Hilfrem Saborío junto a un amigo fue a recoger a su pareja que ingresaba al país por punto ciego, por temas de seguridad. Sin embargo, este grupo de jóvenes fue sorprendido y posteriormente capturado por el Ejército de Nicaragua, el primero de noviembre en las inmediaciones del río Sapoá, en el departamento de Rivas.
Saborío junto a Mildred Rayo y Miguel Flores, pareja y amigo respectivamente, forman parte de los 222 presos políticos que fueron desterrados el 9 de febrero. Además, estos fueron despojados de su nacionalidad.
Hilfrem René Saborío Rocha, de 22 años es egresado de la carrera de Ingeniería en Computación de la Universidad Nacional de Ingeniería. Afirma que nunca ha estado directamente involucrado en la lucha cívica, ni ha formado parte de grupos de activismo.
Los otros dos jóvenes con lo que detuvieron a Saborío, Rayo y Flores son miembros de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). La acusación contra estos tres jóvenes no especificaba los supuestos delitos que habían cometidos, pero tenía radicado un número de caso y sería llevado a cabo en el Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencia, a cargo de la jueza Karen Vanessa Chavarría Morales.
Saborío se definió como un niño bueno, sus padres se esforzaron para que él y su único hermano fueran personas aplicadas en el estudio, pero además de darles una crianza donde los valores predominaban.

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Condiciones carcelarias
El Ejército capturó a este grupo de jóvenes bajo el argumento de “investigarlos”, pero fueron los agentes de la Policía Nacional quienes oficialmente los encarcelaron.
Estuvo detenido en el Distrito 3 de Managua, las condiciones de la celda donde permaneció poco más de tres meses era deplorable, aunque no estaba completamente sellada. El viento, rayos del sol, sereno y corrientes heladas se filtraban haciendo insoportable su estadía.
Las autoridades carcelarias no le permitían tener calcetines o alguna manta para poder cubrirse del frío. Les asignaron trajes de reos, el de Saborío era de short lo que hacía peor las noches heladas porque padece de asma y sus crisis aumentaban por estas condiciones.
En 2015, Saborío estuvo en un accidente vehicular y su espalda quedó afectada. Tenía que dormir sobre losetas de concreto aumentando sus afectaciones en la espalda. Esto empeoraba sus crisis del asma por el contacto frío del cemento con el cuerpo.
Además, el poder ducharse también lo afectaba porque para poder asearse les tocaba bañarse con agua amanecida de una pileta sucia.
La hora de la comida tampoco tenía mejores condiciones. Los alimentos eran llevados por sus familiares, pero no les permitían tener acceso a platos, ni cubiertos. Tenían que comer en las bolsas que les llevaban la comida y a veces hasta con la mano.

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Suprimido de la nacionalidad
A los 222 desterrados les fue arrebataba inconstitucionalmente su nacionalidad. Saborío ha tomado la decisión, junto a su pareja, de quedarse en Estados Unidos. Agradece que le hayan abierto las puertas, así como a los distintos gobiernos que han expresado la solidaridad.
Iniciarán el proceso de asilo en suelo estadounidense, porque luego de analizar las diferentes circunstancias, para ellos les resultaría más fácil acceder a una calidad de vida digna en Estados Unidos.
Ahora que se encuentra en el exilio tiene diversos planes para continuar con su vida. La primera de sus metas es perfeccionar el inglés porque, aunque tiene cierto manejo de este idioma, necesita alcanzar un nivel más alto para poder obtener un trabajo y seguir estudiando.
Aun no tiene claro si va a estudiar una carrera técnica, entrar a una maestría o diplomado. Quiere tomar la oportunidad que se le presente y le ayude a desempeñarse como profesional, porque esos eran los planes que tenía en Nicaragua.
