El régimen de Daniel Ortega liberó y desterró a Estados Unidos a 222 presos políticos en Nicaragua la madrugada de este jueves. Los presos políticos desterrados aterrizaron en Washington y fueron trasladados a un hotel donde reciben atención médica.
Parole humanitario
Estados Unidos recibirá a los 222 desterrados y les ofrecerá parole humanitario por dos años, confirmaron fuentes diplomáticas a medios internacionales. El New York Times reveló que a 224 presos se les ofreció refugio en EE. UU., pero dos se negaron.
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La liberación
En un discurso brindado este jueves, el dictador Daniel Ortega dijo que la idea de enviar a Estados Unidos a los presos políticos fue de Rosario Murillo. “Me dice Rosario, y ¿por qué no le decimos al embajador que se lleve allá a todos estos terroristas?”, contó Ortega y aseguró que no tienen ninguna intención de negociar con Estados Unidos. ” No estamos pidiendo que nos levanten las sanciones, no estamos pidiendo nada a cambio, es un asunto de honor, dignidad, de patriotismo, que se lleven a sus mercenarios, que se los lleven”, dijo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que “La liberación de estos individuos (…), por parte del Gobierno de Nicaragua marca un paso constructivo para abordar los abusos de derechos humanos en el país y abre la puerta a un mayor diálogo entre los Estados Unidos y Nicaragua sobre temas de preocupación”.
Régimen les quita la nacionalidad nicaragüense
El régimen orteguista modificó la Constitución Política de Nicaragua, su artículo 21, y aprobó una iniciativa de ley para poder despojar a los presos políticos de su nacionalidad. La Ley para la Pérdida de la Nacionalidad nicaragüense establece que toda persona “sentenciada en la Ley 1055, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autodeterminación para la Paz, perderá la nacionalidad nicaragüense”. Y tras la reforma el artículo 21 se lee así: “La adquisición, pérdida y recuperación de la nacionalidad serán reguladas por las leyes. Los traidores a la patria pierden la calidad de nacional nicaragüense”.
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Los que permanecen encarcelados
Monseñor Rolando Álvarez quedó en manos de la dictadura orteguista, no fue desterrado. Según fuentes extraoficiales Álvarez se negó a ser expulsado de Nicaragua. A mediados de enero, el obispo hondureño monseñor José Antonio Canales dijo a LA PRENSA que la dictadura ofreció a Álvarez el exilio a cambio de su libertad. “No lo han doblegado”, aseguró Canales. En las cárceles de Nicaragua quedan aún 38 presos políticos, según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, que publicó la lista este jueves.
Suspensión perpetua
Los desterrados, que fueron declarados en la sentencia del Tribunal de Apelaciones como “traidores a la patria”, quedan inhabilitados de forma perpetua “para ejercer la función pública en nombre del servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargos de elección popular, quedando suspensos sus derechos ciudadanos de forma perpetua”.