El abogado en el exilio Yader Morazán reportó este miércoles a través de su cuenta de Twitter que la dictadura de Daniel Ortega expulsó del país a dos sacerdotes extranjeros, en un contexto de persecución, hostigamiento y detención de los miembros de la Iglesia católica que son críticos de su régimen dictatorial.
“Dos sacerdotes catecúmenos, uno colombiano y el otro ecuatoriano que estaban en la Arquidiócesis de Managua, realizarán su misión en Costa Rica porque fueron expulsados por el régimen de los #OrtMu. Mientras tanto, 14 personas entre sacerdotes y laicos siguen presos”, escribió Morazán en sus redes.
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Los ataques de la dictadura de Ortega a Iglesia católica incluyen sacerdotes presos, enjuiciados y condenados. La persecución ha obligado a otros a exiliarse y algunos se les ha negado la entrada al país. Ortega también ha cerrado medios de comunicación católicos e impide las actividades religiosas en todo el país.
Entre los religiosos presos destaca el caso del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, uno de los más críticos contra la dictadura y que resistió los ataques del orteguismo dentro del país hasta que fue detenido la madrugada del 19 de agosto de 2022, junto a otros seis sacerdotes, dos seminaristas y un laico, quienes lo acompañaron mientras la Policía lo mantuvo retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa.
Además, Ortega le ha negado el ingreso al país a sacerdotes nicaragüenses. Entre los casos que destacaron está el del sacerdote jesuita José Alberto Idiáquez, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), quien viajó a México para atenderse un problema de salud y a su retorno en julio pasado el régimen le negó la entrada a Nicaragua.
En septiembre pasado, Migración y Extranjería negó la entrada al país al sacerdote Guillermo Blandón, párroco de la iglesia Santa Lucía, de Boaco, quien regresaba de Israel y en el aeropuerto de Miami le comunicaron que no podía ingresar a Nicaragua.
Además expulsó a las monjas Misioneras de la Caridad, de la Orden Madre Teresa de Calcuta, en julio, tras la cancelación de la personalidad jurídica de su asociación.
En Nicaragua, hay al menos 15 procesos penales en contra de sacerdotes y personas relacionadas con la Iglesia católica, como parte de un contexto de persecución contra todo el que critique o se exprese en contra del régimen Ortega Murillo.