Con el fin de la primera temporada, es tiempo de repasar cuáles fueron los mejores momentos en el comienzo de la guerra civil Targaryen.

El final de La Casa del Dragón llegó y de manera general, la serie precuela de Juego de Tronos ha dejado un buen sabor de boca entre los fanáticos del mundo de hielo y fuego. Habiendo dicho esto, es la oportunidad perfecta para volver a ver la serie y recapitular cuáles fueron sus momentos más memorables, que nos deja impacientes por la segunda temporada.

*No está de más advertir que acá estamos en territorio de spoilers.*

10- La batalla contra la Triarquía

La primera gran batalla de la serie es una secuencia llena de acción y muy bien dirigida, que nos recuerda a grandes momentos de Juego de Tronos como Hardhome o La Batalla de los Bastardos.

Es acá también donde Daemon Targaryen se termina de solidificar como uno de los personajes más fuertes de la serie, si es que acaso no es el más fuerte.

9- Rhaenys y Meleys escapan de Pozo Dragón

Una de las escenas más cuestionadas por los amantes de los libros es también —quieran o no— una de las más épicas de la serie. Ante la usurpación de Aegon al trono de hierro de Rhaenyra, Rhaenys y Meleys destruyen Pozo Dragón para interrumpir la ceremonia de coronación, asustar a los verdes y escapar de Kings Landing.

Sí, quizá hizo falta un “dracarys”, pero a como Rhaenys lo dijo, “esta guerra no era suya para comenzar”.

8- El plan de Daemon y Rhaenyra

El cambio más grande en relación con los libros tiene de protagonista a Laenor Velaryon, quien desde hace ya varios episodios vivía infeliz. 

Esta escena no solo es un gran plot twist, sino que está muy bien dirigida y bien montada, haciéndole creer a la audiencia que Daemon y Rhaenyra planeaban algo mucho más oscuro; cosa que sí terminan creyendo Rhaenys y Corlys, quienes simplemente han sufrido más de lo que deberían.

7- La batalla de bastión de tormentas

El último episodio no es solamente un gran final de la serie, sino que nos entrega una de las escenas más fieles al libro, llegando inclusive a superar a lo contado en Fuego y Sangre.

La batalla de bastión de tormentas es tremenda de principio a fin, con una atmósfera aterradora y un final tan impactante como trágico, haciendo alusión a lo que Viserys le dijo a Rhaenyra en el primer episodio: “La idea de que controlamos a los dragones no es más que una ilusión”

6- La llegada de la reina Alicent

La llegada de la reina a la boda de Rhaenyra es la transformación completa de Alicent Hightower de amiga a villana. La manera en que la presentan es sencillamente sublime. El vestuario, el montaje, la fotografía, la dirección y, especialmente, la música, hacen de esta escena una de las mejores de la serie, ganando muchos fanáticos para el bando de los verdes.

5- El anuncio de Rhaenyra como heredera al trono

El primer capítulo de la serie tiene un cierre fenomenal. El nombramiento de Viserys a Rhaenyra como legítima heredera al trono goza de un gran guion y una gran dirección, que a través de un buen montaje presenta el conflicto de la decisión que toma el rey, dejando sobre su hija un peso inimaginable, que llegará a ser casi imposible de sostener.

La cereza del pastel es la música, que curiosamente se titula El Príncipe Prometido.

4- La última cena de Viserys

En una serie que se basa enteramente en un conflicto familiar sobre la sucesión del trono, lo menos que esperamos ver es una cena familiar amena, con primos y tíos compartiendo en armonía. Pues esto es lo último que ve Viserys antes de morir, un momento tranquilo con su familia. De hecho, es acá también donde Rhaenyra y Alicent comparten un último gesto de amor y cariño entre ellas mismas, conmemorando lo que fueron hace mucho tiempo.

Fue la calma antes de la tormenta, y nos hizo pensar sobre lo felices que hubieran sido la familia Targaryen.

3- La reina y la princesa

Al contrario, esta escena entre Rhaenyra y Alicent es el punto de quiebre en la relación de la reina y la princesa. En un arranque de ira, Alicent intenta cobrar el ojo perdido de Aemond con el de Lucerys. Rhaenyra lo impide y termina siendo ella la que recibe el castigo en forma de corte en su antebrazo.

Una masterclass de actuación, en donde Emma D’Arcy y Olvia Cooke nos demuestran el porqué ellas y sus personajes son el núcleo de La Casa del Dragón.

2- La coronación de Rhaenyra en Rocadragón

La coronación de Rhaenyra en Rocadragón no solo hace justicia a lo que leímos en Fuego y Sangre, sino que lo supera con creces. 

La manera en que contrapone la coronación de Aegon II es magnífica y está dirigida de una manera majestuosa. Es imposible no sentir escalofríos cuando suena la que posiblemente sea la mejor canción de la serie, acompañada de Daemon coronando a su esposa, para luego arrodillarse ante la legítima reina de Poniente.

1- La llegada de Viserys al trono de hierro

Pero si hay una única escena que la supera es la llegada del rey Viserys al trono de hierro, en un último intento de apoyar a su hija contra el complot de los verdes.

La música, la fotografía, la dirección, todo en esta escena es memorable, desde los rostros de los personajes involucrados, hasta el último momento de cariño que comparte Daemon con su hermano, para que este pueda defender a su hija, a quién amó incondicionalmente hasta su último aliento.