la UE invoquen ese pilar de gobernabilidad y dejen fuera a Nicaragua.