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¿Europa gira a la derecha?

La victoria de Giorgia Meloni, en las elecciones realizadas el domingo 25 de septiembre en Italia, han producido una preocupación en la Europa de los 27, en las que ya hay otros dos gobiernos escorados a la extrema derecha tales como Viktor Orban en Hungría y Mateuz Morawiecki en Polonia, y la posible de la derecha en Suecia, donde otro partido de este mismo cariz, puede también gobernar. Todo esto siembra la intranquilidad en la Unión Europa, donde ya hay otros partidos que aunque no forman gobierno de los países, están en alcaldías y gobiernos regionales.

Este nerviosismo es originado y tiene su causa en que esos gobiernos son euroescépticos hasta cierto punto y no comulgan con todas las acciones y leyes que marcan desde Bruselas, centro neurálgico del europeísmo. Pero este desasosiego desde mi humilde punto de vista no tiene razón de ser ya que el que haya gobiernos de lo que los europeos llaman extrema derecha, no se saldrán de las líneas principales marcadas en los tratados de la UE.

La victoria de Giorgia Meloni fue aplastante contra todos los partidos situados en el centro derecha y en la izquierda, en las elecciones recién pasadas, en las que desde hace tiempo las encuestas la daban ganadora. Y efectivamente dichos pronósticos dieron en la diana, y así la Alianza de la que formaba parte Meloni con su partido Fratelli de Italia (Hermanos de Italia) y la Liga de Mateo Salvini, además de Forza Italia del magnate y viejo conocido de la escena política italiana Silvio Berlusconi, triunfaron rotundamente.

El partido de Meloni ha centrado su proyecto en su discurso sobre la natalidad y la familia tradicional, contra el aborto de los no nacidos, es decir provida y prometió gobernar para todos los italianos. Pero la historia de Giorgia Meloni no arranca de ahora pues desde los 15 años ha militado en partidos políticos y ha sido concejal de Roma, diputada del partido liderado por Berlusconi a los 19 años, y luego ministra, o sea, ha llegado a la victoria recorriendo todos los escalones del sistema político Italiano y arrancando desde abajo. Se le achaca que ha sido admiradora de Benito Mussolini y que como tal es la representante del pos fascismo italiano.

El ascenso del partido fundado por Meloni es uno de los casos más llamativos de Italia e incluso de Europa, pues de haber sacado un 4 por ciento de votos en las elecciones de 2019, pasar a un 26 por ciento es un salto sorprendente aún en la misma Italia, que también Salvini pasó de un 4 por ciento en las elecciones de 2013 a un 17.4 por ciento en 2018, en que se celebraron las últimas elecciones generales en Italia.

Fratelli de Italia sacó un 26.6 por ciento de los votos, el Partido Democrático, de izquierda, obtuvo un 19.1 por ciento, el M5S llegó a un 15.40 por ciento, la Liga un 8.8 por ciento y Forza Italia un 8.1 por ciento, como vemos las suma de los partidos de la llamada ultraderecha sacaron en total un 44 por ciento del total de  los votos, lo que traducido en escaños o asientos en la Cámara de Diputados ha sido 235 del total de 400, lo que le da una mayoría absoluta. Y lo mismo sucede en la Cámara del Senado, en la que obtuvieron 112 Senadores de 200, lo que también se convierte en otra mayoría absoluta. Hay que significar que el sistema electoral italiano difiere en mucho de los otros sistemas pues hay diputados que se escogen uninominalmente por circunscripciones y a su vez otros por mayoría de planchas.

A ello tenemos que referirnos que Giorgia Meloni si es escogida por el presidente de Italia, el señor Matarella (que sin duda lo será) será la primera mujer en dirigir el gobierno italiano en toda su historia política. Y hay que citar también que los gobiernos de Italia son electos por una legislatura de cinco años, pero que anormalmente son muy inestables y suelen durar como término medio unos dos años y medios y desde prácticamente la Segunda Guerra Mundial se han sucedido 67 primeros ministros, lo que da un total de casi uno por año y es el único caso en la historia europea que esto sucede.

Repasando un poco el escenario político de la UE, en estos países gobiernan ahora los socialdemócratas, Alemania con Olaf Scholz, porque después de los gobiernos de Angela Merkel de grato recuerdo, ahora gobierna el social demócrata (SPD). En Austria también gobierna un partido socialdemócrata (SPO). España con el gobierna del PSOE y Podemos de corte social comunista y de extrema izquierda. Dinamarca, Eslovenia, Malta, Portugal, Suecia, Finlandia, y en otros países de la Unión  como Bélgica, por ejemplo, gobiernan en coalición con liberales, verdes y otras denominaciones.

Todos estos países forman en el Parlamento Europeo, el grupo de Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas y es el segundo grupo de partidos de esta Cámara.

También hay muchos gobiernos de centro y derecha, como Francia, Hungría supuestamente de extrema derecha por su acercamiento a Putin. Lo mimo podemos decir de Polonia, y casos a los que nos hemos acercado como la República Checa, Chipre, Eslovaquia, Grecia, Irlanda, Croacia, Letonia, Lituania, Eslovenia, entre otros que por su composición también pueden encasillarse como gobiernos de derecha. Estos países forman en grupo más fuerte del Parlamento europeo, titulado Grupo del Partido Popular Europeo, que es el que tiene mayor número de parlamentarios.

Volviendo al tema de las elecciones italianas, muchos politólogos y columnistas parece que suponen que con la elección de Giorgia Meloni como futura presidente del gobierno, la Europa de los 27 se va a disgregar y va ir en contra de los postulados que han formado la Unión Europea, sin tener en cuenta que Italia es la tercera economía de la zona euro y que para seguir funcionando hay pendientes desembolsos de los fondos de la UE, y que la misma tiene las herramientas necesarias para evitar cualquier desviación que pudiera producirse que confronte con sus valores y principios.

Tildarlos de euroescépticos es una afirmación que se cae por su peso. La misma Meloni ha declarado que está contra la invasión de Putin a Ucrania, así como que su pertenencia a la OTAN, no está en duda. Y para más ítems ahí están los casos de Orbán y Morawiecki, que aún con todas su balandronadas están y apuestan a seguir estando en la Europa de los 27.  Creo que en caso que la señora Meloni sea llamada a formar gobierno, su camino no será el que los comentaristas le achacan.

El autor es abogado nicaragüense residente en España.

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