La presencia de fuertes vientos en el territorio nicaragüense durante los primeros meses del año es característica de la temporada de verano, y ocasiona que la población se vea afectada por las enfermedades respiratorias y las alérgicas o de la piel, sobre todo, cuando las personas no aplican las medidas de protección, advierte el doctor Leonel Argüello, autor del blog Por tu salud Nicaragua.
“En este mes de enero en Nicaragua estamos con bastante viento, y los vientos a su vez acarrean polvo, microorganismos y otras sustancias; y aumentan algunas enfermedades específicas de este tiempo, como las enfermedades respiratorias, alérgicas o dermatológicas”, señala el médico.
Con la llegada del verano, predominan las altas presiones —y a inicios de año, las fuertes ráfagas de viento— y esto propicia que se proliferen las afectaciones comunes de alergias, hipertensión, presión alta, y enfermedades respiratorias, todas estas estimuladas por el calor y el viento.
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“El viento y el polvo producen alergia, y la alergia la ves manifestada de dos maneras: uno, se expresa en la piel; y dos, se expresa con estornudos, signos respiratorios, secreción nasal, picazón en la nariz y ojos. Todo este viento de enero facilita estas enfermedades, más cuando las casas se llenan de polvo”, refiere Argüello.
El médico recomienda mantener siempre a mano un pañuelo y una botella de agua, sobre todo cuando las personas anden en la calle, para que se cubran, especialmente el rostro, de los vientos y el polvo y a la vez se hidraten.
Otro de los consejos que ha compartido una dermatóloga es que ante los fuertes vientos, polvazales y el sol, las personas usen camisas que protejan el cuello y los brazos para evitar la resequedad que provocan los vientos. Además de usar cremas hidratantes, tanto en la mañana como en la noche, jabones suaves o dermolimpiadores y agua fría.
La rinitis alérgica, sinusitis alérgica, eccema alérgico y resequedad de la piel, son algunos de los padecimientos dermatológicos de esta temporada, según el especialista.
Cuidado con los cambios bruscos de temperatura
El descenso de las temperaturas que comenzó a registrarse en los últimos tres días también propicia afectaciones a la salud. Los más afectados son los niños y los ancianos, que desarrollan enfermedades respiratorias, debido a que en el día el ambiente es caluroso y en la noche cambia drásticamente a frío.
“Los cambios de temperatura bruscos que estamos observando en Nicaragua disminuyen las defensas si la gente no está debidamente preparada, y nos vuelve más propensos a enfermedades respiratorias”, manifiesta Argüello.
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Según el escueto informe epidemiológico que brindó la vocera y vicepresidenta del régimen orteguista, Rosario Murillo, en su alocución del 16 de enero, ya se reporta un incremento en los casos de neumonía, pero están “tratándola”.
Para Argüello, este incremento es por los cambios de temperaturas y por la circulación simultánea de varios virus respiratorios.
El especialista recordó que en Nicaragua aún circula el virus que provoca el covid, así como la influenza y virus sincitial respiratorio, por lo que recomendó mantener al día los esquemas de vacunación contra enfermedades respiratorias.
Enfermedades vectoriales
Con respecto a los casos de dengue y malaria, estos también se han incrementado, según informó Murillo el 16 de enero. Pero según el médico, estas enfermedades se vienen “arrastrando” de la temporada de invierno. Por lo que espera que en tanto transcurra el verano la población de mosquitos transmisores disminuya y el comportamiento de estas enfermedades se mantenga a la baja.
El especialista considera que el Ministerio de Salud (Minsa) debe aprovechar la temporada de verano para eliminar los criaderos y fortalecer la prevención de las enfermedades que transmiten los mosquitos.