El reciente comunicado de la Presidencia en el que confirman que el dictador Daniel Ortega visitó a su hermano menor Humberto Ortega, exjefe del Ejército, el pasado 23 de diciembre, en su residencia ubicada en el kilómetro 11 de Carretera a Masaya, en Managua, explicando que en el encuentro “no hubo intercambio político”, sino que estuvo motivado por temas familiares y de salud, ha generado muchas conjeturas.
Según analistas consultados por LA PRENSA, el comunicado en que el régimen descarga una verborrea aclarando los motivos de la visita es de un claro mensaje para sus bases y allegados íntimos, descartando algún tipo de arreglo político entre ambos hermanos.
“Ellos están en un proceso de sucesión familiar, entonces hay mucha gente que ha comprometido su capital político con esta sucesión familiar, y hay otro que ha comprometido a las instituciones a las cuales pertenecen, en el caso del Ejército y la Policía. Esta explicación que ellos están dando no es para el público en general sino para toda esta gente que de pronto pueden creer que están haciendo algún tipo de arreglo y los están dejando al margen”, opinó el analista político y exdiputado liberal, Eliseo Núñez.
Ortega busca una ruta
“Yo tiendo a creer que el tema de la visita familiar es real, con una limitación, Ortega está rehaciendo los lazos con su familia para tener opciones adicionales, es decir, yo no miro una negociación inmediata, pero el hecho de que Ortega genere ese lazo basado en el tema familiar implica que él está tendiendo una ruta que la puede ocupar más adelante. No creo que haya empezado una negociación política con Humberto, pero sí creo que para tenerlo como lazo en caso de que fuese necesario”, considera.
A tres meses del estallido de la crisis de 2018, durante el incremento de la represión estatal a las manifestaciones sociales, el general en retiro pidió en una carta pública a su hermano “desactivar de inmediato las fuerzas policiales” y “adelantar las elecciones presidenciales de 2021” para superar la crisis sociopolítica, que dejó un saldo fatal de más de 350 muertos, miles en el exilio y a la fecha 237 presos políticos.
Meses más tarde, el dictador tildó a su hermano de “traidor” y “vendepatria” y lo ha acusado de “defender a terroristas”, como descalifica Ortega a los opositores a su régimen.
¿Murillo estará molesta con el encuentro?
A criterio de Núñez, este paso “molesta muchísimo” a la primera dama y vicepresidenta designada Rosario Murillo. “Si la ecuación al final de la sucesión no reúne las variables necesarias tiene más probabilidades de ser como sucesor de Daniel un hijo de él que Rosario misma, entonces Rosario mira el peligro del acuerdo que tiene con Ortega. Hasta el día de hoy la sucesora de Ortega es Rosario Murillo, no es ninguno de sus hijos”, expresó el analista,
Asimismo indicó que “es una línea que ellos han establecido y que a ella esta visita le causa una preocupación porque pudiera generar la probabilidad de un cambio a esa línea que ya ha acordado ella con Daniel, y como dije al comienzo, hay un montón de gente comprometida en esto que ha abandonado lazos históricos adentro del Frente con tal de apoyar la sucesión de Murillo, principalmente la gente del Ejército y la Policía, que se han vuelto en utilitarios a la sucesión familiar de Ortega-Murillo”.
Según Núñez, el Ejército y la Policía “no tienen decisión propia, están totalmente sometidos a Murillo porque están claros que ella es la que va a suceder a Ortega, entonces, el discurso este es para esa gente que ha comprometido todo su capital político con apoyar a Murillo como sucesora de Ortega”, reiteró.
Para el exdiplomático José Dávila Membreño, “no es que una plática de los hermanos Ortega vaya a resolver la grave crisis del país, eso está lejos de ser posible, pues son ellos los causantes de la crisis, sino lo notorio es que les ahuyenta, les horroriza solo la mención de buscar una solución a la crisis”.
A la vez agregó que está claro que “no quieren solucionar la crisis, y se creen eternos. Nicaragua sigue estancada y la dictadura no da muestras de querer rectificar, pues solo la idea de hablar de solución a la crisis les da alergia”.
Además señaló que “no se puede descartar desavenencias entre la pareja por esa nota de prensa, hecha por Rosario como secretaria de Comunicación de la Presidencia”.
Descartan deterioro de salud en Humberto Ortega
“El comandante Daniel, nuestro presidente, en espíritu humanista, fraternal y solidario, visitó en su casa al general en retiro Humberto Ortega Saavedra, quien ha sufrido muy graves afectaciones de salud, con consecuentes fragilidades y agudos padecimientos colaterales”, explicó la Presidencia más de una semana después de la visita.
Sin embargo, un especialista bajo condición de anonimato, dijo que fuentes cercanas al régimen se mostraron sorprendidas por el comunicado, ya que Humberto Ortega ha presentado “padecimientos propios de su edad”, pero descartaron que esté “grave o frágil de salud”.
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El politólogo Manuel Orozco coincidió por separado con Núñez al señalar que Murillo “está molesta” y dice que preparó ese comunicado para “minimizar el significado” y “reírse” de su cuñado.
“Lo feo del comunicado es la referencia a lo humanitario (…) pero no hubo trascendencia política. Quien diga que sí hay, está haciendo ruido”, opinó brevemente Orozco.
En su comunicado, la Presidencia sostuvo que “animado por los vínculos de familia sanguínea, el comandante Daniel quiso saludar a su hermano, quien está muy debilitado, sin ninguna pretensión o intercambio político, que nunca fue el objetivo de su visita, pues en ese plano no existe, ni se prevé, comunicación alguna”.
“Enterado y consciente del serio deterioro y gravedad de la salud de su hermano, el comandante Daniel tuvo el gesto de acudir personalmente a expresar su solidaridad”, añade el comunicado del régimen.
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Por lo tanto, “la Presidencia de la República deja completamente claro que toda otra versión sobre ese encuentro humanitario es grosera e insolente especulación, insensata manipulación, completa falsedad, y evidentes, fraudulentas, irresponsables, lamentables, e imposibles, mentiras y engaños”, concluye el comunicado.
Al respecto, Núñez señaló que “más del 90 por ciento de lo que habla Daniel lo dice para su gente, no para el resto de los nicaragüenses; uno, porque él sabe que la mayoría no le cree nada, aunque sea cierto lo que diga y segundo, es que Daniel según su estructura mental no requiere del apoyo de la gente”.
“Él requiere de más de 10 mil hombre armados dispuestos a matar y a morir por él, que eso es lo que tiene en la Policía y en el Ejército. Daniel da discurso para este tipo de gente que están dispuestos a matar y morir por él sin ningún principio ni valores, no para los nicaragüenses en general”, añadió Núñez.